Son fármacos parenterales que requieren una inyección subcutánea una o dos veces al día durante largos períodos de tiempo, que pueden superar los seis meses. El tener que pincharse es la principal queja de los pacientes y es lo que limita su uso ya que el enfermo se cansa y además, es frecuente, que ese pinchazo en el abdomen genere frecuentes hematomas. Aunque los anticoagulantes orales directos han demostrado su eficacia en los pacientes sin cáncer, los primeros estudios han demostrado un incremento del riesgo de sangrado específicamente en el tracto digestivo.
Ahora, el estudio Caravaggio en fase III aleatorizado, abierto, multinacional demuestra la eficacia de un tratamiento alterntativo gracias al ensayo en el que han participado once países, nueve de ellos europeos: Italia, España, Francia, Reino Unido, Holanda, Bélgica, Alemania, Portugal y Polonia, junto a Estados Unidos e Israel.
En España, el Servicio de Oncología Médica del Hospital Gregorio Marañón ha coordinado el estudio, y Andrés Muñoz, pertenece al Comité Directivo del mismo. El esfuerzo de estos países ha conseguido sumar al proyecto 119 centros, en los que se ha comparado el tratamiento clásico con heparinas de bajo peso molecular frente a apixabán, un anticoagulante oral de acción directa.
Eficaz y sin riesgo de sangrado
Este estudio ha demostrado que apixabán es similar en cuanto a eficacia a las heparinas de bajo peso molecular, y a diferencia de los otros anticoagulantes orales de acción directa no incrementa el riesgo de sangrado. Estos resultados suponen un cambio en la práctica clínica y abren la indicación al tratamiento de la prevención de la trombosis con un anticoagulante oral, ya que apixabán es igual de eficaz y seguro que las heparinas con la ventaja de la administración vía oral, lo que al paciente le resulta mucho más cómodo y menos invasivo y evita los hematomas en el abdomen.
Es claramente un nuevo tratamiento y una alternativa para los pacientes con cáncer que no tenían previamente. Una ventaja añadida es el precio de apixabán, significativamente menor al precio de cualquiera de las heparinas de bajo peso molecular del mercado. El estudio Caravaggio es el más grande realizado en el campo de la enfermedad tromboembólica de los pacientes con cáncer hasta el momento.