En particular, estas proteínas están asociadas a rutas de transducción de señales de calcio, de adhesión, del citoesqueleto de actina, degradación de proteínas y metabolismo, entre otros procesos biológicos que, cuando están alterados, pueden afectar al correcto funcionamiento de las células. Estas 110 proteínas destacan por haber sido identificadas entre dos estudios independientes, uno de transcriptómica y otro de proteómica, mostrando una concordancia de los datos analizados del 70%.
Para muchas de las proteínas señaladas en este trabajo existe su equivalente en células humanas, mientras que otras carecen de caracterización alguna y no han sido previamente estudiadas. Algunas se han asociado a diferentes enfermedades humanas en otras investigaciones, e incluso relacionado con el papel del AMPc en esas células, como son la latosterolosis (una enfermedad del hígado), la neurofibromatosis, la enfermedad de Huntington y la enfermedad de Alzheimer.
En este sentido, este trabajo, desarrollado por Óscar González-Velasco, Javier de las Rivas y Jesús Lacal, del Grupo de Bioinformática y Genómica Funcional del CIC y del Departamento de Microbiología y Genética de la Universidad de Salamanca, "aporta más información en las implicaciones e importancia de la ruta del AMPc en la biología de las células", tal y como ha informado el Centro del Cáncer en una nota de prensa. Los autores del estudio han destacado la importancia de la investigación básica en la generación de conocimiento, permitiendo abrir nuevas vías de estudio potencialmente interesantes en la compresión de la biología celular y sus posibles aplicaciones.