Ningún proceso de reconstrucción de la persona, que conlleva sanar sus heridas internas, es agradable ni fácil. En el caso de los menores que formaron parte de los grupos armados que atienden los Salesianos en la Casa de Protección Especializada (CAPRE) de Medellín, hay varios factores que lo complican aún más: hablamos de infancias robadas, de entornos de violencia y de falta de cariño y de un ambiente familiar imprescindible en los años de aprendizaje más importantes de la vida.
En numerosas ocasiones he hablado de los contrastes entre sus rostros duros, sus tatuajes, sus cicatrices, la violencia a flor de piel que tienen y la inocencia de sus conversaciones y comportamientos. Estos días me han preguntado, entre otras cosas, cómo es el mar y qué se siente al montar en un avión, pero recuerdo con gran cariño cómo tuve que explicarle hace cuatro meses a una chica que no entendía la diferencia horaria con España que la Tierra es redonda, que hay Sol, Luna, planetas, estaciones, meridianos, paralelos, que todo gira… y no fue fácil, pero ahora, cada vez que me ve, me dice la hora de España…
Otras evidencias que hablan de esta falta de cariño, de esta inseguridad y de esta soledad que sufren y demuestran me las ha presentado Laura López, una valiosa voluntaria española de la ONG de Misiones Salesianas, Jóvenes y Desarrollo, que asegura que las chicas, por ejemplo, “cuando necesitan comprar algo, siempre piden ir acompañadas por un educador, porque les da pánico salir a la calle solas”. Y que en las excursiones y paseos “no hace falta estar pendiente de ellos, porque son como niños pequeños que no se despegan de ti”.
El dormitorio de los chicos está lleno de peluches sobre las camas. Cada uno tiene el suyo, que conserva desde la niñez, y muchos duermen con él, ven la televisión con él y los abrazan, especialmente cuando están tristes o enfermos.
Los traumas que sufren es fácil adivinar que tienen que ver con los episodios vividos en la selva, con la violencia que los ha rodeado y en la que han tenido que participar: pesadillas, insomnio, soledad, falta de concentración, hiperactividad… Por ejemplo, es escuchar el sonido de un helicóptero sobrevolando la ciudad y cundir literalmente el pánico en muchos de ellos por el recuerdo de las operaciones militares y bombardeos que sufrieron.
Entre las debilidades, sobresale una por encima de todas: el amor incondicional y la admiración que sienten todos por su madre. Esté viva o muerta, la recuerdan y te hablan de ella. Una gran mayoría de ellos reconoce que se fue a la guerrilla por los problemas que había en su casa (familias desestructuradas, alcoholismo, abusos, infidelidades…), pero la figura de la madre es sagrada para todos, hasta el punto de que todas las fotos que piden que les hagas posando es con la intención de que las puedan ver sus madres.
Y dejo para el final el grave asunto de las adicciones. No me atrevo a decir que todos estos menores, durante su etapa como niños soldados, consumieran marihuana, pero sí que una gran mayoría lo hizo, porque vivían entre esas plantaciones. El problema es que esa adicción continúa para algunos de ellos, que buscan la fórmula para conseguirla fuera del centro vendiendo ropa, intercambiando la merienda en sus salidas a los talleres… y consumen a pesar de su compromiso de no hacerlo y del limitado y justificado acceso que tienen a su dinero, siempre custodiado por los trabajadores sociales. En los casos más graves, son llevados a una comunidad terapéutica para tratar esa adicción.
‘Niños soldado’. El proceso de paz en Colombia desde dentro
ANTERIORES:
? Pactos de Convivencia: entrenamientos para la igualdad y el diálogo
? ‘Piedra, papel o tijera’. Juegos de niños para jóvenes curtidos en batallas reales
? La despedida de un hermano antes de morir fusilado: “Cuídese, chino, chao”
? La paz no entiende de vacaciones
Recordamos que SALUD A DIARIO es un medio de comunicación que difunde información de carácter general relacionada con distintos ámbitos sociosanitarios, por lo que NO RESPONDEMOS a consultas concretas sobre casos médicos o asistenciales particulares. Las noticias que publicamos no sustituyen a la información, el diagnóstico y/o tratamiento o a las recomendaciones QUE DEBE FACILITAR UN PROFESIONAL SANITARIO ante una situación asistencial determinada.
SALUD A DIARIO se reserva el derecho de no publicar o de suprimir todos aquellos comentarios contrarios a las leyes españolas o que resulten injuriantes, así como los que vulneren el respeto a la dignidad de la persona o sean discriminatorios. No se publicarán datos de contacto privados ni serán aprobados comentarios que contengan 'spam', mensajes publicitarios o enlaces incluidos por el autor con intención comercial.
En cualquier caso, SALUD A DIARIO no se hace responsable de las opiniones vertidas por los usuarios a través de los canales de participación establecidos, y se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso cualquier contenido generado en los espacios de participación que considere fuera de tema o inapropiados para su publicación.
* Campos obligatorios