El pasado 4 de octubre se conoció el fallecimiento de una mujer de 48 años con cáncer de colon, tras meses llamando y sin conseguir una cita presencial en su centro de salud, según recogía El Correo de Burgos; posteriormente se denunciaron muchos más casos en circunstancias parecidas.
Este caso corrobora lo que hace unos días manifestaba el director general de la OMS, Tedros Adhanam, de que la pandemia de covid-19 provoca un colapso de los sistemas sanitarios que deriva en la muerte de pacientes de otras enfermedades que, en circunstancias normales, podrían haberse prevenido y evitado.
La demanda de espacios, de personal y de recursos que está generando esta pandemia ocasiona que se cancelen consultas, se retrasen diagnósticos y se agraven otras enfermedades, de tal manera que las asociaciones de pacientes estiman que el aumento de las listas de espera es de un 50% y que el tiempo para que se diagnostique una enfermedad crónica crece un 30%, produciendo un aumento de las dolencias que se agravan porque no han sido tratadas.
Muchos pacientes aguantan síntomas graves y no acuden al hospital por temor al contagio. Otros están pendientes de intervenciones quirúrgicas que se demoran y que agravan su situación (la demora quirúrgica media se ha disparado en todos los hospitales). Una dinámica de contención asistencial de patologías no covid que da lugar a tremendos perjuicios a quienes las padecen, ocasionándoles muchas veces la muerte y que debemos contar, aunque no se hace, como fallecimientos derivados de la pandemia.
Lo peor está aún por llegar. Con un sistema sanitario en el que previamente a la pandemia había sus demoras importantes para consultas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas, en el momento que la "normalidad" en la atención regrese, todo se va a incrementar de forma alarmante, y para eso hay que estar preparados, se debe tener un plan de choque para paliar lo más posible estas demoras, que van a ser inasumibles por la población.
Los gestores sanitarios ya tendrían que estar trabajando en ello, porque la situación de "normalidad" no tardará mucho en llegar, y explicarnos que van a hacer; pecar de pasividad y de victimismo no va a solucionar el problema que miles de personas tienen con su salud. Y vuelvo a reiterarme en lo que vengo repitiendo durante mucho tiempo: la Atención Primaria tiene que reforzarse de forma urgente, no pueden existir demoras en este escalón esencial, y se debe de dotar de recursos suficientes para dar una atención adecuada a la población, tanto en el medio urbano como en el rural, éste muy olvidado.