
Cuando queda la última sesión de coaching de un programa de desarrollo directivo en el que estoy involucrada, una vez más dentro del proceso me hago la misma pregunta… este proceso en el que estamos implicados, ¿a qué sirve (por qué y para qué) y a quién sirve (para quién)?
Aunque puedan parecer preguntas cortas y banales, no han dejado de acompañarme desde que se las escuché por primera vez a Kathleen King durante uno de los workshops del Máster en Cambio (Ashridge Business School). En su calidad de consultora dentro de diferentes organizaciones, ella nunca deja de hacerse esta pregunta para validar, un día tras otro, el trabajo que está haciendo.
Estas dos preguntas, que forman parte ahora de mi repertorio para validar mi aportación y decidir mi participación, adquieren para mí mayor relevancia en el entorno que nos rodea. Un entorno rápido, dinámico, en cambio y evolución constantes y donde parece que la satisfacción inmediata deba estar continuamente, y en todo, presente.
De este modo, cualquier proceso no controlable, exento de respuestas (o preguntas) inmediatas y ligeramente incómodo fácilmente se juzga como poco eficaz, y propuestas de cualquier tipo que no generen resultados medibles desde la perspectiva más habitual y en un corto periodo de tiempo son fácilmente rechazadas o no generan el suficiente compromiso… Como si aprender a andar, a hablar, a relacionarse con el medio fueran cosa de media semana…
Esta mañana leía lo siguiente: “Lo importante es aprender de aquello que se experimenta, con independencia de si nos gusta o nos disgusta, de si es bonito o feo. Todo nos enseña si se lo permitimos. Lo importante es el aprendizaje, no las experiencias subjetivas particulares que uno tiene a lo largo del camino” (*Amaro, 2012, p. 19).
Y desde mi experiencia particular, sé que funciona así. Determinadas experiencias han adquirido sentido y terminado de entregar su significado completo años después de haber ocurrido. Es ahora, en 2014, cuando comienzo a completar el círculo de un aprendizaje que comenzó hace más de diez años, cuando entré a formar parte del equipo de desarrollo de nuevos mercados. Entonces comprendí la parte superficial de aquellas experiencias… hoy veo el hilo conductor que me ha traído aquí.
Y desde ese espacio me pregunto si no estaría de más que todos, en cada momento, y especialmente cuando solicitamos algo, nos exigiéramos responder a nosotros mismos con honestidad y teniendo que rendirnos cuentas únicamente a nosotros, a ambas preguntas. Quizá así tendríamos la oportunidad de conocer nuestra intención y poner en marcha las acciones que nos permitan llevarla a cabo, y respetaríamos todas y cada una de nuestras experiencias, por contener algo que necesitamos aprender.
(*) Amaro, A. (2012). Finding the missing peace. A primer of Buddhist meditation. Hertfordshire: Amaravati Buddhist Monastery
Recordamos que SALUD A DIARIO es un medio de comunicación que difunde información de carácter general relacionada con distintos ámbitos sociosanitarios, por lo que NO RESPONDEMOS a consultas concretas sobre casos médicos o asistenciales particulares. Las noticias que publicamos no sustituyen a la información, el diagnóstico y/o tratamiento o a las recomendaciones QUE DEBE FACILITAR UN PROFESIONAL SANITARIO ante una situación asistencial determinada.
SALUD A DIARIO se reserva el derecho de no publicar o de suprimir todos aquellos comentarios contrarios a las leyes españolas o que resulten injuriantes, así como los que vulneren el respeto a la dignidad de la persona o sean discriminatorios. No se publicarán datos de contacto privados ni serán aprobados comentarios que contengan 'spam', mensajes publicitarios o enlaces incluidos por el autor con intención comercial.
En cualquier caso, SALUD A DIARIO no se hace responsable de las opiniones vertidas por los usuarios a través de los canales de participación establecidos, y se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso cualquier contenido generado en los espacios de participación que considere fuera de tema o inapropiados para su publicación.
* Campos obligatorios