La utilidad de esta aplicación, diseñada por un equipo compuesto fundamentalmente por personal de los servicios de Medicina Interna, Cardiología y Hematología, es especialmente relevante en las zonas que están sufriendo un nuevo brote de COVID-19 o en previsión de una posible segunda ola.
La escala de gravedad ha sido desarrollada mediante una técnica de inteligencia artificial conocida como machine learning, que permite integrar diferentes características de los pacientes utilizando técnicas estadísticas y crear un algoritmo que sea capaz de calcular, con una mayor precisión, la probabilidad de que un determinado paciente termine presentando una evolución grave de la enfermedad (afectados que necesitan ser intubados para recibir ventilación mecánica o que fallecen).
Validada en pacientes del Clínic de Barcelona
Las características concretas de los pacientes que se ha visto que están asociadas a un mayor riesgo de desarrollar enfermedad grave son: un peor nivel de oxigenación medido por pulsioximetría, una mayor edad, un empeoramiento de la función renal, una elevación de marcadores de la inflamación (proteína C reactiva y procalcitonina), un número elevado de otras patologías y niveles bajos de linfocitos.
Esta escala ha sido probada en 918 personas ingresadas con COVID-19 en el complejo asistencial de Salamanca, y posteriormente se ha validado en 352 pacientes del Hospital Clínic de Barcelona, demostrándose su gran capacidad para predecir la evolución de los pacientes. Además, ésta ha sido prácticamente idéntica en los dos centros hospitalarios, un dato de gran relevancia, dado que, en ocasiones, las características de los pacientes de un hospital no son comparables directamente con los de otros.
El artículo científico y la aplicación informática, así como el código utilizado para generarla, ya están disponibles en internet para que puedan ser utilizados por los médicos que tratan esta enfermedad, y ha sido enviado ya para su publicación en revistas biomédicas.