Hasta la saciedad han venido repitiendo Gobierno central y autonómicos que, a pesar de la crisis, no se han tocado los servicios básicos, como la Sanidad. Y lo han dicho de forma muy clara: no se ha cerrado ningún centro, ningún hospital. Es cierto. Pero, como suele ser habitual en la polisemia del político profesional, es cierto… a medias.
La disminución de la financiación de la Sanidad pública ha sido atroz. Para el conjunto nacional, una bajada en torno al 15%. Aunque –hay que reconocerlo- Castilla y León ha sido de los territorios que han sufrido menores recortes en Sanidad.
La minoración de la financiación no se ha trasladado por igual a los diversos capítulos que componen el gasto en salud: inversiones, personal, farmacia, mantenimiento… por lo que, en ocasiones y analizado algún capítulo separado, pudiera parecer que no fue tanta la disminución.
Especialmente grave ha sido la política de personal; primero, reponiendo solamente un 10% de las bajas de profesionales que se producían, ampliado luego al 50%. Se ha producido una reducción sensible del número de profesionales sanitarios: médicos y enfermeras.
Si a ello le unimos la disminución de gasto en mantenimiento, reposición de aparataje, inversión… se puede visualizar el resultado en el cierre de camas, y no solo en verano, sino de forma permanente.
En resumen, no, no se ha cerrado ningún hospital, no se ha cerrado ningún centro de salud. Pero el resultado de los recortes del gasto, de la disminución del personal, del cierre de camas, de la bajada de la financiación, ha sido una disminución de los recursos en todos y cada uno de los centros, en todos los hospitales, en todos los centros de salud. Se ha producido un cierre parcial de todos los centros.
Se ha minorado la capacidad productiva de todos los centros en un porcentaje que estimamos puede oscilar entre el 6 y el 12%, es decir, es como si se hubiera cerrado del 6 al 12% de los centros.
Desde otro punto de vista, un análisis simple de la hipocresía del ejecutivo. Si ahora resulta que se hace lo mismo, se produce lo mismo con –en números redondos- un 10% menos de recursos, quiere decir que anteriormente se estaba dilapidando ese 10%, es decir, no era necesario.
O bien -más creíble- hoy se producirán similares servicios, pero con al menos un 10% de menor calidad; se hará lo mismo, pero mucho peor.
Otro día hablaremos, uniéndolo a lo dicho, sobre si la política de devolver los días de vacaciones a los sanitarios, sin sustituirlos, incrementa este daño a la calidad.
Recordamos que SALUD A DIARIO es un medio de comunicación que difunde información de carácter general relacionada con distintos ámbitos sociosanitarios, por lo que NO RESPONDEMOS a consultas concretas sobre casos médicos o asistenciales particulares. Las noticias que publicamos no sustituyen a la información, el diagnóstico y/o tratamiento o a las recomendaciones QUE DEBE FACILITAR UN PROFESIONAL SANITARIO ante una situación asistencial determinada.
SALUD A DIARIO se reserva el derecho de no publicar o de suprimir todos aquellos comentarios contrarios a las leyes españolas o que resulten injuriantes, así como los que vulneren el respeto a la dignidad de la persona o sean discriminatorios. No se publicarán datos de contacto privados ni serán aprobados comentarios que contengan 'spam', mensajes publicitarios o enlaces incluidos por el autor con intención comercial.
En cualquier caso, SALUD A DIARIO no se hace responsable de las opiniones vertidas por los usuarios a través de los canales de participación establecidos, y se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso cualquier contenido generado en los espacios de participación que considere fuera de tema o inapropiados para su publicación.
* Campos obligatorios