El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas (CCAA) han acordado la oferta de plazas de formación sanitaria especializada (FSE) para la próxima convocatoria, que incluye una cifra “récord” en la disponibilidad de puestos de enfermero interno residente (EIR), con un total de 1.463, frente a los 1.092 de la edición anterior, lo que supone un incremento del 34%.
Según ha asegurado este martes el presidente del Consejo General de Enfermería (CGE), “no existía precedente, desde la aprobación del Real Decreto de especialidades enfermeras, de un incremento tan notable en el número de plazas de formación de enfermeros especialistas, y esto, sin duda, demuestra un esfuerzo que hay que agradecer al Ministerio y a las CCAA”.
Sin embargo, ha añadido, “nuestra obligación es velar por la seguridad de los pacientes y por la calidad asistencial y, por tanto, no podemos obviar la realidad, que pasa porque el número de especialistas sigue siendo insuficiente, ya que las nuevas cifras siguen estando muy lejos de las que serían necesarias para dar respuesta a las necesidades asistenciales de la población”.
El representante de la organización destaca también el hecho de que la especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria experimente “un aumento importante, con un total de 521 plazas, frente a las 339 plazas que se ofertaron el año pasado, lo que supone un incremento del 53%”, por lo que, por primera vez, supera a Enfermería Obstétrico-Ginecológica (matronas) en cuanto a los puestos disponibles.
“La Sanidad española necesita el desarrollo real de las especialidades enfermeras para poder prestar una asistencia adecuada a la población. Y hay una clara demanda en la profesión; las enfermeras españolas están dispuestas a hacer el esfuerzo necesario para obtener el título de especialistas, y prueba de ello es el número de aspirantes que suelen presentarse a la prueba EIR, y que el año pasado fue de 13.000. Sin embargo, con el actual número de plazas (1.463) sólo el 10% de los enfermeros que lo desean podrá llegar a formarse en una de las seis especialidades, produciéndose, por tanto, un desfase entre oferta y demanda que, además, impide cubrir las necesidades de enfermeros especialistas que tiene nuestro sistema sanitario”, explica Pérez Raya.
Apuesta por la Atención Primaria
El representante de la organización enfermera considera que desde la llegada de Mª Luisa Carcedo al Ministerio de Sanidad, “la apuesta por la Atención Primaria ha quedado patente”, como demuestra también la propuesta de plazas, en la que Enfermería Familiar y Comunitaria es la especialidad que más convoca.
“Hasta ahora, la de matrona ha sido la especialidad con mayor número de plazas convocadas. Año a año se han ido acercando las cifras, pero es la primera convocatoria en la que Familiar y Comunitaria tendrá 120 plazas más que Enfermería Obstétrico-Ginecológica”, subraya.
“El problema para estas enfermeras llegará después, una vez terminada la residencia, pues la de matrona es la única especialidad, de las seis ofertadas, que está vinculada al puesto de trabajo, junto a algunas plazas de Salud Mental. Es decir, que para acceder a un puesto de matrona es imprescindible estar en posesión del título de especialista, un requisito que se da en todas las CCAA con esta especialidad. No ocurre así con las enfermeras de Familiar y Comunitaria, especialidad que no reconocen todas las comunidades y en la que prácticamente no existe vinculación con el puesto de trabajo”, aclara Pérez Raya.
Esta misma situación se repite en el resto de especialidades enfermeras ofertadas (Geriatría, Pediatría y Trabajo), lo que históricamente ha sido calificado por el CGE como “un fraude de ley” y que supone “un claro derroche de recursos”, porque mientras las CCAA destinan fondos a la formación de estos profesionales, luego “no aprovechan su preparación y su titulación”.
Para el presidente de los enfermeros españoles, otro problema añadido en el ámbito de la Enfermería Familiar y Comunitaria es el elevado número de enfermeros que todavía están esperando acceder a la especialidad por la vía excepcional, más de 40.000.
Cambios en el examen
En cuanto a los cambios en la prueba anunciados desde el Ministerio, entre ellos, la reducción del número de preguntas y del tiempo del examen, Pérez Raya sostiene que también debería fijarse, “de una vez por todas, un temario concreto para la realización de este examen”, porque “no es de recibo que en un ámbito tan importante como la formación sanitaria especializada se carezca de un listado concreto de temas a tratar”.
Con un temario, afirma, “se garantizaría la seguridad jurídica de los aspirantes, ya que tendrían claro qué entra y qué no en una prueba en la que se juegan su futuro profesional” y, además, “se evitarían algunas de las preguntas incongruentes que hemos podido ver en las convocatorias anteriores”.
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