En 2016, el grupo de Retrovirología y Estudios Clínicos de IrsiCaixa descubrió cómo la ausencia de la proteína Siglec-1, implicada en la modulación del sistema inmunitario, bloquea la diseminación del VIH por el organismo. Ahora, un estudio liderado por el mismo equipo investigador y la Unidad de Tuberculosis Experimental del Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP) ha demostrado que esta misma deficiencia favorece la diseminación del Mycobacterium tuberculosis (Mtb), agente causal de la tuberculosis.
De este modo, la ausencia de esta proteína ayuda a entender su papel en diferentes contextos infecciosos y a iluminar cuál es su función en las personas infectadas. En el estudio también han participado el grupo de investigación IVECAT, liderado porFrancesc Borràs en el IGTP, y más de diez grupos científicos internacionales.
La proteína Siglec-1 es una molécula situada en las células dendríticas del sistema inmunitario encargadas de presentar en su superficie partes del patógeno que haya infectado el organismo, con el objetivo de desencadenar una respuesta protectora contra el agente infeccioso. “Podríamos decir que las células dendríticas son una alarma de seguridad de nuestro cuerpo; cuando detectan un intruso, lo internalizan y lo enseñan a las células inmunes encargadas de eliminarlo, tales como los linfocitos T CD4 +”, explica Nuria Izquierdo-Useros, investigadora principal en IrsiCaixa.
Esta alarma se activa cuando Siglec-1 reconoce, por ejemplo, la invasión de bacterias. Sin embargo, en el caso concreto del VIH, Siglec-1 es capaz de unirse a este virus y promover su dispersión a linfocitos T CD4+. Esta dispersión, consecuentemente, favorece la diseminación del VIH dentro del organismo de la persona infectada, siempre y cuando no esté tomando tratamiento antirretroviral.
Una misma proteína, dos respuestas diferentes
Tiempo después de haber relacionado la ausencia de Siglec-1 con un bloqueo en las vías de diseminación del VIH, el equipo de IrsiCaixa ha comprobado en más de 6.000 individuos que la falta de esta proteína provoca, a su vez, un retraso en la activación de la respuesta inmunitaria para combatir la bacteria causante de la tuberculosis, el Mtb.
“El motivo por el que la ausencia de una misma molécula provoca dos situaciones antagónicas lo encontramos en la diferente función de Siglec-1 en cada tipo de infección”, comenta Susana Benet, primera autora del artículo e investigadora predoctoral en IrsiCaixa.
La ausencia de Siglec-1 reduce la dispersión del VIH, un virus que infecta a las propias células del sistema inmunitario, concretamente los linfocitos T CD4 +. El hecho de no poder entrar en las células dendríticas a través de Siglec-1 reduce la transmisión del virus a su célula diana, los linfocitos T CD4 +, y así se evita la diseminación del VIH por el organismo.
Mientras tanto, en el caso de la bacteria causante de la tuberculosis (Mtb), esta ausencia hace que la alarma del sistema inmunitario funcione peor, sencillamente porque tarda más tiempo en activarse. Es decir, el hecho de no tener Siglec-1 hace que la presentación de antígenos bacterianos a otras células del sistema inmunitario sea más lenta, por lo que la respuesta inmunitaria contra el Mtb es más tardía, y este patógeno puede seguir diseminándose por el organismo.
“Sólo conocíamos la cara de lo que conllevaba la ausencia de esta molécula en el contexto del VIH, pero nos faltaba conocer la cruz durante la infección por tuberculosis, y esto es importante, porque ambas infecciones suelen darse juntas”, comenta Cristina Vilaplana, médico e investigadora en la Unidad de Tuberculosis Experimental del Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol. “Entender estas funciones antagónicas en distintos contextos infecciosos nos ayudará en un futuro a diseñar nuevas terapias dirigidas con menores efectos secundarios y contraindicaciones”, añade.
Coinfección por VIH y Mtb
El hecho de que las células diana del VIH sean los linfocitos TCD4 + hace que el virus debilite el sistema inmunitario. Ante este debilitamiento, los patógenos oportunistas, como el Mtb, lo tienen más fácil para infectar, y es por este motivo que la coinfección VIH/Mtb es común.
“Si la ausencia de Siglec-1 provoca efectos antagónicos en presencia del VIH y el Mtb, ¿qué pasa cuando hay una coinfección?” pregunta Javier Martínez-Picado, investigador ICREA y líder del grupo en IrsiCaixa. “Después de llevar a cabo este estudio, hemos visto que el efecto beneficioso que puede tener la ausencia de esta molécula al reducir la diseminación del VIH puede quedar eclipsado por el efecto perjudicial de esta misma ausencia, generando una respuesta inmunitaria deficitaria del Mtb”, concluye.
Referencia:
Artículo publicado en ‘Journal of Extracellular Vesicles’
Recordamos que SALUD A DIARIO es un medio de comunicación que difunde información de carácter general relacionada con distintos ámbitos sociosanitarios, por lo que NO RESPONDEMOS a consultas concretas sobre casos médicos o asistenciales particulares. Las noticias que publicamos no sustituyen a la información, el diagnóstico y/o tratamiento o a las recomendaciones QUE DEBE FACILITAR UN PROFESIONAL SANITARIO ante una situación asistencial determinada.
SALUD A DIARIO se reserva el derecho de no publicar o de suprimir todos aquellos comentarios contrarios a las leyes españolas o que resulten injuriantes, así como los que vulneren el respeto a la dignidad de la persona o sean discriminatorios. No se publicarán datos de contacto privados ni serán aprobados comentarios que contengan 'spam', mensajes publicitarios o enlaces incluidos por el autor con intención comercial.
En cualquier caso, SALUD A DIARIO no se hace responsable de las opiniones vertidas por los usuarios a través de los canales de participación establecidos, y se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso cualquier contenido generado en los espacios de participación que considere fuera de tema o inapropiados para su publicación.
* Campos obligatorios