Excmos. Sres. Ministros:
Les escribo en calidad de presidente de la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria (SESP). Sé muy bien que la sociedad que presido es, dentro del extenso grupo de las sociedades científicas de este país, una sociedad modesta, que representa a un colectivo pequeño (médicos y enfermeros de Sanidad Penitenciaria) y que atiende a una población también relativamente pequeña y generalmente marginal (la población reclusa).
Sé también que no tenemos gran capacidad de influencia en la opinión pública y que, por tanto, no somos un colectivo de interés político para nadie. Desde luego así ha sido para los distintos gobiernos, hayan sido del signo que hayan sido, en, al menos, los últimos 17 años.
Sin embargo, déjenme que les diga con cierto orgullo que sin la Sanidad Penitenciara y, por ende, sin la SESP, no puede entenderse el control comunitario de enfermedades tan importantes como el sida, la tuberculosis, la hepatitis C o los trastornos mentales. Y a esto debemos añadir ahora, también con orgullo, la extraordinaria labor que los sanitarios de prisiones, con mucho esfuerzo personal y a pesar de unas condiciones laborales sencillamente desastrosas, estamos realizando para controlar en nuestras cárceles –por cierto, con enorme éxito– la pandemia de la COVID-19.
Estoy convencido de que ahora, tras acabar el estado de alarma, se va a abordar un análisis de lo que ha ocurrido tanto en la sociedad en general como, fundamentalmente, en nuestro sistema de salud, y que será obligado abordar en el corto plazo una reestructuración de la Sanidad en su conjunto que consolide nuestras fortalezas y elimine al máximo nuestras debilidades. Y Sres. ministros, a día de hoy, la Sanidad Penitenciaria es una de las mayores debilidades del sistema: es injusta con sus trabajadores y es injusta con sus pacientes. Es, probablemente, el eslabón más débil de nuestro sistema sanitario porque, de forma incomprensible, aún no forma parte del mismo, a pesar del mandato de la Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud de 2003.
Créanme que quiero ser positivo, que no pretendo con este escrito plantear los innumerables problemas de los que adolece la Sanidad Penitenciaria y que, estoy seguro, conocen sobradamente. Quiero, simplemente, pedirles que aprovechen esta oportunidad de mejora. Ahora es el momento. Integren la Sanidad Penitenciaria en los sistemas autonómicos de Salud. Repararán una injusticia de más de 17 años, cumplirán con la Ley y, además, habrán eliminado una debilidad del sistema.
Déjenme decirles, para terminar, que, en mi opinión, uno de los indicadores más fiables del grado de respeto a los derechos humanos de un país es su sistema penitenciario. Les pido por favor que no dejen que la situación de la Sanidad Penitenciaria haga que este país pierda el extraordinario nivel de respeto a los derechos humanos que atesora.
Reciban un cordial saludo en nombre mío y de todos los miembros de la SESP. Quedo a su entera disposición.
Afectuosamente,
José Joaquín Antón Basanta,
presidente de la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria (SESP)
Recordamos que SALUD A DIARIO es un medio de comunicación que difunde información de carácter general relacionada con distintos ámbitos sociosanitarios, por lo que NO RESPONDEMOS a consultas concretas sobre casos médicos o asistenciales particulares. Las noticias que publicamos no sustituyen a la información, el diagnóstico y/o tratamiento o a las recomendaciones QUE DEBE FACILITAR UN PROFESIONAL SANITARIO ante una situación asistencial determinada.
SALUD A DIARIO se reserva el derecho de no publicar o de suprimir todos aquellos comentarios contrarios a las leyes españolas o que resulten injuriantes, así como los que vulneren el respeto a la dignidad de la persona o sean discriminatorios. No se publicarán datos de contacto privados ni serán aprobados comentarios que contengan 'spam', mensajes publicitarios o enlaces incluidos por el autor con intención comercial.
En cualquier caso, SALUD A DIARIO no se hace responsable de las opiniones vertidas por los usuarios a través de los canales de participación establecidos, y se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso cualquier contenido generado en los espacios de participación que considere fuera de tema o inapropiados para su publicación.
* Campos obligatorios