El/la musicoterapeuta es una figura interesante en el contexto educativo, ya que puede ejercer sus funciones en todos los niveles, desde la infancia hasta la juventud. Sabemos que la música está relacionada con el desarrollo de las funciones cerebrales cognitivas y también con el aspecto socio-emocional, de ahí que sea un recurso importante para ser considerado como apoyo y refuerzo académico.
El/la musicoterapeuta no enseñará música, porque para ello está el docente de educación musical, quien tratará de cumplir con ese objetivo curricular.
El/la musicoterapeuta centrará su intervención en el/la alumno/a y sus necesidades educativas (tenga discapacidad o no) con el objetivo de mejorar sus funciones intelectuales, comportamentales y motoras. Así pues, atender a la diversidad del alumnado será tarea prioritaria, como conocer minuciosamente sus características.
El/la musicoterapeuta puede formar parte del equipo interdisciplinar del colegio dando su punto de vista, colaborando, asesorando y compartiendo con los demás profesionales y profesores las valoraciones de sus intervenciones. También realizará entrevistas y mantendrá el contacto con los padres y las madres de aquellos alumnos/as que así lo requieran para brindar información. Este accionar implicará relacionarse con todos los agentes que conforman la comunidad educativa.
La música será un medio de expresión y una herramienta potenciadora para desarrollar estrategias de resolución de problemas, técnicas de aprendizaje, mejora del lenguaje y la comunicación, del procesamiento cognitivo, como la atención, la memoria, la observación, etc., y las funciones psicomotrices.
Lo que el/la alumno/a experimente y aprenda en las sesiones de musicoterapia será transversal a todas las asignaturas. Por ejemplo: si un alumno o alumna tiene problemas de integración, socialización, de autoestima o de conducta, puede aprender estrategias en las sesiones diseñadas por el musicoterapeuta que luego podrá utilizar en el recreo, en los trabajos en grupo, en hacer nuevos amigos/as, etc.
El profesional de la musicoterapia también podrá llevar a cabo programas concretos de prevención, rehabilitación, estimulación, entrenamiento de funciones intelectuales, así como también promover factores del desarrollo social y afectivo-emocional, la empatía y la tolerancia, el acoso escolar, la igualdad de género, etc., dependiendo de las necesidades de los alumnos, básicamente con el fin de complementar la formación y optimizar el desarrollo integral.
En algunas escuelas, el profesor de música coincide con su rol de musicoterapeuta, lo que puede enriquecer el trabajo en el aula, teniendo en claros ambos perfiles.
Muchas de las actividades musicales, como el canto, los juegos sonoros, el ritmo, las audiciones, las improvisaciones, etc., sumadas a las técnicas musicoterapéuticas apropiadas, sirven para motivar aquellos aspectos estrechamente relacionados con el aprendizaje y la comprensión de los contenidos curriculares.
El musicoterapeuta evaluará los progresos de los alumnos y realizará las adaptaciones pertinentes, lo que lo situará en una labor, no sólo terapéutica, sino también educativa, en la que se fusionarán los conceptos básicos de salud, integridad, personalidad con aquellos como el éxito académico, el razonamiento, la creatividad y la actitud ante el aprendizaje significativo, entre otros.
La investigación musicoterapéutica en el ámbito escolar en colaboración con el equipo de profesionales es otra faceta digna de destacar, porque a través de diversas metodologías, el musicoterapeuta puede aportar -a través de estudios científicos- mejoras en la calidad educativa, así como también información sobre los beneficios de la disciplina.
Resumiendo, el/la musicoterapeuta en las escuelas españolas aún tiene que reforzar su presencia y su reconocimiento; para ello, tenemos que asumir el compromiso de hacernos conocer y hacer conocer nuestra profesión. Incorporar la figura del musicoterapeuta y definir sus funciones contribuye a mejorar el espacio educativo, fortaleciendo el desarrollo integral, escuchando y atendiendo aún más las necesidades e intereses, no sólo de los alumnos/as, sino también de todos los que forman parte del entramado educativo.
(FOTOGRAFÍA: morguefile.com)
Recordamos que SALUD A DIARIO es un medio de comunicación que difunde información de carácter general relacionada con distintos ámbitos sociosanitarios, por lo que NO RESPONDEMOS a consultas concretas sobre casos médicos o asistenciales particulares. Las noticias que publicamos no sustituyen a la información, el diagnóstico y/o tratamiento o a las recomendaciones QUE DEBE FACILITAR UN PROFESIONAL SANITARIO ante una situación asistencial determinada.
SALUD A DIARIO se reserva el derecho de no publicar o de suprimir todos aquellos comentarios contrarios a las leyes españolas o que resulten injuriantes, así como los que vulneren el respeto a la dignidad de la persona o sean discriminatorios. No se publicarán datos de contacto privados ni serán aprobados comentarios que contengan 'spam', mensajes publicitarios o enlaces incluidos por el autor con intención comercial.
En cualquier caso, SALUD A DIARIO no se hace responsable de las opiniones vertidas por los usuarios a través de los canales de participación establecidos, y se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso cualquier contenido generado en los espacios de participación que considere fuera de tema o inapropiados para su publicación.
* Campos obligatorios