La diputada catalana Dolors Montserrat ha sido nombrada por Rajoy nueva ministra de Sanidad. El anuncio ha generado las primeras reacciones de los profesionales sanitarios, cuyos representantes piden más resolución ante los asuntos pendientes, y sobre todo, menos recortes en favor de la calidad asistencial para los pacientes.
Dolors Montserrat i Montserrat (Sant Sadurní d’Anoia, 1973), la nueva ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que no procede del ámbito sanitario, ocupa el cargo hasta ahora en manos de la también ministra de Empleo, Fátima Báñez, que asumió esta cartera en funciones depués de que Alfonso Alonso lo dejara e agosto para presentarse a las elecciones vascas. Se convierte así en el cuarto titular de Sanidad de los gobiernos de Rajoy tras Ana Mato (diciembre de 2011 a noviembre de 2014), Alonso (diciembre 2014-agosto 2016) y Báñez (agosto-noviembre 2016).
Montserrat ha desarrollado buena parte de su carrera como diputada del Congreso desde hace cuatro legislaturas y ha tenido un papel relevante en las negociaciones que el PP mantuvo con Ciudadanos para lograr la investidura de Rajoy como presidente del Gobierno.
Es licenciada en Derecho por la Universidad Abad Oliba CEU de Barcelona. Ha ejercido entre 1997 y 2011 como abogada especializada en Derecho civil, propiedad y familia y fue abogada de oficio hasta 2004. Tiene un posgrado en Derecho Urbanístico e Inmobiliario y otro de Mediación Familiar y Negociación Contractual.
La nueva titular de Sanidad deberá lidiar con el descontento de los sindicatos y las asociaciones de pacientes por los recortes sanitarios de la última legislatura y con las exigencias de las comunidades autónomas, pendientes de un Consejo que no se ha celebrado por tener un Gobierno en funciones y un ministerio que ha sufrido dos cambios de tirular en esta legislatura.
Profesionales
Desde la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodríguez Sendín, ha pedido a la nueva ministra que dialogue con los profesionales sanitarios, que elija a un buen equipo y que sea resolutiva con las tareas pendientes, entre ellas el gasto farmacéutico, las vacunaciones y la educación sanitaria, pero sobre todo que habilite una financiación suficiente para que haya equidad entre las comunidades autónomas.
Desde el Sindicato Medico, le piden acabar con la alta precariedad en el empleo sanitario, ya comprometida por la sentencia europea que consideraba ilegal esta práctica en el Sistema Nacional de Salud.
Por su parte, tras el nombramiento de Dolors Montserrat como nueva ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, la enfermería española espera de ella que tenga el suficiente sentido de Estado para trabajar por las verdaderos intereses de los pacientes, y evite ser presa de intereses corporativistas ajenos a la realidad asistencial diaria. “Es necesario apostar por una Sanidad que pueda dar respuesta a un futuro marcado por una población cada vez más envejecida, con una esperanza de vida que va en aumento y un incremento exponencial de las personas que deben vivir con enfermedades crónicas. Un futuro ante el que no existe más posibilidad que apostar por una enfermería fuerte, con capacidad de decidir y gestionar, algo para lo que está suficientemente preparada ya que la formación universitaria en España está considerada como una de las mejores del mundo”, aseguran.
Para el presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González Jurado, “antes que plantear nada nuevo, nuestra petición a la nueva ministra es tan simple como que cumpla con todas las medidas que suscribió hace tres años su predecesora, Ana Mato, en presencia del propio Rajoy, medidas que vendrían a resolver las necesidades de pacientes y profesionales, apostando por la Sanidad del futuro, una Sanidad centrada más en el cuidar, que en el curar. Un pacto que, cabe recordar, también ignoró el siguiente titular de Sanidad, Alfonso Alonso, a pesar de sus promesas iniciales. Y hay que destacar que pese a la firma y la solemnidad inicial, no se ha cumplido ni uno solo de sus puntos, ni uno solo”.
Prescripción enfermera
Resulta prioritario en esta nueva etapa resolver uno de los problemas creados precisamente por el anterior Ejecutivo, como es el veto a la prescripción de ciertos medicamentos de uso común por parte de los enfermeros y también al desarrollo de las especialidades de Enfermería, cuando ha pasado más de una década tras su aprobación, “En el primer caso, la nueva ministra debe trabajar por una regulación de la prescripción enfermera verdaderamente acorde con la realidad asistencial, y tener la capacidad de mantenerse al margen de presiones corporativistas, centrándose en las necesidad de los pacientes y en la realidad asistencial diaria”.
En este sentido, González Jurado pide recuperar el proyecto original, apostando por un texto que cumpla la legislación vigente (la Ley del Medicamento). “Un texto que fue aprobado por unanimidad en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y avalado por el dictamen favorable del Consejo de Estado y que, sin embargo, luego adulteró a última hora Alonso y su equipo para atar de pies y manos a las enfermeras y comprometer su seguridad jurídica. El actual decreto ya está muerto, es imposible, es inviable”, asegura González Jurado.
Respecto a las especialidades, para la profesión es crucial desarrollar de forma definitiva todas las especialidades de enfermería. “El futuro de la sanidad pasa necesariamente por el desarrollo de la enfermería; no hay otro camino ante una sociedad que exige unos cuidados cada vez más complejos. Ante este escenario sólo cabe una apuesta firme y decidida por la profesión enfermera y esto implica el desarrollo de profesionales especializados que puedan dar más y mejores respuestas a las necesidades de los pacientes”.
Otro asunto importante en beneficio de la seguridad del paciente, de la calidad de los cuidados que recibe y de la supervivencia y funcionamiento del propio sistema sanitario es la adecuación de las ratios de enfermeros por habitante existentes en España a las cifras europeas, “apostando por una Sanidad menos medicalizada, que aproveche el potencial profesional, asistencial y científico de la enfermería española.
Por último, en opinión del Consejo General de Enfermería, “también es necesario el desarrollo de la profesión enfermera en el ámbito laboral, con una política de recursos humanos que fomente la formación continuada, la investigación, una mejora de las condiciones laborales, la promoción del empleo enfermero en los nuevos ámbitos de actuación asistencial, así como políticas que fomenten la necesaria conciliación de la vida laboral y familiar o retomar la paralizada carrera profesional”.
Por último, el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Jesús Aguilar, pide a la ministgra que cuente con los 48.000 farmacéuticos que trabajan en las 22.000 farmacias que hay en España para mejorar la sostenibilidad del Sistema.
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