En nuestra dieta del día a día podemos consumir muchos alimentos con altos niveles de azúcar, como pueden ser pastas, salsas, chicles, u otros dulces. Es por esta razón por la que los profesionales de la higiene bucodental siempre recomiendan un cuidado regular de nuestra dentadura.
Una buena forma de cuidar y proteger nuestros dientes es visitar con regularidad un buen centro de profesionales donde nos aconsejen sobre qué hacer, así como llevar una rutina de higiene bucal. En aquellas empresas dedicadas al sector de la Odontología se pueden encontrar estudiantes de grado superior de higiene bucodental, quienes también nos pueden asesorar sobre los mejores trucos y consejos para prevenir problemas en nuestra dentadura.
Siempre nos gusta recordar la importancia de informarnos como clientes de si el profesional está titulado para evitar el intrusismo y los problemas de futuro. ¿Dejarías el cuidado de tu boca en manos de cualquiera?
Consejos básicos para unos dientes sanos
Con un buen cuidado diario podemos conseguir una buena práctica de la higiene bucal. Hay que conocer las causas por las que nuestras encías duelen cuando nos cepillamos los dientes, por qué están irritadas cuando nos pasamos el hilo dental, o por qué nuestros dientes se sienten más sensibles dependiendo del alimento que estamos comiendo.
Uno de los primeros pasos a realizar es conocer qué fuerza de cepillo es la adecuada para nuestra dentadura. La mejor forma de saberlo es mediante prueba-error.
El cepillado bucal no libra a los dientes de las bacterias que absorbemos con los alimentos, así como los que podemos estar obteniendo durante la noche al dormir con la boca abierta. Una buena forma de reducir esta cantidad de microbios es cepillando la lengua, la parte de atrás del paladar y los laterales de las encías. Asimismo, un buen enjuague bucal ayudará a mejorar la fuerza de la placa dental y a que ésta pueda luchar mejor contra los micro-gérmenes que pueden crecer en la zona lingual.
¿Cómo cepillarse los dientes?
Se aconseja limpiarse los dientes después de cada comida, esperando unos 30 minutos tras la ingesta de alimentos. Hay que utilizar un cepillo con la fuerza adecuada del grosor de las fibras; de esta forma se pueden evitar daños en la encía y reducir el daño que se percibe con la acción.
Un buen dentífrico especial para el resultado que buscamos obtener también es importante. No todos son adecuados para cada persona, por eso es importante que un dentista o higienista bucodental nos ayude a elegirlo.
¡Siguiendo estos pasos podremos presumir de sonrisa!
* Este artículo es una colaboración de Claudia López Ramos con Siquia.
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