La Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad (FEAADAH) ha logrado que toda España luzca de naranja para dar visibilidad a este trastorno, que afecta al 5% de las personas en nuestro país, quienes demandan más formación de profesionales sanitarios y educativos.
Este evento se ha enmarcado en el Mes de la concienciación por el TDAH, que se celebra a lo largo de octubre en toda Europa, a iniciativa de la ADHD Europe, de la que forma parte la FEAADAH. Hoy ha sido el día elegido para el encendido de los edificios significativos en las distintas localidades españolas bajo el lema Tu ciudad se ilumina por la igualdad ante nuestros derechos y dispondrá de dos etiquetas #260TDAH #encajamosigualquetu para que todos los eventos relacionados con el proyecto tengan eco en la red social Twitter.
La FEAADAH destaca la importancia de este proyecto como “una propuesta por la visibilización de todas las personas con TDAH” y una apuesta por su “normalización e integración social”. “Una propuesta de unión y de fuerza de un colectivo que representa, al menos, el 5 % de la población española. Una propuesta para lograr la igualdad de derechos”, explica la federación que, de esta manera, pretende evitar la “discriminación” de los afectados en distintos ámbitos como los centros escolares, el acceso a las ayudas al estudio, y garantizar el acceso “en plenitud” a la sanidad y a los centros de trabajo.
“Comprobamos en demasiadas ocasiones que no encajamos en esta sociedad y por ello FEAADAH arranca esta campaña de sensibilización y lucha por la igualdad de derechos de los afectados por TDAH”, recalca este organismo.
“Las personas con TDAH tienen diferentes posibilidades de recibir ayuda y apoyo en función del lugar de España en que vivan. Su desarrollo personal y educativo depende además, de la situación económica de sus familias. Los alumnos con TDAH son discriminados en los centros escolares al no recibir la atención educativa individualizada que precisan, a pesar de que la ley educativa les ampara como alumnado con necesidad específica de apoyo educativo”, explica la FEAADAH.
Precisa, en este sentido, que “los estudiantes con TDAH son discriminados por la administración en el acceso a las becas y ayudas al estudio que para el alumnado con necesidad específica de apoyo educativo se convocan anualmente, impidiéndoles concurrir en igualdad de condiciones que otros grupos de alumnos de similar condición”. Además, “los pacientes adultos con TDAH que tienen prescrito un tratamiento farmacológico son discriminados porque se les limita el acceso a la financiación pública de alguno de los medicamentos indicados en las guías de práctica clínica del trastorno reconocidas a nivel internacional”.
Lamenta asimismo que “cuando se conoce que una persona padece TDAH, en muchas ocasiones, es discriminada en el acceso a puestos de trabajo, a pesar de que las diferencias cerebrales propias del trastorno traen consigo fortalezas y habilidades únicas que pueden ser de gran beneficio en el lugar de trabajo si se las reconoce y utiliza, como se recoge en el manifiesto de este año de ADHD EUROPE.
Este manifiesto ha sido leído en diferentes ciudades, como ha ocurrido esta mañana en el Ayuntamiento de Valladolid, donde se ha puesto de manifesto como “para una persona que recibe un diagnóstico de TDAH, es duro aceptar que hasta ese momento (desde la frivolidad y el desconocimiento) un “no quiere”, “es un vago”, “me toma el pelo”, “se le olvida todo”… se transforma en un NO PUEDO. Tienen limitaciones para concentrarse, organizarse, parar y pensar… Pero más duro todavía es sentir que día sí y día también nuestros derechos son cuestionados y ninguneados, es decir, sentimos que no encajamos o no nos DEJAN encajar en esta sociedad”.
Pero, además, los afectados aseguran que “al llegar a los 18 años seguimos sin ENCAJAR, el tratamiento farmacológico SE ELIMINA e incluso se da de alta. El argumento es que la medicación NO está definida para el ADULTO. ¡¡NO ES CIERTO!! En este momento, en caso de que el tratamiento se lleve desde la infancia, se puede continuar con él. Como poco es curioso que si el coste del tratamiento lo asume la persona SÍ puede tomar la medicación. Se nos vuelve a discriminar por una cuestión económica. SÍ o SÍ pedimos continuación de la intervención pública a lo largo de la vida”.
Con todo, denuncian la falta de profesionales públicos con conocimiento y conciencia sobre el TDAH y pide más formación de los profesionales públicos, para acabar con las limitaciones “en el acceso a la financiación pública de alguno de los medicamentos indicados” y el acceso a puestos de trabajo “a pesar de que las diferencias cerebrales, propias del trastorno, traen consigo fortalezas y habilidades únicas que pueden ser de gran beneficio en el lugar de trabajo si se las reconoce y utiliza”, como se recoge en el manifiesto de este año de ADHD EUROPE.
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