Antes de pronunciar su conferencia inaugural titulada La transformación de la Farmacia a través de los avances científicos en el I Congreso Mundial de Facultades de Farmacia (IPAP18), incluido en la programación del VIII Centenario de la Universidad de Salamanca, el científico estadounidense compartió unos minutos con los medios de comunicación para poner en valor los importantes avances que a través de la ciencia fundamental han logrado una transformación total de la Medicina. Entre ellos, precisamente las vacunas contra los virus, pese a que todavía hay errores que explican, por ejemplo, que 30.000 personas mueran cada año por la fiebre amarillla cuando la vacunación efectiva contra esta enfermedad fue desarrollada por la Fundación Rockefeller, gracias a Max Theiler, en 1937.
Por este motivo, a pesar de defender que lo ideal sería tener una vacuna para todos los virus, Phillip Allen Sharp considera que también ha existido un fallo social, ya que las existentes no llegan a millones de personas de los países más pobres, y también científico, porque en algunos casos no se ha tenido en cuenta que la patología viene de la propia reacción humana al virus.
Así las cosas, le cuesta entender cómo se propagan teorías en Estados Unidos como las que relacionan autismo con vacunas, basadas en estudios que son un "insulto para la ciencia", y que nunca tienen en cuenta el balance entre el riesgo que conllevan todos los fármacos y sus beneficios. Los movimientos antivacunas son, a su juicio, muy peligrosos para el individuo que las rechaza, pero sobre todo para la sociedad en su conjunto, porque ponen en cuestión los grandes hallazgos realizados hasta la fecha en este campo "y lo que deberíamos es estar buscando nuevas vacunas".
Sharp, acompañado por Mariano A. García Blanco, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad de Texas, que amablemente ejercía de traductor del que fuera su mentor, su padre en lo que este último llamó "la gran familia de los científicos", adelantó también las claves de su intervención en el Congreso IPAP18, donde incluso adelantó nuevas biotecnologías que van a cambiar, aún más, la forma de entender la Medicina, como las ARN, los ácidos nucleicos, que en "pequeños cachitos", ya sirven para tratar enfermedades.
O los avances que se derivaron de su descubrimiento por el que recibió el Premio Nobel junto a Richard J. Roberts en 1993 sobre la estructura de los genes. Ambos investigadores lograron descubrir, por separado, que los genes pueden aparecer en el material genético en varios segmentos bien diferenciados.
Ahora bien, como el propio Phillip Allen Sharp respondió, de forma rotunda, no todo está en los genes, también influye el ambiente y los hábitos de cada uno, con casos clarísimos como el tabaco para desarrollar el cáncer de pulmón. Sin embargo, en "un fututo no muy lejano el médico tendrá tu genoma, junto a tu radiografía y tu forma de vida" para emitir un diagnóstico y un tratamiento, una integración fundamental en enfermedades en las que Sharp está especialmente interesado, como el cáncer de páncreas, muy silencioso hasta que está muy extendido, y el objetivo es poder predecir quien va a tener esa susceptibilidad de acuerdo con sus componentes genéticos.
Todo con el objetivo final y principal de curar a los pacientes y procurarles una vida mejor, ése es el impacto verdadero de la ciencia fundamental que empieza a florecer en las universidades. "Estar aquí es un honor, una Universidad con 800 años supone un privilegio especial". Palabras que se pueden atribuir tanto a Phillip Allen Sharp como a Mariano García, agradecidos al decano de la Facultad de Farmacia de Salamanca, Antonio Muro, también presente en la rueda de prensa, por la invitación y la acogida en el que es el primer Congreso Internacional de Facultades de Farmacia.
Según los datos ofrecidos por Antonio Muro, más de 600 inscritos, 40 workshop y 80 speaker de 23 países de todo el mundo con más de 100 facultades de Farmacia representadas. Un acontecimiento de relevancia mundial, el IPAP18, que ha comenzado esta tarde con la inauguración oficial en presencia del rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero; el vicerrector Enrique Cabero; el decano de la Facultad de Farmacia y presidente del Comité Organizador, Antonio Muro; el presidente de la Conferencia Iberoamericana de Facultades de Farmacia, Iván Torres, y la presidenta de la Conferencia de decanos de Facultades de Farmacia, Beatriz de Pascual; el presidente del Consejo de Farmacéuticos de Castilla y León, Carlos Treceño; el Premio Nobel de Medicina y Fisiología 1993, Phillip Sharp y Mariano G. Blanco, catedrático de Biología y Bioquímica de la Universidad de Texas.