La infección por VIH/sida era la primera causa de muerte en la población de 25 a 44 años en España a principios de los años 90 del siglo pasado, con casi 6.000 defunciones anuales, frente a las 633 contabilizadas en 2015. Dos décadas después, la eficacia de las nuevas terapias antirretrovirales la ha convertido en una enfermedad crónica.
Estos fármacos, que no eliminan la infección pero la controlan y ayudan a prevenir la transmisión del virus, junto a otras actuaciones en el plano de la prevención para evitar nuevos contagios, han logrado en los países desarrollados que la esperanza de vida de las personas con VIH/sida se acerque cada vez más a la de los seronegativos.
En concreto, según un estudio recogido por Phrma, la asociación de la industria farmacéutica innovadora de Estados Unidos, un paciente de 20 años de edad que sea diagnosticado de VIH hoy tiene una esperanza de vida superior a los 70 años, bastante cercana por tanto a la de las personas sanas.
El principal cambio se registró a mediados de los años 90, cuando se comenzó a emplear la Terapia Antirretroviral de Alta Actividad (Targa), que se convirtió enseguida en el tratamiento estándar y ha conseguido que las tasas de mortalidad hayan experimentado un descenso pronunciado y constante desde entonces. Según datos de la Federación Europea de la Industria Farmacéutica (Efpia), en el periodo entre 1995 y 2013, las tasas de mortalidad cayeron en torno al 90% en numerosos países desarrollados, como España, que experimentó una reducción del 92%, Francia (94%), Estados Unidos (88%), Italia (87%) o Alemania (82%), entre otros.
Nuevas terapia con menores efectos secundarios
La aplicación de las nuevas terapias antirretrovirales sigue resultando crítica para los pacientes con VIH, que en su mayoría desarrollan sida en la primera década tras el diagnóstico. En este sentido, según un estudio internacional publicado el pasado año en la revista Public Health, la mayor parte de los pacientes que reciben tratamiento antirretroviral de última generación sobreviven más de diez años tras contraer el sida, frente a los apenas dos años de supervivencia de aquellos que no reciben este tratamiento.
Otro estudio, esta vez publicado en The Lancet, confirma por qué es importante que los pacientes reciban las últimas terapias disponibles: sus menores efectos secundarios y las mejoras de la adherencia que suponen, entre otros factores, reducen las tasas de mortalidad de los pacientes, hasta el punto de que, entre 1996 y 2010, la esperanza de vida de los pacientes que comenzaron a recibir terapia antirretroviral aumentó en 9 años en el caso de las mujeres y 10 en el de los varones.
A pesar de esos avances, el VIH sigue suponiendo un reto enorme para la salud pública global. En 2016, 36.7 millones de personas vivían con el VIH en el mundo. En ese periodo, 1.8 millones de personas se infectaron con el VIH y 1 millón murieron por enfermedades relacionadas con el sida. Alrededor del 30% de las personas que viven con VIH desconocen su estado serológico. En España, esta cifra se ha ido reduciendo, gracias a la promoción de las pruebas de diagnóstico gratuitas y confidenciales. Actualmente se podría afirmar que el 82% de las personas con VIH en España están diagnosticadas.
Más de 50 nuevos fármacos en investigación y desarrollo
La industria farmacéutica sigue trabajando en el desarrollo de nuevos fármacos en tres vías de investigación: antivirales, vacunas (preventivas o terapéuticas) y terapias génicas. Así, se trabaja en la actualidad en la investigación y desarrollo de un total de 52 nuevos fármacos, que están ya en fase de ensayos clínicos, según los últimos datos de Phrma. De ellos, 32 son antivirales o antirretrovirales, 16 vacunas preventivas o terapéuticas y 4 terapias génicas.
Para Farmaindustria, aunque todavía queda mucho camino por recorrer, los últimos avances terapéuticos y, sobre todo, el conjunto de fármacos prometedores que están actualmente en fase de ensayos clínicos dibujan un escenario esperanzador para los pacientes de VIH de cara a conseguir, en el futuro, una sociedad libre de sida. Mientras la industria farmacéutica sigue centrando sus esfuerzos en lograr más y mejores tratamientos, resulta esencial no bajar la guardia y seguir trabajando de forma conjunta todos los agentes implicados en materia de prevención y concienciación.
La enfermería reclama más información a los jóvenes
En España viven actualmente entre 140.000 y 145.000 personas con infección por VIH, de las que aproximadamente una de cada cinco (18%) no están diagnosticadas, tal y como resaltan los últimos datos epidemiológicos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Es con ese casi 20% de personas que lo desconocen y con el resto de la población con los que la enfermería tiene un papel más importante a la hora de prevenir y orientar sobre el virus.
En el Día Mundial de la Lucha Contra el Sida, que se celebra este viernes 1 de diciembre, el Consejo General de Enfermería hace hincapié en que las enfermeras, como profesionales más cercanas al paciente y principales educadoras de la salud en el Sistema Sanitario, son las encargadas de concienciar a la población sobre este virus, que a día de hoy portan unos 40 millones de personas en el mundo, según las cifras de la Organización Mundial de la Salud y de ONUSIDA. Lejos de remitir la epidemia, año tras año continúa aumentando el número de infectados y en 2016 se notificaron un total de 3.353 nuevos casos en nuestro país.
La enfermería española aboga porque desde la adolescencia se comprenda la necesidad de una buena educación sexual para prevenir la infección, así como del uso del preservativo en relaciones esporádicas.
“En los últimos tiempos hemos comprobado que se ha perdido el miedo al VIH. Igual que en los años 80 era una de las enfermedades más temidas por la población, a día de hoy parece que no somos conscientes del peligro. Es necesario recordar que, aunque el tratamiento con antirretrovirales aminora la evolución de la infección, actualmente sigue sin existir una cura. Por este motivo, los profesionales de enfermería somos clave a la hora de explicar y trasladar estos consejos”, explica Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.
Prueba rápida
Además de ayudar a prevenir la infección, desde el Órgano de representación de las enfermeras españolas se aboga porque aquellos que hayan tenido relaciones sin protección o crean posible haber sido infectados, se hagan la prueba para descartarlo o confirmarlo. En la actualidad existe una prueba rápida, que tiene una fiabilidad de casi el 96%, cuyos resultados se obtienen en 30 minutos, y sirve para descartar la infección o, en el caso de un positivo, derivarlo a un centro especializado donde se realiza una prueba más completa para confirmar la infección al 100%.
El temor a descubrir la infección hace que muchas personas eviten acudir. Para las enfermeras, esta situación es una amenaza a nivel social, porque no comenzar un tratamiento y no ser conscientes de la infección puede conllevar la infección de otras personas. “La prueba es muy sencilla. En las distintas campañas de concienciación son los enfermeros los encargados de extraer unas gotas de sangre con un pinchazo en el dedo para luego introducirlo en el dispositivo que va a realizar el diagnóstico”, afirma el presidente de los enfermeros.
Preocupación por los efectos a largo plazo
Los resultados de la encuesta Positive Perspectives, presentados en el IX Congreso Nacional de GeSIDA, ponen de manifiesto las preocupaciones y necesidades todavía sin cubrir, entre las que destacan: el estigma y la discriminación social, las mejoras en el tratamiento antirretroviraly la comunicación entre médico-paciente.
El análisis de los datos españoles (N=132) sobre experiencia y satisfacción con el tratamiento antirretroviral muestra que un 84% de los españoles que vive con VIH está satisfecho con su tratamiento antirretroviral actual, si bien, el 77% ha manifestado su preocupación por los efectos a largo plazo de los fármacos antirretrovirales. Además, un 42% de los encuestados cambió de tratamiento en los últimos 12 meses para mejorar su calidad de vida, reducir los efectos secundarios o disminuir el número de comprimidos.
Otros datos destacados de la encuesta mostraron que la reducción de los efectos adversos a largo plazo (27%) y la disponibilidad de tratamientos de mayor duración (24%) fueron las dos mejoras potenciales más importantes identificadas de los tratamientos actuales. El 63% expresó su interés por cambiar a un régimen antiretroviral con menos fármacos, siempre y cuando la carga viral se mantuviera suprimida.
El doctor Felipe Rodríguez-Alcántara, director médico de ViiV Healthcare en España y Portugal, asegura que “aún queda mucho por hacer para mejorar la calidad de vida de las personas que viven con VIH y reducir el impacto de los efectos adversos a largo plazo. Los datos de esta encuesta suponen una gran ayuda orientativa para seguir investigando y afinar las mejoras en el abordaje del VIH. Esta iniciativa de ViiV refuerza el compromiso como compañía 100% focalizada en VIH”.
Recordamos que SALUD A DIARIO es un medio de comunicación que difunde información de carácter general relacionada con distintos ámbitos sociosanitarios, por lo que NO RESPONDEMOS a consultas concretas sobre casos médicos o asistenciales particulares. Las noticias que publicamos no sustituyen a la información, el diagnóstico y/o tratamiento o a las recomendaciones QUE DEBE FACILITAR UN PROFESIONAL SANITARIO ante una situación asistencial determinada.
SALUD A DIARIO se reserva el derecho de no publicar o de suprimir todos aquellos comentarios contrarios a las leyes españolas o que resulten injuriantes, así como los que vulneren el respeto a la dignidad de la persona o sean discriminatorios. No se publicarán datos de contacto privados ni serán aprobados comentarios que contengan 'spam', mensajes publicitarios o enlaces incluidos por el autor con intención comercial.
En cualquier caso, SALUD A DIARIO no se hace responsable de las opiniones vertidas por los usuarios a través de los canales de participación establecidos, y se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso cualquier contenido generado en los espacios de participación que considere fuera de tema o inapropiados para su publicación.
* Campos obligatorios