La misofonía —del griego ????? (misos): aversión, y ???? (foné): sonido— o sensibilidad selectiva al sonido es un término relativamente nuevo creado en el año 2000 por los neurocientíficos Pawel y Margaret Jastreboff. Consiste en no ser capaz de tolerar sonidos cotidianos producidos por el cuerpo de otras personas, como comer, sorber, toser, soplar, masticar, respirar, olfatear, tragar, besar o los chasquidos.
También por sonidos producidos al utilizar ciertos objetos, como la ruptura de la punta de un lápiz, el deslizamiento de la tiza en la pizarra, el tintineo del cuchillo y del tenedor, cuando se abre una semilla de pipa de girasol, etc.
Como ves, puede ser cualquier sonido cotidiano que se nos ocurra; hay personas que soportan unos y otras que no. Quizás ahora que los lees puedes advertir de su efecto molesto para ti.
Aunque todavía no se sabe su origen exacto, los científicos apuntan a que puede ser un trastorno neurológico seguramente situado en el sistema nervioso central, determinado por la vivencia de experiencias negativas al respecto.
A pesar de su reciente conceptualización y de su ausencia en el Manual de diagnóstico y estadística de los trastornos mentales (DSM), la misofonía está siendo cada vez más investigada por los psiquiatras, y parece tener similitudes con el tinnitus o acúfenos.
¿Cuál es la reacción de las personas con misofonía? Cuando escuchan los sonidos mencionados, automáticamente se ponen furiosas, molestas, irascibles, nerviosas e incluso agresivas, lo que conlleva muchas veces su alejamiento y/o evitación. En aquellos casos de obsesión, aumenta la sensibilidad, y el individuo puede que llegue a la discusión, o a odiar a quien los hace; como consecuencia de ello, su vida social se resiente. Otros, solo con imaginarse los sonidos, experimentan los síntomas a través de una reacción muy visceral.
Todavía no existe cura para ello, pero sí hay tratamientos específicos que pueden ser de gran ayuda, como la terapia cognitivo-conductual y el uso de dispositivos de ruido blanco para disimular los ruidos intolerables y disminuir la ansiedad. También se ha comprobado la efectividad de poder hablar y compartir experiencias propias con otras personas que padecen lo mismo. En las redes sociales comenzaron a crearse grupos relacionados, y ya son miles los seguidores que participan y opinan.
Es importante que el entorno familiar comprenda lo que está sucediendo, ya que la mayoría de las situaciones pueden pasar, por ejemplo, a la hora de la comida; no conviene etiquetarlos de “histéricos”, “exagerados”, “malaonda” y exponerlos a más sonidos indeseados para rebajar su malhumor. Con esto conseguimos el efecto contrario, y seguramente vamos a dificultar la convivencia.
Estas personas no se lo inventan, lo pasan realmente mal, por lo que la consulta con su médico de cabecera puede ser el comienzo de la mejora. Lo que para muchos de nosotros suele ser un sonido de fondo sin importancia, para quienes padecen misofonía puede desencadenar situaciones de estrés incontrolables y tener graves consecuencias a nivel afectivo y emocional.
Darle a esta afectación la consideración que se merece es una forma de aceptarla y buscar soluciones para una mejor calidad de vida.
(Imagen: morguefile.com)
Recordamos que SALUD A DIARIO es un medio de comunicación que difunde información de carácter general relacionada con distintos ámbitos sociosanitarios, por lo que NO RESPONDEMOS a consultas concretas sobre casos médicos o asistenciales particulares. Las noticias que publicamos no sustituyen a la información, el diagnóstico y/o tratamiento o a las recomendaciones QUE DEBE FACILITAR UN PROFESIONAL SANITARIO ante una situación asistencial determinada.
SALUD A DIARIO se reserva el derecho de no publicar o de suprimir todos aquellos comentarios contrarios a las leyes españolas o que resulten injuriantes, así como los que vulneren el respeto a la dignidad de la persona o sean discriminatorios. No se publicarán datos de contacto privados ni serán aprobados comentarios que contengan 'spam', mensajes publicitarios o enlaces incluidos por el autor con intención comercial.
En cualquier caso, SALUD A DIARIO no se hace responsable de las opiniones vertidas por los usuarios a través de los canales de participación establecidos, y se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso cualquier contenido generado en los espacios de participación que considere fuera de tema o inapropiados para su publicación.
* Campos obligatorios