Se complica la alimentación desde el punto de vista de los noticiarios, que prenden la mecha informando estos días sobre intoxicaciones alimentarias y microorganismos que acechan al desprevenido consumidor. En los temas que más están en boga a día de hoy, se debería recordar que listeriosis, botulismo o tularemia son producidas por bacterias, y para luchar contra estas se usan los antibióticos.

Pero también se podría aprovechar para recordar que los antibióticos deben ser pautados en los casos necesarios, tiempo y dosis adecuadas, con la intención, entre otras, de
que sigan siendo válidos para las infecciones bacterianas y no se genere resistencia, dejando de ser útiles y, además, ocasionar la pérdida de un tiempo vital, que corre como una liebre, para aplicar un tratamiento efectivo.
No está de más comentar que los microorganismos que provocan estas patologías son habituales, y el correcto cocinado de los alimentos, más de 10 minutos a temperaturas superiores a los 60 grados, los hace inocuos.
Cocinar y refrigerar adecuadamente los alimentos, respetar las cadenas de frío, desechar empaquetados con signos de insalubridad, no exceder la apertura recomendada de envasados... siguen siendo recomendaciones que aún poseen toda la validez.
En caso de duda sobre su salud, aun alimentaria, puede acudir a su enfermer@