Esta semana llega al mercado español el primer medio millón de mascarillas producidas con este tenido filtrante, y a lo largo de las próximas también se comercializarán en Alemania y Latinoamérica. Estas mascarillas son biodegradables, lavables, tienen una capacidad de filtración 10 veces mayor que los materiales normales y se pueden usar durante días.
Esta nueva tecnología es fruto de los proyectos aprobados por la plataforma Salud Global del CSIC y la Agència Valenciana de la Innovació (AVI) como iniciativas para abordar la pandemia de COVID-19.
Las protecciones cuentan con la certificación especial CPA FFP2, que Europa ha lanzado para resolver la emergencia que se creó al interrumpirse el comercio de ciertos materiales de filtración que provenían principalmente de China. Han sido certificadas por DEKRA y APPLUS+.
"Alcanzar niveles de FFP2 en fabricación es muy complejo sin el uso de la tecnología convencional y, que sepamos, solo la empresa Bioinica S.L., puede ofrecer este tipo de infraestructura a nivel nacional y en otros países de Europa para fabricar este tipo de mascarillas", explica Lagarón.
Estas mascarillas podrán ser utilizadas por la población durante varios días, y también están pensadas para profesionales sanitarios, personal de líneas aéreas y para Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en cuyo caso la recomendación es usar una al día.
Pueden adquirirse a través de Bioinicia S.L. (Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.) –que es cotitular, junto con el CSIC, de la patente de la tecnología– y de sus redes de distribución, que suministran a organismos públicos, farmacias y supermercados.
Según se informa desde el CSIC, esta iniciativa no pretende competir a medio y largo plazo con los fabricantes de mascarillas ya existentes, sino crear una red de fabricantes de calidad a los que servir el filtro o las máquinas industriales para hacerlo. La tecnología presenta bastantes ventajas frente a la tecnología tradicional y, además, es igual de económica, se afirma desde el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Un modelo de filtro antimicrobiano en septiembre
La estimación es que se fabricarán alrededor de 800.000 unidades en julio, agosto y septiembre, hasta llegar a producir cuatro millones por mes. A partir de octubre, se espera fabricar 11 millones a la semana.
"Próximamente, se espera que varias empresas españolas lancen al mercado unas mascarillas sanitarias y quirúrgicas lavables utilizando este filtro. También estamos a punto de cerrar un acuerdo de distribución con una gran empresa que distribuye en Latinoamérica, Canadá y Estados Unidos para comercializar entre 2 y 4 millones de mascarillas durante los meses de julio y agosto", indica Lagarón.
Además, este grupo de investigación también ha desarrollado un modelo de filtro antimicrobiano y otro biodegradable que llegarán al mercado en septiembre. A partir de entonces, todas las mascarillas hechas con el filtro de Bioincia S.L., denominado PROVEIL, serán, por defecto, antimicrobianas.