El artículo 43 de la Constitución Española reconoce el derecho a la protección de la salud, allá por el 1978.
La Ley General de Sanidad de 1986 hizo referencia a la autonomía, derechos y obligaciones de los pacientes, respeto a la dignidad de las personas y libertad individual.
Trató el Consejo de Europa, en 1999, en el Convenio de Oviedo, impulsar la protección de los derechos humanos y la dignidad del ser humano.
A la Ley de Protección de Datos de Carácter Personal 15/1999, se le encargó garantizar el derecho al honor, intimidad y privacidad de las personas físicas, pero fue derogada por la Ley Orgánica 3/2018 de Protección de Datos Personales y garantía de los Derechos Digitales.
Sigue a estas la Ley 41/2002 Básica Reguladora de la Autonomía del Paciente y de Derechos y Obligaciones en Materia de Información y Documentación Clínica.
Con la Ley 16/2003 de Cohesión del Sistema Nacional de Salud se desarrolla la ordenación y coordinación de las actividades sanitarias del territorio español.
Otra ley, la 33/2011 General de Salud Pública, extiende los derechos a la Sanidad pública a toda la población, mediante la prevención, protección y promoción de la salud.
Refuerza las normas anteriores el Real Decreto 16/2012, que introduce los derechos a la salud pública bien estén los pacientes en asegurados o sean beneficiarios.
Tremenda retahíla, solo como puesta de escena, para un día que seguramente no será portada del noticiario, pero quizá sí sea adecuado reconocer.
Ojalá no hubiera sido necesaria tanta burocracia para decidir que se debe tener derecho a la prevención de la enfermedad, al acceso a los servicios de salud sin discriminación, a la información, al consentimiento, a la libre elección, a la confidencialidad, a la seguridad…
Solo mirando muchos años atrás, se puede ver el trabajo y las arduas negociaciones que se vienen realizando para que el deambular libremente por Europa no suponga una pérdida de derechos si se cae en la desgracia de precisar atención sanitaria.
En todo caso, los profesionales de la salud están trabajando por sus derechos
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