En esta consideración ahondó acto seguido el asesor científico en jefe del Ejecutivo, Patrick Vallance, quien se refirió a unos estudios publicados recientemente que arrojan datos "preliminares", pero "preocupantes", especialmente en la población de más de 60 años. "Si de cada 1.000 personas infectadas diez pueden morir por la covid-19, con la nueva variante del virus ese riesgo se eleva a 13 o 14 personas", ha explicado el experto, que ha recalcado que los resultados todavía no son firmes.
Según ha señalado el primer ministro, el impacto de la nueva cepa explica "en gran parte" la intensa presión a la que está sometido en estos momentos el sistema sanitario británico, que ha sumado otros 40.261 casos positivos desde ayer. "Tenemos 38. 562 pacientes con covid-19 en el hospital, un 78% más que el primer pico, en abril y, trágicamente, ha habido 1.401 muertes más. Por lo tanto, es más importante que nunca que todos sigamos atentos a las reglas y que nos quedemos en casa, protejamos el NHS y salvemos vidas", ha subrayado Boris Johnson.
El mensaje en positivo ha llegado al referirse al programa de inmunización. "Toda la evidencia actual muestra que las dos vacunas que estamos usando actualmetne siguen siendo efectivas, tanto contra la variante anterior como contra la nueva cepa", ha señalado Johnson, antes de destacar que la campaña continúa "a un ritmo sin precedentes" y que 5,4 millones de personas han recibido en Reino Unido su primera dosis.
"En Inglaterra, uno de cada diez adultos ha recibido su primera dosis, incluido el 71% de los mayores de 80 años y dos tercios de los residentes en hogares de ancianos", ha indicado.