El proyecto consiste en formar en salud a los pacientes, mientras esperan en las consultas, a través de paneles informativos, muy visuales e interactivos, con los que tanto los más pequeños como los adultos pueden jugar y, al mismo tiempo, formarse en el campo de las alergias y de las patologías relacionadas. De este modo, la Unidad de Alergia ha modificado el entorno clásico de sus consultas, reconvirtiéndolas en lugares para el aprendizaje.
Según comentan las enfermeras Chus Vidorreta y Lola Fuset, impulsoras del proyecto, se han distribuido diferentes rincones de salud, donde los niños descubren paneles interactivos, fotografías, juegos y otras herramientas ideadas para transmitir conocimientos, y con las que, tanto ellos como los adultos que les acompañan pueden interactuar, siempre de manera libre y autónoma.
Los espacios habilitados proporcionan información relacionada con la alergia alimentaria, himenópteros, inmunoterapias, inhaladores, pólenes y otros alérgenos. Aunque el proyecto se inició hace tres meses, sigue ampliándose con la incorporación de nuevos paneles y materiales mediante los que seguir educando en salud de una manera diferente y mejorar la calidad asistencial en las consultas.