Que en una tarde de martes de pleno mes julio, con temperaturas cercanas a los 40 grados, muchos cientos de personas respondan al llamamiento de la Plataforma de Salamanca para la Defensa de la Sanidad Pública y se concentren en la Plaza Mayor para protestar por la “gestión sanitaria caótica” de la provincia es todo un logro.
La reducción de camas que habitualmente se produce durante la época estival en el complejo hospitalario salmantino nunca había sido tan polémica, pero lo cierto es que este año la disminución de puestos de ingreso se ha duplicado, superando el centenar, y está generando problemas en la práctica asistencial. El último, la pasada noche, cuando en el área de paritorios se volvió a vivir una situación de colapso como consecuencia del cierre de la planta de Ginecología y Obstetricia, ya que no había camas suficientes para la hospitalización de las mujeres que daban a luz.
No era la primera vez. Hechos similares se produjeron hace justo dos semanas en el mismo servicio, convirtiéndose en el “desencadenante” de la movilización de esta tarde, tal y como ha reconocido el portavoz de la plataforma, Pablo de Unamuno, que ha recalcado, sin embargo, que las razones que justifican la protesta son las mismas que desembocaron en las tres mareas blancas organizadas el pasado año: “Unos recortes de personal que desde hace más de un año se han convertido en crónicos; unas obras -las del nuevo hospital- que han ido muy bien y sobre las que ahora tenemos la impresión de que otra vez se han ralentizado; unas listas de espera que claman al cielo y que son cada vez más abultadas; derivaciones de pacientes a centros privados que se siguen haciendo y que continuarán; una Atención Primaria muy desatendida… No se agotan los motivos”, ha enumerado.
Un daño “muy grave” a la Sanidad
Mientras, los asistentes a la movilización -no faltaron a la cita los representantes locales y regionales de los principales partidos, excepto el PP- coreaban consignas como Gobierne quien gobierne la Sanidad no se vende; Que dimita la gerente; Que la echen; Herrera, Cristina (Granados) consejera y, sobre todo, ¡Sanidad pública! Tampoco faltaron las pancartas: Más contratos de Enfermería, menos camas vacías; Esta gerente asfixia a toda la gente o En invierno y en verano lo que faltan son manos.
En su manifiesto, la Plataforma de Salamanca para la Defensa de la Sanidad Pública denunciaba que continúan produciéndose “recortes cada vez más graves que están contribuyendo al continuo deterioro de la Sanidad pública salmantina”, y advertía que la “desacertada política sanitaria” está causando a la Sanidad salmantina “un daño muy grave” que afecta “a los pacentes, a su salud, a su bienestar y a los derechos de éstos y de los trabajadores”.
Para los colectivos que integran la también conocida como Marea Blanca de Salamanca, la “caótica” gestión sanitaria que se desarrolla en la provincia está caracterizada “por la improvisación, la desinformación y la desorganización”. En este contexto, critican “el cierre desproporcionado de camas sin ningún criterio sanitario objetivo” y consideran que la medida “obedece a razones economicistas” y está propiciando “situaciones muy graves de colapso en la mayoría de servicios del Complejo Asistencial, especialmente en los de urgencia, con pacientes en los pasillos, esperando, en muchos casos, ocho y nueve horas para ser ingresados por falta de camas”.
Reapertura de plantas
Según afirman, la reducción de plazas de ingreso “está obligando a mezclar enfermos de varias patologías en una misma planta”, mientras que en las áreas que permanecen abiertas se está produciendo una “masificación”, ya que “se duplican camas en habitaciones individuales y se triplican en habitaciones dobles”. Ante esta situación, los convocantes de la protesta exigen “la reapertura de las plantas cerradas, poniendo a disposición de los pacientes todas las camas disponibles en el Complejo Asistencial para garantizar su seguridad, intimidad y dignidad”.
Las listas de espera también han tenido especial protagonismo en el manifiesto redactado por la plataforma, que las ha calificado de “intolerables”, ya que “han sobrepasado todos los tiempos medios de demora, provocando agravamiento de procesos, dolor y discapacidad en muchos ciudadanos”. La existencia de listas de espera “opacas que maquillan a su antojo” y que rompen “la equidad del sistema” también ha sido denunciada por un colectivo que incluye entre sus exigencias la de poner en marcha “un plan urgente para terminar con las desproporcionadas listas de espera optimizando los recursos públicos propios”, así como la de que se hagan públicos “los datos reales” sobre las demoras, “introduciendo los mecanismos necesarios para que los ciudadanos puedan conocer la evolución de su proceso de salud en las listas”.
“Abandono” de la Atención Primaria
El “abuso de acuerdos con clínicas privadas ante la incapacidad de los responsables sanitarios de gestionar adecuadamente las demoras y optimizar los recursos públicos”; “la falta de personal, con plantillas bajo mínimos, contratos precarios y jornadas maratonianas” y el “abandono de la Atención Primaria, tanto rural como urbana”, en cuyos equipos “se han limitado o eliminado las sustituciones”, obligando a los sanitarios a “duplicar consultas para atender a sus pacientes y a los asignados a sus compañeros” son otras de las cuestiones que han criticado los convocantes de la concentración. También “la falta de inversión en los centros de salud”, para los que han reclamado “más recursos” y una “adecuada distribución de plantillas”.
En cuanto al hospital, la Plataforma de Salamanca para la Defensa de la Sanidad Pública ha señalado que era “un referente sanitario en nuestra Comunidad y uno de los mejores del conjunto del país, pero la irresponsable gestión y la falta de financiación están provocando su caída en picado”. Cada día que pasa, ha subrayado, “nuestro Complejo Asistencial pierde prestigio ante la impasible mirada del consejero de Sanidad de Castilla y León, el alcalde de Salamanca y el presidente de la Diputación de nuestra provincia, que no tienen ninguna intención de defenderlo”.
Con el lema ¡La Sanidad pública no se vende, se defiende! y el aplauso de los cientos de participantes, la protesta se dio por terminada… por el momento. “Hemos pedido una cita al consejero de Sanidad y ahora esperaremos acontecimientos. En verano quizás ya no procede organizar más movilizaciones, pero volveremos a la carga en otoño, y seguiremos protestando hasta que nos hagan caso”, ha anunciado el portavoz de la plataforma, Pablo de Unamuno.
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