Una treintena de asociaciones y entidades de centros de Educación Especial de Castilla y León, donde cursan en torno a 1.300 alumnos, han entregado en las Subdelegaciones del Gobierno de la Comunidad un manifiesto donde quieren dejar claro su rechazo rotundo a la supresión de estos colegios, como se planteaba en el anteproyecto de reforma educativa del actual Ejecutivo y que ha propiciado una protesta sin precedentes en toda España bajo el paraguas de la Plataforma Educación Inclusiva SI. Especial TAMBIÉN. Mañana habrá una gran manifestación en Valladolid.
“Hay que bajar el suelo, a la realidad de la discapacidad, no basta con llevar la bandera de la inclusión”. Con estas claras y rotundas palabras, Cristian Díaz, presidenta de la Asociación de Enfermedades Raras de Castilla y León (AERSCYL), ponía sobre la mesa la sinrazón de un “buenismo” mal entendido en forma de “globo sonda” y basado en un informe de la ONU “que han hecho dos personas que ni siquiera se han molestado en visitar ni un sólo centro de educación especial”.
“Hay que trabajar muchísimo más la inclusión, no sólo en las aulas, también en las ciudades, en los parques, en las actividades de ocio; hoy es una excepción cuando hay un columpio adaptado y no debería ser algo extraordinario. Como esto no esta normalizado, y las ciudades están llenas de barreras arquitectónicas, no podemos pedir esa inclusión en las aulas, cuando ni siquera la propia sociedad ni los lugares están preparados para ello”, añadió. Por eso, si las instituciones hablan de todo este trabajo que queda por hacer, “nos van a tener a su lado”, pero si, por el contrario, se empeñan en poner en entredicho los recursos que sí funcionan y que están haciendo mucho, día día, por la discapacidad, “nos van tener en contra con rotundidad”.
Junto a ella, Carmen Calvo, de Ariadna; Patricia Gálvez, de Aspace y Esther González, del CEE Reina Sofía, avalaban con su firma y su presencia ante los medios el manifiesto que acababan de entregar a la subdelegada en Salamanca, Encarnación Pérez, de quien habían recibido el apoyo para entender que “los colegios de educación especial son agentes activos en la inclusión de su alumnado en todos los ámbitos de la vida… Son herramientas necesarias para prepararlos para una vida adulta en equidad e igualdad con el resto de la sociedad”.
Por eso, defendiendo también la educación inclusiva en los centros ordinarios para los alumnos que así lo deseen, “con todos los medios necesarios para el correcto desarrollo de su proyecto educativo”, entienden que los centros especiales son “básicos y fundamentales” para niños con determinadas discapacidades.
Peticiones al Gobierno
Así, solicitan al Gobierno, como se especifica en el manifiesto, que no se incorpore la enmienda 502 al anteproyecto que modifica la Ley Organica de Educación 2/2006, del 3 de mayo, donde se establece la reorientación de los centros de educación especial en centros de recursos de apoyo, con su progresiva desaparición hasta 2025.
Piden, además, que se dote a todos los colegios ordinarios de los recurso necesaros para una inclusión real, y quieren, incluso, una reunón personal con el presidente, Pedro Sánchez, para hacerle entender que cualquier reforma de este tipo requiere escuchar “las opiniones y experiencias reales del alumnado, de sus familias y de los profesionales que conviven día a día trabajando desde hace más de 40 años en centros de educación especial”.
Es tan sencillo como ver que “no han tenido en cuenta la plurdiscapacidad de los alumnos, tanto física como psíquica, donde el papel de los profesionales de los centros de educación es esencial, pero también los de la ordinaria, ¿en algún momento se les ha preguntado si están preparados para tener niños con diferentes condiciones y necesidades?”, se pregunta Cristina Díaz, poniendo un ejemplo claro y sencillo: “Si un niño en un colegio se cae o tiene fiebre, se llama a los padres; en los centros de educación especial no. ¿Que pasaría con un niño que tiene una crisis epiléptica cada 15 minutos o que tiene una broncoaspiración cada media hora… éste es el día a día de muchas personas, ¿van a llamar cada cinco minutos a la familia? La educación especial es básica para la conciliación de las familias, sobre todo de las madres, que son las cuidadoras principales”.
Impacto económico
Por no hablar del impacto económico que esta transición, a día de hoy “utópica”, requeriría, porque la dotación presupuestaria en Educación no está ni mucho menos cerca de poder dotar “de todos los recursos que necestian los centros de educación especial”.
“Es verdad que la Ley no va a salir adelante por la situación política en la que nos encontramos”, de hecho ya se ha modificado por la presión de las familias y los profesionales, e incluso las Cortes de Castilla y León han aprobado por unanimidad su rechazo, pero, por si acaso, “que sepan que nos van a tener de frente y en la calle siempre que quieran tocar la Educación Especial”, añadió la presidenta de Aerscyl.
Llama la atención también en este proceso que haya sido precisamente el Comité Español de las Personas con Discapacidad (CERMI) quien haya lanzado esta propuesta en el Consejo Escolar de Estado, una realidad que explica la representante de Ariadna, Carmen Calvo: “El CERMI representa todo tipo de discapacidades, y las que trabajan los centros de educación especial son minoría; pero incluso hablando de personas que pueden asistir a centros ordinarios, como aquellas que padecen sordera, están viendo como se reducen las plazas de intérpretes de lengua de signos; y de repente nos quieren hacer creer que vamos a tener recursos para fisioterapeutas, logopedas, psicólogos en todos los colegios”.
“Ojalá que todos los padres pudieran tener los recursos que necesitan sus hijos en todos los centros de todas las ciudades”, añadió, por su parte, Patricia Gálvez, pero la realidad es que ni siquera existe la figura de la enfermera escolar, que vienen demandando diversos colectivos desde hace años, cuando en los centros especiales, además, hay médicos, psicólogos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, cuidadores, etc…
Recursos necesarios
“¿Vamos a incluir todos estos profesionales en todos los centros ordinarios de todas las ciudades?”.
La respuesta, a día de hoy, parece evidente. Pero incluso lográndolo, bastan las palabras de otra madre que vive en el mundo real para darse cuenta que tampoco sería tan sencillo.
“Mi hijo está en una clase con cinco alumnos y cada media hora, uno de ellos sale del aula para recibir logopedia o fisio, así que se quedan cuatro casi siempre, ¿pretenden meter a esos cuatro alumnos en una clase con otros 20 en el mejor de los casos? ¿pero de qué edades? Porque en educación especial se dividen dependiendo de la capacidad intelectual. Si se produjera esa inclusión, ¿van a meter a mi hijo de 15 años en una clase de 15 años, de 6 años o de 8 años? No es lo mismo las Matemáticas que estudia mi hijo que las de una clase ordinaria, ¿qué va a hacer los profesores?”.
Preguntas sin respuesta, pero que son fundamentales para plantear una reforma educativa de semejante calado en torno a la discapacidad y la inclusión. Bastan estas dos últimas frases para entender que, antes de tirar por la borda un trabajo de décadas, es necesario saber de lo que se está hablando.
“Sólo hablamos de cinco horas lectivas al día, pero la inclusión son 24 horas. Hay que educar en sociedad, en la familia, en las aulas, en el ocio, en muchos ámbitos, empecemos por los cimientos”.
“En los centros ordinarios a día de hoy, no se trabaja en la inclusión. Si hay alguna actividad en torno a esta tarea, es excepcional, extraordinaria e incluso sale en todos los medios de comunicación, cuando no debería ser así”.
Recordamos que SALUD A DIARIO es un medio de comunicación que difunde información de carácter general relacionada con distintos ámbitos sociosanitarios, por lo que NO RESPONDEMOS a consultas concretas sobre casos médicos o asistenciales particulares. Las noticias que publicamos no sustituyen a la información, el diagnóstico y/o tratamiento o a las recomendaciones QUE DEBE FACILITAR UN PROFESIONAL SANITARIO ante una situación asistencial determinada.
SALUD A DIARIO se reserva el derecho de no publicar o de suprimir todos aquellos comentarios contrarios a las leyes españolas o que resulten injuriantes, así como los que vulneren el respeto a la dignidad de la persona o sean discriminatorios. No se publicarán datos de contacto privados ni serán aprobados comentarios que contengan 'spam', mensajes publicitarios o enlaces incluidos por el autor con intención comercial.
En cualquier caso, SALUD A DIARIO no se hace responsable de las opiniones vertidas por los usuarios a través de los canales de participación establecidos, y se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso cualquier contenido generado en los espacios de participación que considere fuera de tema o inapropiados para su publicación.
* Campos obligatorios