Con motivo del Día Mundial sin Tabaco, que se celebra este domingo 31 de mayo, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) no sólo quiere recordar que el tabaco es el principal factor de riesgo evitable responsable de un 33% de los tumores y de un 22% de las muertes por cáncer, según datos de la OMS, sino destacar que, en este momento, en el que la pandemia de COVID-19 está afectando de manera importante al mundo, los fumadores tienen mayor riesgo de desarrollar una forma severa de COVID-19 y de muerte.
El tabaco no sólo incrementa la gravedad de las infecciones por COVID-19, sino que al ser responsable de muchas enfermedades en los fumadores (cardiovasculares, respiratorias, tumorales…), los deja en una situación aún más vulnerable frente a la infección. Además, el simple hecho de fumar aumenta el riesgo de contagio por COVID-19 al acercar los dedos a la boca y la cara. Por otro lado, es importante recalcar que fumar durante el confinamiento, en espacios cerrados, puede agravar las consecuencias de este hábito para los convivientes.
El consumo de tabaco, primera causa de morbimortalidad evitable, constituye un problema de salud pública de primer orden.De acuerdo con los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 1,1 billones de personas consumen tabaco y más de 8 millones de personas fallecen en el mundo por el tabaco cada año.
Según datos de Instituto Nacional de Estadística, el 23,95% de la población española es fumadora habitual, y un 3% adicional son fumadores ocasionales. Es especialmente preocupante la presencia de este hábito en jóvenes, ya que un 21,7% de la población de entre 15 y 24 años es fumador diario y hasta el 32% de la población de 25 a 34 años. En las últimas décadas, se ha producido una evolución desigual en el hábito tabáquico en mujeres y varones, con una tendencia al alza en mujeres y una reducción en varones, aunque todavía siguen siendo mayoría los varones fumadores (27,9% de los varones son fumadores habituales frente al 20,2% de las mujeres).
Este aumento en el consumo del tabaco entre las mujeres está produciendo un aumento en sus enfermedades relacionadas. De hecho, el cáncer de pulmón ha pasado a ser el tercer tumor más incidente en 2019 según las cifras de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN). Así, la incidencia de cáncer de pulmón en mujeres ha ido aumentando en los últimos años, al contrario que en los varones, en los que su incidencia ha ido disminuyendo. Aun así, sigue siendo más frecuente en varones, y se estima que para el año 2020, se detectarán 21.847 casos de cáncer de pulmón en varones y 7.791 en mujeres. Además, el cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer en ambos sexos a nivel mundial.
Responsable de multitud de tumores
El hábito de fumar sigue siendo el responsable del mayor número de muertes por cáncer en la Unión Europea, y el 85-90% de los casos de cáncer de pulmón pueden atribuirse directamente al tabaco. Además de afectar al propio fumador, el tabaco afecta también a los que conviven con él (fumadores pasivos), con unaumento del 20 al 30% en su riesgo de cáncer de pulmón y hasta 1,2 millones de muertes anuales en el mundo. Se estima que cerca de la mitad de los fumadores fallecerán por causas relacionadas con el tabaco.
El tabaco no sólo incrementa el riesgo de cáncer de pulmón, sino que también es un factor de riesgo para el desarrollo de múltiples tumores, incluyendo cavidad oral, faringe, laringe, esófago, estómago, cuello de útero, vejiga, intestino (colon y recto), riñón, páncreas y próstata, además de la leucemia mieloide aguda. Algunos datos indican que también puede aumentar el riesgo de cáncer de mama. Se calcula que hasta el 20% de los fallecimientos por cáncer en Europa se deben al tabaco.
Además de ser un factor de riesgo para el desarrollo de tumores, seguir fumando impacta en la supervivencia de los pacientes con un cáncer ya diagnosticado. En pacientes con cáncer de pulmón, se asocia con complicaciones derivadas delos tratamientos, una reducción de la calidad de vida y una disminución de la supervivencia. Por todo ello, el no fumar se considera en la actualidad como la mejor medida preventiva frente al cáncer.
Acciones anti-tabaco
El Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT de la OMS) proporciona un marco basado en pruebas para la acción gubernamental para reducir el consumo de tabaco. El 20 de mayo de 2016 entró en vigor la Directiva Europea sobre Productos del Tabaco y Productos Relacionados, cuyo objetivo es disminuir la exposición al humo de cigarrillos en la población no fumadora y reducir la prevalencia del consumo de tabaco en España. La OMS señala que si se quiere conseguir una reducción significativa de la morbilidad y mortalidad causadas por el uso del tabaco en los próximos 30-50 años, las medidas de prevención y control deben ir acompañadas de una política asistencial eficaz.
Las políticas y programas de reducción de la demanda incluyen impuestos significativos sobre el tabaco y aumentos de precios,prohibición de las actividades de comercialización de la industria tabacalera,prominentes etiquetas de advertencia de salud pictórica,políticas libres de humo de tabaco y programas de abandono del tabaco para ayudar a las personas a dejar de fumar. Se ha visto que estas medidas son altamente rentables.
Posicionamiento SEOM sobre el cigarrillo electrónico
En la misma linea que la expresada por el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, SEOM asegura que actualmente no se pueden excluir los riesgos para la salud asociados al uso intencionado de los cigarrillos electrónicos, aunque no contengan nicotina. De hecho, hay artículos que han demostrado que los cigarrillos electrónicos aumentan el riesgo de enfermedades neoplásicas.
Se trata de dispositivos que incitan al acto de fumar de la misma manera que el tabaco al realizar el mismo ritual en las mismas circunstancias sociales, por lo que pueden tener el efecto contrario impidiendo el cese definitivo de su consumo, manteniéndose la adicción psicológica, y evitando las restricciones establecidas por la Ley Antitabaco vigente en España. SEOM publicó un posicionamiento al respecto en el que se indicaba que no se puede recomendar el uso de cigarrillos electrónicos e instaba a llevar a cabo investigación científica que permita conocer en profundidad su eficacia y seguridad, regulándose entonces de forma adecuada.
Desde SEOM insisten en que nunca es tarde para dejar el hábito tabáquico. “La situación actual de pandemia COVID-19 debería servir como impulso para dejar de fumar y adoptar estilos de vida más saludables”, añade.
Siete medidas urgentes para una generación joven sin malos humos
El tabaco es la droga más consumida entre los adolescentes españoles, su consumo diario en 2018 se sitúa en el 9,8 % entre los jóvenes de 14 a 18 años, según la Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES). El primer contacto se produce como media a los 14,1 años, y poco después, a los 14,7 años de media, los jóvenes ya lo consumen diariamente, lo que demuestra el alto poder adictivo de la nicotina.
Ante estas cifras, el Grupo de Trabajo de Tabaquismo de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) hace un llamamiento para que se tomen medidas que protejan a los menores y contribuyan a reducir el consumo de tabaco entre los más jóvenes. A los expertos en tabaquismo de la SEE les preocupa además la irrupción de nuevas formas de consumo entre los adolescentes. Se estima que la mitad de los jóvenes de 14 a 18 años ha utilizado en alguna ocasión cigarrillos electrónicos (48,4%) y, de ellos, solo el 9,7% lo había hecho con la intención de dejar de fumar o de reducir el consumo de tabaco.
El Grupo de Trabajo de Tabaquismo recuerda que el tabaco es la única sustancia de consumo legal que causa la muerte a la mitad de sus consumidores; de hecho, el Grupo de Trabajo de Tabaquismo ha estimado que, en España, el consumo de tabaco causa al año 56.000 muertes.
Asimismo advierten que el consumo de los productos que contienen nicotina, entre ellos los cigarrillos electrónicos, y la exposición al humo ambiental del tabaco, aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias e incrementan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y cáncer, entre otros muchos graves problemas de salud.
La SEE recuerda que para lograr una generación joven libre de tabaco, es fundamental la aplicación del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaquismo e insiste en la implementación de las siguientes medidas político-sanitarias:
• Adoptar el empaquetado neutro de los productos del tabaco y nicotina.
• Regular la promoción, publicidad, fiscalidad y el uso en los espacios públicos de los dispositivos susceptibles de liberación de nicotina, como son los cigarrillos electrónicos.
• Prohibir el uso de aromas atractivos para los jóvenes en los dispositivos susceptibles de liberación de nicotina, del mismo modo que ya está prohibido en los demás productos de tabaco.
• Aumentar el precio del tabaco y en particular de la picadura de liar para lograr su equiparación con el de las otras labores, así como de los cigarrillos electrónicos.
• Prohibir la exhibición de productos de tabaco en películas, programas de televisión y en las redessociales.
• Diseñar planes de prevención de consumo de tabaco y otras drogas entre la pobla-ción juvenil.
• Desarrollar programas de ayuda para dejar de fumar en edades tempranas.
RedENT lanza una Nueva guía de desescalada del tabaco
El consumo de tabaco es uno de los factores más importantes que influyen en la aparición de enfermedades y en el aumento de mortalidad en todo el mundo, siendo una de las principales causas del desarrollo de enfermedades no transmisibles (ENT), como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer o las enfermedades respiratorias crónicas, entre otras.
Partiendo de esta realidad, RedENT, una plataforma de colaboración integrada por seis entidades de referencia en el ámbito de la salud y que pretende disminuir el número de personas que fallecen prematuramente a causa de las ENT, manifiesta su preocupación por los cambios de hábitos de consumo de tabaco debido al confinamiento.
El confinamiento, asociado a los estados de alarma, y el teletrabajo han provocado que el hogar se haya convertido en el principal espacio de consumo de tabaco. Además, según datos presentados por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, se ha detectado un aumento del consumo de tabaco y otros productos relacionados durante estos meses de confinamiento. Esta situación ha provocado el aumento del humo ambiental en los hogares, con el consiguiente riesgo para la salud de todos sus integrantes, sobre todo si son menores.
Para tratar de revertir esta situación, expertos de RedENT han elaborado una guía de Fases de desescalada del tabaco que contiene consejos prácticos y útiles para hacer frente al problema generado por el consumo directo de tabaco y derivados durante el confinamiento y la desescalada, junto a la exposición ambiental que esto supone.
El momento de la desescalada… también del tabaquismo
Bajo la premisa Un día más, una calada menos, y aprovechando el proceso que se está siguiendo en España de desescalada del confinamiento derivado de la situación de pandemia de coronavirus, los responsables de esta guía animan a los fumadores a implementar también una deshabituación tabáquica por fases, aportando orientaciones específicas y herramientas de autoevaluación para determinar en qué momento se encuentra su adicción y prepararles para dar el salto a la siguiente fase. A semejanza del plan nacional de desescalada, la guía contempla un total de 5 fases (de la 0 a la 4):
• En la fase 0 se insiste, sobre todo, en la vinculación que el consumo de tabaco o el vapeo puede tener con la COVID-19, recalcando que el tabaco y otros derivados suponen un aumento del riesgo de transmisión del coronavirus, que los fumadores son más vulnerables a la COVID-19 y que el riesgo de necesitar ventilación mecánica o una cama de UCI debido al COVID-19 es dos veces mayor que los no fumadores.
Además, asumiendo que muchos fumadores no quieran cambiar su hábito, se propone que, al menos, sigan una serie de precauciones básicas: intensificar higiene de manos antes y después de fumar/vapear, no fumar con guantes ni con la mascarilla en la cara, evitar fumar o vapear cerca de otras personas, no compartir ni pedir a otras personas que compartan cigarrillos, vapeadores, mecheros, etc.
• En la fase 1 se invita al fumador a reducir su espacio de consumo y, sobre todo, a evitar este hábito en su hogar y en espacios pequeños o cerrados, compartidos con más personas, acompañando todo ello con mensajes informativos sobre las consecuencias que tiene la exposición al humo ambiental del tabaco (y otros derivados).
• En la fase 2 se aborda el objetivo fundamental de reducir el consumo, no sin admitir que el tabaco puede ser una herramienta de gestión emocional y que puede estar utilizándose en estos momentos para calmar la ansiedad, el estrés y el aburrimiento. Identificar el consumo que se está haciendo, retrasar el primer cigarrillo del día, no apurar al máximo cada cigarro o hacer un listado de los beneficios de abandonar este hábito son medidas sencillas que pueden ayudar a rebajar el consumo de tabaco o sus derivados.
• La fase 3 afronta directamente el paso definitivo de dejar de fumar. Conocer solo algunos de los beneficios para la salud que ofrece esta decisión es una buena base para consolidar la decisión. Junto a ello, la guía señala tanto recursos web, como guías y teléfonos de ayuda con atención especializada para facilitar la deshabituación.
• La fase 4 es también la fase de la nueva normalidad y, sobre todo, la que acomete un doble reto: afianzar la decisión de dejar el tabaco y evitar la recaída. En este sentido, los expertos de RedENT recuerdan que existen actualmente tratamientos eficaces para dejar de fumar basados en el apoyo de profesionales sanitarios y en algunos casos el uso de tratamiento farmacológicos, así como hay numerosos recursos terapéuticos disponibles a través de App y líneas telefónicas.
Frente común
Los principales responsables de las entidades que por ahora conforman la iniciativa ReENT (la Asociación Española Contra el Cáncer -AECC-, Cruz Roja Española, Federación de Asociaciones de Enfermería Comunitaria -FAECAP-, Fundación Española del Corazón -FEC-, Sociedad Española de Diabetes -SED- y Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria -semFYC-), advierten del enorme impacto negativo que conlleva el aumento de la exposición al humo ambiental de tabaco y derivados (especialmente para mayores y niños), suponiendo también un riesgo especial frente a la COVID-19.
La Asociación Española Contra el Cáncer, como destaca Sebastián del Busto, responsable de Prevención y Promoción de la Salud de la AECC, “dedica grandes esfuerzos desde hace muchos años a luchar contra el tabaquismo. En estos momentos nos preocupa que la crisis por coronavirus haya empeorado la situación, haciendo del hogar el principal lugar de consumo. Hacemos un llamamiento a la población para no bajar la guardia ante los efectos del humo del tabaco en nuestro entorno próximo en el que pueda haber personas cerca (especialmente niños, adolescentes y mayores) y llamamos a las autoridades a mantenerse vigilantes y estrictos con la norma vigente sobre fumar en espacios públicos”.
En esta misma línea, el Dr. Francisco Camarelles, portavoz de la semFYC en RedENT, apunta que “la epidemia de coronavirus es un buen momento para dejar de fumar, más aún si consideramos que el tabaquismo empeora el pronóstico de los pacientes que desarrollan la COVID-19. Los médicos de familia seguimos ayudando a nuestros pacientes a dejar de fumar en esta etapa de confinamiento y desescalada, y nos hemos adaptado a nuevas formas y estrategias para ayudar a dejar de fumar”.
También las enfermeras familiares y comunitarias consideran que este momento puede ser muy adecuado para abandonar el tabaquismo Desde la FAECAP, Francisco Javier Carrasco Rodríguez recuerda que “la situación de distanciamiento social nos ayuda a no compartir momentos alrededor del cigarro y, sobre todo, debemos priorizar la protección de nuestra salud y la de los más pequeños, con los que compartimos más tiempo”; en este sentido, añade, “las consultas telemáticas de enfermería en AP están abiertas para apoyar al fumador en cualquier fase”.
Especial repercusión tiene el tabaco en las enfermedades cardiovasculares, que son la primera causa de muerte en nuestro país, siendo este hábito uno de sus principales factores del riesgo. Como resalta el Dr. Carlos Macaya, presidente de la Fundación Española del Corazón, “los fumadores tienen tres veces más riesgo de padecer estas patologías, pues el tabaco daña la pared de las arterias, provocando la aparición de aterosclerosis. Pero no todo son malas noticias, porque si uno decide dejarlo, como animamos a hacer en esta guía, al año verá su riesgo de infarto reducido a la mitad y a los quince años tendrá el mismo riesgo de ictus que aquél que nunca ha fumado”.
Para el presidente de la SED, el Dr. Antonio Pérez, no cabe duda que “aunque fumar es malo para todos, el prejuicio es incluso mayor para las personas con diabetes”. Según aclara, “además de favorecer la aparición de diabetes, el consumo de tabaco en las persones con diabetes se asocia a peor control glucémico y aumenta el riesgo de complicaciones cardiovasculares, y las persones con diabetes que fuman tienen el doble de probabilidades de muerte prematura que las que fuman sin tener la diabetes. Por ello, es prioritario el abandono del tabaco en las persones con diabetes”.
Por su parte, Juan Jesús Hernández, médico del Plan de Salud de Cruz Roja recuerda “las ventajas para la salud de dejar de fumar lo antes posible: mejora de calidad de vida, la respiración, reduce el riesgo de muerte prematura y puede aumentar hasta una década la esperanza de vida. Es una inversión rentable a corto y largo plazo. En este sentido, Cruz Roja dispone del Servicio Multicanal Sobre Drogas, un recurso digital anónimo y gratuito para quienes quieran informarse sobre los efectos y los riesgos del consumo de sustancias y conocer mejor cómo pueden cambiar hábitos y actitudes que impiden llevar una vida sana y saludable”.
Las Enfermedades No Transmisibles (ENT) -patologías cardiovasculares, cáncer, diabetes y enfermedad respiratoria crónica, entre otras-, suponen uno de los principales retos y preocupaciones de salud de nuestros tiempos. Todas ellas representan más del 70% de las muertes anuales, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), matando cada dos segundos de manera prematura a una persona con una edad comprendida entre los 30 y los 70 años. En España, 9 de cada 10 personas mueren por una ENT.
FENAER pide medidas más duras
También los pacientes, piden medidas más duras contra el tabaco. La Federación Española de Asociaciones de Pacientes Alérgicos y con Enfermedades Respiratorias, FENAER, reclama que se amplíen y endurezcan las medidas antitabaco, tanto en lo que se refiere a las prohibiciones como a la fiscalidad, y se mejore el acceso a los tratamientos para dejar de fumar, apoyándose en la experiencia de la pandemia del nuevo coronavirus. El consumo de tabaco es el origen de entre un 80 y un 85 por ciento de los
casos de EPOC.
Para FENAER, estos nuevos efectos perniciosos del tabaquismo demostrados en relación con la COVID-19 debieran considerarse motivos suficientes para introducir medidas antitabaco en la desescalada del confinamiento, que se mantengan con carácter permanente una vez superada la crisis.
En concreto, la federación aboga por reformar cuanto antes la Ley antitabaco para ampliar la prohibición de fumar
a espacios públicos al aire libre como terrazas de establecimientos de hostelería, playas, parques, instalaciones deportivas y de espectáculos, paradas de medios de transporte o piscinas. Igualmente, pide incrementar la fiscalidad de todos los productos de tabaco, ampliar la financiación de los tratamientos para dejar de fumar a todos los medicamentos que se han demostrado eficaces, apoyar el desarrollo de programas y terapias contra el tabaquismo y difundir regularmente campañas de concienciación sobre los efectos perniciosos de fumar y los beneficios de dejar de hacerlo.
FENAER pide también que en todas esas medidas se equiparen los cigarrillos electrónicos a los productos del tabaco convencionales, por ser considerados igualmente nocivos para la salud y, como lleva tiempo advirtiendo la OMC, una trampa dirigida a estimular el consumo, algo que se consigue especialmente entre los jóvenes.
Más prohibiciones, menos ingresos
De hecho, estas medidas más restrictivas funcionan. Un estudio desarrollado por médicos investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA y del Hospital Clínico de Valencia entre los años 1995 y 2013 muestra que la prohibición integral de fumar en España ha tenido una incidencia relevante en la salud pública, al mostrar una reducción notable de la tasa de ingresos hospitalarios por enfermedades relacionadas con el tabaquismo, principalmente enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
En el estudio de cohorte retrospectivo se evaluó, durante un período de 19 años sobre una población de cinco millones de personas en la Comunidad Valenciana, el impacto que la legislación española en prevención del consumo de tabaco (leyes 28/2005 y 42/2010) ha tenido en las tasas de admisión hospitalaria por enfermedadescardiovasculares, respiratorias y cáncer relacionado con tabaco. Para ello, se realizaron análisis de tendencias en los períodos anteriores y posteriores a la aprobación de la ley de 2005, mediante modelos de regresión lineal de mínimos cuadrados.
Las tasas de ingreso hospitalario ajustadas por 100.000 habitantes, disminuyeron significativamente para las enfermedades cardiovasculares después de la Ley de 2005 (de 550,0/100.000 en 2005 a 500,5/100.000 en 2007), con una disminución adicional (a 434,6/100.000) en 2013, después de la Ley de 2010. Las tasas de ingreso hospitalario por enfermedades respiratorias mostraron una reducción de menor magnitud, mientras que en el caso de los ingresos por cáncer relacionados con el tabaquismo, se encontró un leve descenso solo entre los hombres.
La investigación -en la que han participado los doctores F.Carrión Valero,J. Quiles Izquierdo,C. González Monte, F. Taberner Alberola,J.A. Lluch Rodrigo, F. J. Chorro, y J.M. Martin Moreno-, se ha publicado recientemente en la revista de la Royal Society for Public Health con el título Impactofthe 2005 and 2010 Spanishsmokinglaws on hospital admissionsfortobacco-relateddiseases in Valencia, Spain.
Tabaquismo y COVID-19
Desde el Grupo de Investigación de Enfermedades Respiratorias de INCLIVA, dirigido por el Dr. Jaime Signes-Costa, jefe del servicio de Neumologíadel Hospital Clínico y coordinador del área de tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), se quiere insistir en la necesidad de abandonar el tabaquismo en estos momentos de pandemia por el COVID-19. Esta enfermedad presenta una mayor gravedad, con mayor número de complicaciones, en los fumadores. Además la trasmisión del SARS-CoV-2 podría verse aumentada con la exhalación del humo de los cigarrillos convencionales y los vapores del cigarrillo electrónico.
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