El próximo martes, 15 de septiembre, se conmemora el Día Mundial del Linfoma, un tipo de cáncer hematológico producido por la proliferación maligna de linfocitos que se inicia generalmente en los ganglios linfáticos. De forma general, los linfomas se clasifican en dos grandes grupos: linfomas de Hodgkin (LH) y linfomas no Hodgkin (LNH).
Como se explica desde la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), los LH suponen el 10% de todos los linfomas y su incidencia en la Unión Europea se estima en 2,2 casos por cada 100.000 habitantes y año, presentando una mortalidad de 0,7 /100.000 habitantes y año. Mientras, según datos del Global Cancer Observatory (GLOBOCAN), los LNH representan un 2,9% de todos los cánceres en España, lo que supone 7.800 nuevos casos por año, y pueden ser agresivos o indolentes.
Datos del Grupo Español de Linfomas y Trasplantes de Médula Ósea (GELTAMO) indican que los linfomas no Hodgkin indolentes representan la tercera parte de los LNH, con lo que se estima que se pueden dar 2.600 nuevos casos por año. Se consideran de “bajo grado de malignidad”, porque presentan un curso clínico poco agresivo. “Sin embargo, todos ellos tienen un cierto riesgo de transformación histológica, esto es, de convertirse en linfomas agresivos. Aunque con características comunes, existen muchos tipos de linfomas indolentes, biológica y clínicamente distintos entre sí, de los cuales el más frecuente es el linfoma folicular”, explica Armando López Guillermo, hematólogo del Hospital Clínic (Barcelona) y vicepresidente de GELTAMO.
Su tratamiento se basa actualmente en la inmuno-quimioterapia, con la que se obtienen resultados bastante satisfactorios. “En los últimos años se han llevado a cabo numerosas investigaciones con nuevos fármacos, entre ellos, anticuerpos monoclonales, fármacos inmuno-moduladores y moléculas pequeñas con efecto diana, de manera que parece realista pensar que, a corto plazo, dispondremos de tratamientos muy eficaces que no impliquen quimioterapia”, asegura el Dr. López Guillermo.
Pronóstico favorable, pero con riesgo de recaída
El diagnóstico de los LNH indolentes se sigue basando en la biopsia ganglionar o de otro tejido. “Los estudios genéticos, particularmente del perfil mutacional, han sido ampliamente desarrollados, aunque aún no son aplicables en la práctica clínica”, añade el especialista.
El pronóstico en este tipo de linfomas es favorable globalmente, con una mediana de supervivencia que alcanza los 20 años en los pacientes con linfoma folicular. “Sin embargo, la mayoría de estos linfomas siguen siendo incurables, en el sentido de que siempre existe riesgo de recaída”, señala el experto.
Recordamos que SALUD A DIARIO es un medio de comunicación que difunde información de carácter general relacionada con distintos ámbitos sociosanitarios, por lo que NO RESPONDEMOS a consultas concretas sobre casos médicos o asistenciales particulares. Las noticias que publicamos no sustituyen a la información, el diagnóstico y/o tratamiento o a las recomendaciones QUE DEBE FACILITAR UN PROFESIONAL SANITARIO ante una situación asistencial determinada.
SALUD A DIARIO se reserva el derecho de no publicar o de suprimir todos aquellos comentarios contrarios a las leyes españolas o que resulten injuriantes, así como los que vulneren el respeto a la dignidad de la persona o sean discriminatorios. No se publicarán datos de contacto privados ni serán aprobados comentarios que contengan 'spam', mensajes publicitarios o enlaces incluidos por el autor con intención comercial.
En cualquier caso, SALUD A DIARIO no se hace responsable de las opiniones vertidas por los usuarios a través de los canales de participación establecidos, y se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso cualquier contenido generado en los espacios de participación que considere fuera de tema o inapropiados para su publicación.
* Campos obligatorios