La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha anunciado este martes la puesta en marcha del Plan de Inversión en Equipos de Alta Tecnología (INVEAT), que prevé destinar 791 millones de euros a la renovación o ampliación de los equipos de los que disponen los centros sanitarios, de los cuales 400 se invertirán este año.
Esta estrategia forma parte del llamado “Componente 18” del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, el correspondiente a su departamento, que incluye “un conjunto de medidas e inversiones para reforzar y ampliar las capacidades del Sistema Nacional de Salud (SNS)” gracias a los fondos de la Unión Europea.
Según ha explicado Darias en una rueda de prensa conjunta con el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, el Plan INVEAT permitirá “equilibrar las diferencias interregionales y alcanzar la media de la UE en cuanto a número de equipos por millón de habitantes”.
Tal y como se recoge en el propio Componente 18, España presenta un nivel de obsolescencia en equipos sanitarios de alta tecnología, como TAC, PET o mamógrafos, “claramente superior a la media europea y un nivel de densidad (número por millón de habitantes) claramente inferior”. En este escenario, el objetivo final del plan es “incrementar la supervivencia global y la calidad de vida mediante el diagnóstico de enfermedades en estadios tempranos, posibilitando la intervención terapéutica rápida y mejorando la calidad asistencial y la seguridad del paciente y del profesional”.
Las medidas incluidas en el Plan de Recuperación desgranado hoy por la ministra incidirán, ha dicho, en el fortalecimiento de las capacidades del SNS en Atención Primaria y Comunitaria, la reforma del sistema de Salud Pública, la consolidación de la cohesión, la equidad y universalidad y las capacidades profesionales y la reducción de la temporalidad, además de promover la reforma de la regulación de medicamentos y productos sanitarios”.
Asimismo, servirán para preparar el sistema sanitario español “para prevenir y afrontar posibles amenazas sanitarias globales, como la pandemia provocada por la covid-19” y para “incrementar las capacidades de salud pública y vigilancia epidemiológica”.
Reformas previstas
Como ha detallado la ministra de Sanidad, el Componente 18 recoge los acuerdos adoptados por la Comisión de Reconstrucción del Congreso para abordar este proceso de transformación del SNS. Así, deberá implantarse el Marco Estratégico para fortalecer la Atención Primaria y Comunitaria, incluyendo tanto acciones normativas como de gestión e inversión, y se impulsará una nueva legislación con la que poder incrementar la cartera común de servicios sanitarios públicos.
De igual manera, se impulsarán el refuerzo de la dotación de profesionales médicos y de enfermería, la reducción de la temporalidad, la mejora de las condiciones laborales y la formación y desarrollo de los profesionales. En esta línea, Darias ha avanzado la reforma de la ley que regula el personal sanitario en España y la aprobación de un Real Decreto para mejorar el sistema de Formación Sanitaria Especializada (FSE).
Por otro lado, se acometerá una Nueva Estrategia Española de Salud Pública y se crearán una Red de Vigilancia en Salud Pública y un Centro Estatal de Salud Pública. Como ha detallado la ministra, el objetivo es desarrollar los instrumentos estratégicos y operativos definidos en la Ley española de Salud Pública como base de un nuevo sistema “más ambicioso, más integrado y mejor articulado”.
Asimismo, Carolina Darias ha detallado un conjunto de inversiones en seis ámbitos que incidirán en la materialización de los objetivos de refuerzo y ampliación de las capacidades del SNS, y cuyo montante total asciende a 1.069 millones de euros. En este sentido, además del Plan INVEAT, se realizará una inversión en acciones para reforzar la prevención y promoción de la salud, con el objetivo de evitar la aparición de enfermedades, especialmente mediante la promoción de estilos y entornos saludables.
El tercer apartado es el referido al aumento de la capacidad de respuesta del Sistema Nacional de Salud ante futuras crisis sanitarias. En él, se han incluido las inversiones en equipamientos para el nuevo Centro Estatal de Salud Pública y el Sistema de Información de Vigilancia en Salud Pública. También se ha previsto la dotación del nuevo Hospital de Melilla, el aumento de capacidad del laboratorio de ensayo de Equipos de Protección Individual del Centro Nacional de Medios de Protección; el refuerzo del Centro Nacional de Alimentación y laboratorio de biotoxinas e inversiones tecnológicas en la AEMPS y la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), así como la evaluación del desempeño del SNS durante la pandemia.
El cuarto ámbito de inversiones se destinará a reforzar las capacidades y competencias de los profesionales de la Sanidad y a promover herramientas que les permitan compartir conocimiento para mejorar la coordinación y calidad de la atención sanitaria. Incidirán en la formación continuada, la recertificación de competencias, la habilitación de herramientas colaborativas para atender a los pacientes de alta complejidad y un mapa informatizado para visualizar recursos y prestaciones de la atención temprana en España.
El quinto bloque de fondos estará dedicado al plan para la racionalización del consumo de productos farmacéuticos y fomento de la sostenibilidad. Así, se materializarán mejoras en los sistemas de evaluación de medicamentos, tecnologías y prestaciones sanitarias y se fomentará la utilización de los medicamentos genéricos y biosimilares en el SNS. También se desarrollará y modernizará la prestación ortoprotésica en el SNS, se aumentarán las habilidades y el conocimiento de los profesionales para el uso racional de medicamentos y tecnologías sanitarias y se impulsará el fomento y adaptación regulatoria para la mejora de la I+D+i del sector del medicamento.
Por último, el sexto ámbito de inversiones es el llamado Data lake sanitario, que forma parte de un proyecto global de transformación digital en el sistema sanitario y que tiene como objetivo proporcionar recursos que faciliten el desarrollo e implantación de proyectos de procesamiento masivo de datos por parte de las CCAA, el Ministerio, centros y unidades de investigación u organizaciones del sector privado del sector de la salud.
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