Con una condena firme al atentado de Niza, la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública de Salamanca compareció ayer para hacer un llamamiento a los salmantinos a la concentración prevista para el próximo martes, 19 de julio, a las ocho de la tarde en la Plaza Mayor contra el “caos sanitario” de la provincia.
El portavoz del colectivo, “ciudadano y no político”, Pablo de Unamuno, aseguró que “no hace falta decir porque salimos a la calle por cuarta vez” en referencia a los problemas sanitarios que vive la provincia desde hace meses, a los que se suma ahora, de forma especialmente grave, “la caótica gestión del hospital y el cierre de camas durante el verano”.
“En otras ocasiones nos acusaron de electoralistas, esperemos que ahora que no hay elecciones los diputados del PP se sumen a esta iniciativa”, continuó Pablo de Unamuno para recordar que este partido es el único que no pertenece a la Plataforma.
En el mismo sentido, Susana Sánchez, secretaria de Sanidad de UGT, quiso contestar al alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, y pedirle que “se sume a la manifestación y esté con los ciudadanos, porque nos iría a todos mejor si él trabajara la mitad de lo que lo hacen los empleados de la Sanidad”.
Ofreció, además, algunos datos que demuestran “no sólo la actitud prepotente de la gerente del hospital, Cristina Granados”, sino también la “situación límite” que vive el Complejo Asistencial. “Dice la gerente que nunca ha tenido una actitud así, pero la realidad es que todo lo decide sin contar con los trabajadores y en la junta de personal se limita a informar”, añade.
A su juicio, las remodelaciones han sido improvisadas, prueba de ello, entre otros muchos ejemplos, son las consultas de Oftalmología, “sin terminar, sin material para curas y, en la primera planta, donde tenía que haber dos enfermeras y dos auxiliares, sólo hay una y otra a media jornada, y encima les llaman la atención porque los pacientes, unos 100 cada día, están por los pasillos”.
Respecto al personal, “que la gerente considera suficiente”, lo cierto es que “está bajo mínimos, se viven situaciones de ansiedad, les hacen doblar turnos, les cambian de un hospital a otro y la gente tiene miedo a cometer errores”.
A pesar del rechazo de los trabajadores, la Gerencia decidió cerrar este año 104 camas, en vez de 64, “y a los pocos días ya tuvo que duplicar y triplicar habitaciones”.
Respecto a las resonancias, la Gerencia ordenó realizarlas los sábados desde junio para reducir las listas de espera, pero “la realidad es que antes se hacían 40 en el Clínico y 30 en el Virgen de la Vega y en junio se hicieron 30 en el Clínico y 30 en el Virgen de la Vega, porque no hay técnicos”, explica Susana Sánchez, quien informa, además, “que el pasado 9 de julio, sábado, no se pudieron hacer las resonancias por falta de personal y los pacientes tuvieron que irse a su casa, algunos incluso de fuera de Salamanca”.
La gerente también ha explicado que hay entre 70 y 80 camas libres, “pero habrá que decirle que 30 de ellas son de neonatos, la realidad a día de hoy es que en el Virgen de la Vega sólo hay 14 libres”.
Visionarias
Ante esta situación, el representante de la Federación de Vecinos de Salamanca, Florencio Martín, no dudó en llamar “visionarias”, tanto a Cristina Granados como a la portavoz de la Junta, Rosa Valdeón, “porque deben ser las únicas que saben lo que va a pasar en el verano” en relación a la asistencia sanitaria.
Como portavoz de los vecinos, afirma que “debemos acudir todos el día 19, Salamanca se juega mucho en la Sanidad Pública”. Precisamente, por la defensa de unos servicios públicos de calidad, desde CCOO, María Ángeles Salinero, advierte que en el fondo de todos estos recortes, “hay una privatización encubierta, que subyace tras las Unidades de Gestión Clínica, y ya hay 16 o 17”.
Por su parte, desde Somos Capaces, que aglutina a gran parte de la asociaciones de ayuda mutua de Salamanca, Juncal Marcos dijo que “como personas que sufrimos las listas de espera, no podemos quedarnos en casa, no hay que abandonarse a la resignación de ver como nos demantelan la Sanidad Pública. Que salgan a la calle todos los que están en lista de espera”.
Destino de los MIR
Los miembros de la Plataforma podrían estar horas hablando de los problemas que sufren cada día los pacientes en la provincia de Salamanca, “también en Atención Primaria donde te dan cita para una semana, incluso en Pediatría”, pero concluyen con una triste realidad que, a su juicio, da buena cuenta de la pérdida de calidad asistencial progresiva.
“Antes los MIR se pegaban por venir a Salamanca, este año ninguno se ha quedado aquí en Atención Primaria”, en palabras de Pablo de Unamuno, lamentando también que “es una pena que estemos formando a los mejores médicos y no nos quedemos con ninguno, porque no los contratan”.
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