Las vacunas son nuestra oportunidad
La espectacular bajada de fallecimientos en las residencias de ancianos, después de que estos fueran vacunados, demuestra la eficacia de las vacunas frente a la covid-19, al menos para evitar muertes e ingresos hospitalarios. Lo mismo ocurre con países que ya han logrado vacunar a una parte muy importante de su población y que reportan datos esperanzadores.
Acostumbrándonos a la muerte
Hemos normalizado tanto las continuas cifras de muertes, que apenas nos impresionan. Las asumimos como números dentro de una estadística que diariamente forma parte de la curva que intentamos sea plana en su valor cero. 70.000 muertes en un año, que no debían haberse producido si este coronavirus no hubiera existido, son una barbaridad. Tenemos que pasar el duelo social sin desensibilizarnos ante tantas muertes.
Los olvidados
La pandemia de covid-19 ha producido el colapso de los sistemas sanitarios de nuestro país, con hospitales ocupados en su gran mayoría por estos pacientes, con las UCI repletas y desbordadas por los mismos, dejando en el olvido a muchos pacientes que no son atendidos de sus enfermedades y patologías no covid y que son las causantes de muertes, dolor y sufrimiento.
Vacúnate contra la estupidez
Estamos siendo testigos a través de los medios de comunicación y de las redes sociales de una campaña contra la vacuna de la covid-19 auspiciada, fundamentalmente, por sectores "negacionistas" de la pandemia que difunden ideas un tanto absurdas, sin evidencia empírica o con datos manipulados.