La recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es, desde 1980, que haya un alergólogo por cada 50.000 habitantes. Tal y como afirma el presidente de la SEAIC, “esta cifra no ha variado desde hace 20 años. Actualmente, hay más pacientes que atender y la cartera de servicios del alergólogo se ha ampliado, por lo que esta cifra es insuficiente”.
España, con más de 46 millones de habitantes, necesitaría como mínimo 920 especialistas para garantizar una correcta atención, y en la actualidad cuenta con menos 800 alergólogos. Si tenemos en cuenta el promedio (alergólogos/100.000 habitantes) la media es 1,7. Datos obtenidos del sub-estudio Mapa Alergológico 2014 que forma parte del futuro informe Alergológica 2014 detalla la situación actual por comunidades autónomas.
A través de una encuesta a todos los jefes de Servicio, Unidades o Consultas de Alergia públicas y privadas de España, se han evaluado las dotaciones en recursos humanos y materiales de dichos centros, además de otros datos asistenciales, docentes y académicos. “Teniendo en cuenta únicamente los datos relativos a los servicios públicos de alergia, solo nueve comunidades autónomas superan la media recomendada”, revela el Dr. Sastre.
Las regiones con menor número de alergólogos en la sanidad pública son Baleares (0), Cantabria (4) y Asturias (8) pero si tenemos en cuenta el promedio, también Andalucía (57) y la Comunidad Valenciana (48) presentarían déficit y, junto a Cataluña (85), Galicia (40) y Murcia (24), se situarían todas por debajo de la recomendación de la OMS. La Comunidad Foral de Navarra, con 14 alergólogos, supera la media recomendada por la OMS por su escaso volumen de población.
La especialidad de Alergología
En parte, el problema radica en que actualmente existen pocas Facultades de Medicina en las que la especialidad de Alergología se incluya entre la oferta formativa. “La patología alérgica se estudia dentro del marco de otras asignaturas sin proporcionar una visión global del paciente alérgico y sin revisar de forma adecuada el diagnóstico y el tratamiento etiológico. En general, los licenciados en Medicina finalizan su formación sin un conocimiento suficiente sobre las enfermedades alérgicas”, corrobora el doctor Tomás Chivato, expresidente de la SEAIC y actual representante para la relación con universidades.
“La formación en Alergología en el Grado de Medicina en las 41 facultades de Medicina españolas es insuficiente. En general se imparten contenidos parciales y de forma fragmentada en diferentes asignaturas. Las competencias adquiridas por los alumnos, tanto teóricas como prácticas, en relación con los alérgenos causantes más relevantes, la metodología diagnóstica in vivo e in vitro y las diferentes opciones terapéuticas son claramente mejorables”, añade el experto. “Existe un desequilibrio evidente entre la producción científica y el prestigio nacional e internacional de los alergólogos españoles y su presencia en las aulas universitarias. Dada la alta prevalencia de las enfermedades alérgicas y su complejidad diagnóstica y terapéutica sería muy necesario incluir un número mínimo de créditos ECTS (European Credit Transfer System) en los planes de estudio para solucionar esta deficiencia formativa”.
Por su parte, el doctor José María Olaguibel, también expresidente de la SEAIC y actual presidente de la Comisión Nacional de Alergia, puntualiza que “en España el plan de formación en la especialidad de Alergología por el sistema MIR es muy bueno, finalizando la especialidad aproximadamente 45 nuevos alergólogos cada año pero lamentablemente un número significativamente alto de ellos debe enfocar su carrera profesional hacia otras miras muy distintas o plantearse realizar otra especialidad, dada la escasísima oferta de puestos de trabajo en Alergología en los sistemas sanitarios públicos, a pesar de la creciente demanda de asistencia alergológica por parte de la población.”