El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra ha asegurado que “los médicos pueden sentirse orgullosos del sistema sanitario que han construido” y ha incidido en que no podía entenderse una sociedad democrática avanzada sin que todos los ciudadanos tuvieran acceso al sistema de salud.
Así lo ha expresado en el marco de la conferencia inaugural de la VI Convención de la Profesión Médica que se celebra en Madrid. Alfonso Guerra, diputado nacional desde 1977 a 2015, vicepresidente del Gobierno desde 1982 a 1991, vicesecretario del PSOE desde1979 a 1997 y presidente de la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados desde 2004 a 201, ha explicado que “los poderes públicos en el terreno sanitario pueden hacer mucho, pero no deben entrometerse en la relación médico-paciente, que es la piedra angular de la sanidad”.
Guerra ha ensalzado la calidad del sistema sanitario español, aunque ha reconocido lagunas como las listas de espera. “Si comparamos nuestra situación con los del entorno, nos hace estar todavía más orgullosos”, ha afirmado.
El exvicepresidente del Gobierno ha hecho hincapié en que “para potenciar la labor de los médicos hay que favorecer plataformas para crecer, pero no imponer el crecimiento, porque éste debe ser autónomo y debe estar regulado desde lo racional”. Además, ha indicado que “la sanidad pública no debe prescindir de la labor que desempeña el ámbito privado” y ha añadido que “cuando se resuelve un problema, nace otro porque aumenta el nivel de exigencia”.
Durante su exposición Alfonso Guerra ha comentado que cuando llegaron al Gobierno asumieron la responsabilidad de desarrollar la democracia partiendo “de la nada” y tuvieron que establecer relaciones con el Ejército, la Iglesia y los bancos. “El país necesitaba más dinero del que generaba para llevar a cabo la reforma que la sociedad pedía, por lo que consolidar la democracia exigía recursos, lo que implicaba que no solo era una tarea del partido socialista”, ha recordado.
La sanidad como eje central
El Gobierno de Felipe González tuvo que enfrentarse a “la necesidad de crear un millón y medio de puestos escolares, a dar solución a tres millones de personas que no tenían pensiones y seis millones de españoles sin cobertura de seguridad social”. La Ley General de Sanidad recogía el nuevo concepto de salud, los derechos y deberes de los pacientes y, además de suplir la norma anterior de 1944, contenía “el derecho a la protección a la salud de todos los ciudadanos”.
Guerra ha incidido en que “la sanidad fue un elemento central, porque no podía entenderse una sociedad democrática avanzada sin que todos los ciudadanos tuvieran acceso al sistema de salud”.
El presidente de la OMC, el doctor Serafín Romero, que ha acompañado a Alfonso Guerra durante la conferencia inaugural, ha expuesto que la etapa de la transición “fue compleja, pero el paso de tiempo nos ha permitido hablar a todos en el mismo lenguaje”. La reforma sanitaria “iba a resultar esencial y ahora nos hace estar orgullosos, pero es necesario un espíritu crítico para mantener la idea de crecimiento”.
El vicepresidente primero de la OMC, el doctor Tomás Cobo, ha sido el encargado de presentar a Alfonso Guerra antes de su conferencia. Ha destacado que durante su etapa de vicepresidente en el Gobierno de Felipe González entre 1982 y 1991, el contexto social estuvo marcado por la entrada de España en Europa, la reforma industrial, la consolidación de la democracia y la universalización de la educación, de las pensiones y de la sanidad, a través de la Ley General de Sanidad de 1986, todo ello con el azote del terrorismo.
Impulsor del estado de bienestar
El doctor Cobo ha manifestado que Guerra “ha sido un personaje protagonista de la historia de España y su Gobierno impulsó, a mi modo de ver, la esencia de nuestro actual estado de bienestar: el modelo sanitario universal, que desde esta organización hemos defendido como uno de los principios de la profesión módica”.
El vicepresidente primero de la OMC ha utilizado una frase de uno de los libros de Guerra que señala “la futileza de los dogmas. No existe una doctrina sea esta filosófica, política o religiosa que valga más que la dignidad de una persona. la lucha por la dignidad de cada persona es un objetivo superior, es ese el combate principal de la actitud del hombre social”.
Intervención de la ministra
Por su parte, la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, también presente en la inauguración de la VI Convención de la Profesión Médica, ha destacado el compromiso del Gobierno de España por garantizar el acceso integral de todas las personas a la sanidad pública.
“Una de nuestras primeras decisiones ha sido abordar de forma decidida la recuperación de la universalidad en el acceso a la salud y la asistencia sanitaria. Nuestras prioridades están claras: recuperar derechos y transformar el sistema sanitario, como herramienta del estado de Bienestar para mejorar la salud de las personas y conseguir una mayor equidad”, ha remarcado.
En su intervención, la ministra de Sanidad ha realizado un reconocimiento público a las profesiones sanitarias, y de forma especial a la médica. Además, ha destacado la alta consideración que tiene la profesión entre la ciudadanía.
“A pesar de los recortes de los últimos años, los profesionales han mantenido la calidad del servicio y la atención de los pacientes”, ha señalado la ministra. “La profesión médica es la más valorada por la ciudadanía”.
Por otra parte, María Luisa Carcedo ha señalado como “prioridad” la adecuada planificación de los recursos humanos del Sistema nacional de Salud (SNS), que “debe ser acorde a las necesidades de la población.
Más plazas MIR
Además, la ministra ha destacado el rigor científico que requiere la profesión médica y ha asegurado que el Gobierno vela por la adecuada formación sanitaria. En este sentido, ha recordado que, con 6.797 plazas, “este año se ha aumentado un 4,5% la oferta MIR respecto a la convocatoria pasada”. El incremento asciende al 12% si se tiene en cuenta la convocatoria 2015/2016.
La formación continuada es otro de los aspectos sobre los que el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social ha puesto el foco. La ministra ha destacado que ya se han iniciado los trabajos para aprobar los primeros diplomas de acreditación de cuidados paliativos y de tutores en formación sanitaria especializada.
Finalmente, María Luisa Carcedo ha invocado a la dimensión ética de la profesión al destacar la importancia de la “humanización de la asistencia sanitaria”. Ha citado “nuevas competencias esenciales, como ser un buen comunicador, tener empatía con el paciente, ser compasivo y disponer de una mayor capacidad de trabajo en equipo”.
La Ministra ha finalizado su intervención citando a William Osler, el padre de la medicina moderna: “La medicina es un arte, no un comercio: una vocación, no un negocio; una vocación en la que tu corazón debe ejercitarse tanto como tu cabeza”.
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