“Todas las actuaciones que se lleven a cabo en relación con la salud estarán regidas por los principios del máximo respeto a la personalidad y la dignidad y a la no discriminación”.
En muchas ocasiones, como pacientes o como sanitarios, sólo nos interesan nuestros propios derechos, y no nos damos cuenta de que ambos tenemos obligaciones importantes.
En primer lugar, el paciente tiene derecho a que se respete su intimidad en todos los campos a los que ésta se refiere, y el personal tiene el deber de mantener la confidencialidad absoluta sobre sus pacientes.
Los sanitarios debemos acostumbrarnos a no llevarnos el trabajo a casa, a correr un tupido velo al salir de nuestro puesto de trabajo, pero muchos nos movemos en círculos de amistades que se dedican a lo mismo, y es muy complicado no comentar ciertos casos, consultar dudas… pero no debemos salirnos de la norma, y tenemos que comentar el caso como paciente anónimo. Asimismo, creo que debemos ser conscientes de que, en ciudades pequeñas, la persona que está sentada en la mesa de al lado, en la misma terraza que nosotros, puede ser allegado de ese paciente anónimo.
Todo paciente tiene el derecho a estar informado de cualquier actuación en el ámbito de su salud, pero también a que se respete su voluntad a no ser informado.
En este caso, el personal sanitario deberá informar al paciente de la mejor manera posible; pero no lo malinterpreten, personal sanitario incluye muchas profesiones, así pues, cada uno ha de conocer el límite de su función, y el paciente deberá entender que el personal de Enfermería, por ejemplo, no se exceda en la información sobre su diagnóstico y/o tratamiento médico, sino en las técnicas de cuidados que este personal llevará a cabo para la recuperación de dicho paciente.
A continuación, otro punto importante da derecho al paciente a presentar reclamaciones relativas a defectos de funcionamiento, recursos, etc., así como también a presentar sugerencias si lo cree oportuno. Tanto las reclamaciones como las sugerencias han de ser razonables y coherentes; tendrán derecho también a recibir respuesta razonada por escrito.
El personal sanitario también tiene el derecho a presentar queja en caso de determinadas conductas de los pacientes.
Querido paciente, los trabajadores que están con usted cada día (Enfermería, auxiliares, celadores….) son personal obrero que no tiene potestad para cambiar ciertas cosas de las que habitualmente suele quejarse; tan sólo tiene la obligación de mantener una conducta profesional con usted y de realizar su trabajo de la mejor manera posible.
A todo paciente se le considera autónomo, por lo que tiene el derecho y el deber de elegir libremente, después de ser debidamente informado. Hará constar por escrito su consentimiento para la realización de ciertas técnicas, y así también por escrito podrá revocarlo.
Pero señor, sea consciente, tanto usted como su familia, de que toda cirugía, toda técnica y todo tratamiento conllevan unos riesgos y complicaciones que se pueden llegar a dar en su caso.
El personal sanitario tiene el deber de dar la información de la forma más objetiva posible, sin quitarle importancia, para así evitar la frustración del paciente ante posibles dificultades que puedan acontecer en su proceso de salud.
Esto es tan sólo una pequeña pincelada de los derechos y deberes que tenemos ante nuestra salud. En muchas ocasiones, al personal sanitario y, sobre todo, al personal de Enfermería, se nos exige demasiado en cuanto a la información, y sinceramente, querido paciente, espero que tras este articulo entienda que en muchas ocasiones nosotros no somos quienes para contarles todo lo que nos piden. Nosotros, una vez ustedes hayan sido informados, podemos paliar su angustia, podemos incluso aclararles ciertas dudas, pero siempre de manera mucho menos técnica de como siempre lo hará el facultativo.
“La única función de una enfermera es ayudar al individuo, sano y enfermo, en la realización de aquellas actividades que contribuyan a su salud, su recuperación o una muerte tranquila, que éste realizaría sin ayuda si tuviese la fuerza, la voluntad y el conocimiento necesario. Y hacer esto de tal forma que le ayude a ser independiente lo antes posible”
(Virginia Henderson)
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