"La covid-19 ha causado un gran sufrimiento entre las personas en toda Europa, y los informes sobre covid prolongada son un motivo adicional de preocupación. Es importante que los pacientes que informan de estos síntomas se incluyan como parte de la respuesta a la enfermedad para mitigar algunos de los impactos de la pandemia sobre la salud a largo plazo. Este resumen de políticas deja clara la necesidad de que los responsables políticos tomen la iniciativa en este tema", ha señalado el director regional de la OMS para Europa, Hans Henri P. Kluge.
Dirigido a los responsables de la toma de decisiones, este informe resume lo que se sabe sobre las afecciones relacionadas con la covid persistente, quiénes y cuántas personas las padecen, el diagnóstico y el tratamiento y cómo los países están abordando el problema.
Acceder a la atención
Los afectados han denunciado que se sienten estigmatizados y no pueden acceder a los servicios, y luchan para que sus casos se tomen en serio y puedan obtener un diagnóstico. Sin embargo, según se refleja en el documento, muchos reciben "atención inconexa y aislada" y encuentran que la atención especializada es, en su mayoría, inaccesible y variable según los países. También existen problemas reales respecto al acceso a las prestaciones por enfermedad e invalidez.
Ante esta realidad, las asociaciones de pacientes y las personas que sufren covid persistente reclaman el reconocimiento de la amplia gama de impactos que la infección les ha causado, ya sean médicos, psicológicos o sociales, y una mayor conciencia entre los profesionales de la salud. En este sentido, el informe muestra que la creciente presencia de comunidades online de pacientes, incluidos los trabajadores de la salud, está desempeñando un importante papel en la generación e intercambio de conocimientos, brindándose apoyo mutuo y luchando por una atención adecuada.
Reconocimiento de las condiciones post-COVID
Las manifestaciones que actualmente se relacionan con la covid persistente incluyen una amplia variedad de síntomas físicos preocupantes, como fatiga severa y mayor riesgo de daño al corazón, los pulmones y el cerebro. Los datos disponibles indican que aproximadamente una cuarta parte de las personas con covid-19 sufren síntomas de cuatro a cinco semanas después de dar positivo, y hasta una de cada diez experimenta síntomas después de tres meses. Todo esto puede afectar seriamente a la capacidad de los afectados para trabajar y disfrutar de una buena calidad de vida.
Mirando hacia el futuro
El resumen de políticas enfatiza la necesidad de estudios coordinados, multidisciplinarios, nacionales e internacionales para comprender el impacto clínico de las condiciones posteriores a la covid-19. Además, reconoce que esta investigación debe desarrollarse conjuntamente con los pacientes y los proveedores de la atención.
En esta línea, la autora principal del informe de políticas, la Dra. Selina Rajan, ha afirmado: "La Long COVID ha demostrado la importancia de involucrar a los pacientes en la investigación. Sin embargo, queda mucho por comprender acerca de las consecuencias a largo plazo y multisistémicas de las infecciones por covid-19 en niños y adultos y las intervenciones necesarias para tratarlas".
Según los autores del análisis, este es un campo que cambia rápidamente y en el que se puede aprender mucho de las diversas iniciativas que se están llevando a cabo en Europa. El informe establece opciones de políticas para desarrollar respuestas sólidas e inclusivas y proporciona "un recurso valioso para los tomadores de decisiones".