El vicerrector de Investigación y Transferencia de la Universidad de Salamanca (USAL), Juan Manuel Corchado, ha presentado hoy el Observatorio de Bibliometría y de Información Científica (OBIC) con el propósito de incrementar la visibilidad de la investigación desarrollada en la institución académica apoyando y formando al personal investigador para mejorar el rendimiento de su actividad y la gestión de su producción científica.
Igual que la propia investigación requiere años de trabajo para asegurar los resultados, su divulgación, asentamiento y posición dentro de los ránking nacionales e internacionales es “un proceso lento”, como “una lluvia fina que va penetrando”, pero que bien caída sobre una tierra bien arada y bien sembrada, dará sus mejores frutos.
Esta idea apuntada por José Antonio Cordón García, catedrático de Bibliografía y especialista en Comunicación y Edición científica y premio nacional de investigación en Edición y Sociedad del Conocimiento, resume el fin básico de este nuevo Observatorio que presentó a los medios junto al vicerrector: “dotar de herramientas a los profesores, alumnos de máster y doctorandos para publicar sus investigaciones en los mejores sitios”.
En un ámbito en el que “todo se mide, donde existe una evaluación permanente, es preciso conocer aquellos indicadores que te sitúen en la mejor posición posible”, añadió el catedrático. Para ello, se establecerá un plan de formación, con cursos, seminarios, divulgación de sistemas de medición o “aquellas disciplinas que sean demandadas desde los propios grupos de investigación”, como aclaró Raquel Gómez; y habrá también un plan de apoyo para asesorar a los investigadores en la publicación de sus trabajos y en la petición de sexenios, “que a final son los que nos dan la medida del nivel investigador de una universidad”, en palabras de Cordón.
El logro de los sexenios, imprescindibles no sólo por el prestigio académico sino también por la promoción profesional y la garantía de seguir investigando, responde a unos “criterios rígidos y distintos en cada área de conocimiento”, hay que elegir, por ejemplo, “tus cinco mejores publicaciones” y la realidad “es que no suelen coincidir” con las que más valora la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA). Por este motivo, es fundamental una orientación a los investitadores en función de los criterios que están prevaleciendo en cada momento, teniendo en cuentan además que “cambian, evolucionan y hay hasta 30 ránking distintos”.
Con todo, la idea que prevalece con la puesta en marcha del Observatorio es “poner en valor la investigación” que se hace en la Universidad de Salamanca, “ser un referente en este ámbito, competir con los mejores y publicar en las mejores revistas”, en palabras de Juan Manuel Corchado, que lamenta no sólo las limitaciones que impone una “mala financiación”, sino también que “tengamos áreas con excelente reputación y no sepamos canalizar bien esta posición de privilegio”.
Esta nueva herramienta intentará avanzar en este sentido en colaboración con la Unidad de Calidad, el servicio de Publicaciones y Bibliotecas, y por supuesto, en sintonía con los grupos de investigación.
Funcionamiento y objetivos
El OBIC de la Universidad de Salamanca nace para dos funciones principales: hacer más transparente y visible la actividad científica de los investigadores y, por otra parte, contribuir a un mejor conocimiento de sus actividades por parte de la propia universidad y de la sociedad en general.
Para llevar a cabo las funciones propuestas, el OBIC creará indicadores que caractericen el desarrollo de la productividad investigadora a partir del análisis y recogida de información de la actividad científica de la universidad. A su vez, elaborará informes acerca de sus publicaciones tanto en el ámbito nacional como en el internacional y, a partir de ello, evaluará el trabajo investigador realizado en la universidad en relación a los sistemas de medición tanto formales como informales.
Además de todo esto, el OBIC ofrecerá asesoría e impartirá cursos, talleres y jornadas especializadas para contribuir a la formación de los jóvenes investigadores y mostrar los resultados de las investigaciones.
Este nuevo Observatorio se instaurará en el edificio I+D+i y está compuesto por el siguiente equipo: Taísa Dantas, Mercedes Echeverría Morrás, Tránsito Ferreras Fernández, Araceli García Rodríguez, Raquel Gómez Díaz, Bruno Maltrás Barba, Almudena Mangas Vega, Javier Merchán Sánchez-Jara, María Muñoz-Rico, Alberto Ramos Alonso, Críspulo Travieso Rodríguez.
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