En el Día Mundial de los Trastornos de la Conducta Alimentaria, Salamanca ha acogido la presentación de una nueva asociación para dar visibilidad a esta enfermedad y pedir recursos continuados contra unas enfermedades que todavía sufren estigma social.
“Nacemos para dar respuesta a una necesidad social en torno a estas enfermedades y apoyar a las familias, ya que en Salamanca no había ninguna agrupación de este tipo”, asegura Yolanda Tabernero, presidenta de la recién creada Asociación de Trastornos Alimentarios y Obesidad de Salamanca (ATRA y obesidad).
En la presentación a la sociedad, que ha contado con el apoyo del Colegio de Médicos de Salamanca y el Ayuntamiento de Salamanca, con la asistencia de la concejala de Salud Pública, María José Fresnadillo, la presidenta ha asegurado que nuestro primer paso será luchar por “dar mayor visibilidad a la enfermedad y quitar el estigma que lleva asociado, así como ayudar a todos los enfermos y familiares que lo necesiten para hacer más llevadero este duro proceso de recuperación”.
La asociación nace con 35 socios, de momento familiares de afectados, que piden mayor continuidad y más recursos para la asistencia a estos enfermos. “Tenemos en Salamanca dos unidades de atención, una pública y otra privada, la diferencia es que en el segundo caso hay una asistencia de 24 horas los 365 días al año, y el hospital, solo contempla el ingreso hospitalario para casos muy graves y el hospital de día, funciona de 9 de la mañana a 5 de la tarde, de lunes a viernes”, explica la presidenta.
Una atención pública que consideran escasa, ya que, además, las sesiones psicológicas que necesitan este tipo de pacientes “deberían de ser una vez a la semana o cada 15 días, y están siendo cada tres meses”.
El número de afectados en Castilla y León por trastornos alimentarios se estima en unas 4.000 personas, pero las estadísticas no son oficiales, ni existe un registro actualizado de esta enfermedad, por lo que otra de las demandas de la asociación será, precisamente, tener datos más fiables sobre los pacientes que necesitan tratamiento. El perfil de este tipo de enfermos va cambiando, y aunque predominan las mujeres adolescentes, también se están dando cada vez más casos de chicos, y de adultos entre 35 y 45 años.
Diez conductas de alarma
En el terreno asociativo, la Asociación Castellano Leonesa de Ayuda a Familiares y Enfermos de Bulimia y Anorexia, ACLAFEBA aprovecha también para lanzar un mensaje de compromiso con esta enfermedad.
Así, la Cúpula del Milenio de Valladolid se iluminó anoche de azul y Autobuses Urbanos de Valladolid (AUVASA) también apoya la iniciativa y a lo largo del día de hoy, los autobuses lucen en su frontal delantero el hashtag que se ha fijado para la causa ACLAFEBA -LUCHA TCA.
“Tenemos que partir del profundo desconocimiento que existe entre la población sobre determinados conductas relacionadas, a priori, con la imagen y con la cantidad, calidad y tipo de comida que ingiere la persona afectada, y que lejos de quedarse en una cuestión de tallas encierra la existencia de una difícil gestión de pensamientos y comportamientos respecto a cómo nos relacionamos con los demás o con nosotros mismos”, asegura la asociación.
En el caso de la anorexia, por ejemplo, en muchos casos es una forma de saber que controlan al máximo algo, su hambre y su peso cada vez más bajo. En caso de trastornos por atracón, ingestas compulsivas de comida y bulimia intentan controlar a su vez la cantidad de comida como vía de escape, consuelo o simplemente paliar una sensación de soledad, aburrimiento o no aceptación de circunstancias personales, familiares o sociales que afectan a quien lo padece.
Para las familias, incluso para los mismos enfermos es difícil reconocer que se tiene este tipo de trastorno “Los pacientes, a pesar de sufrirlo, en muchos casos o no lo reconocen, negándose a admitir la existencia de un problema o bien, aun padeciéndolo, tratan de solucionarlo en silencio, ocultando sus conductas a las personas que tienen a su alrededor” matiza la presidenta de ACLAFEBA.
En este contexto, y en el marco de la celebración del Día Mundial de los TCA, la asociación ha redactado un decálogo agrupando diversas conductas relacionadas con la comida y con las consecuencias en el comportamiento del afectado, señales de alarma que pueden indicar si una persona padece un Trastorno de la Conducta Alimentaria y si está en riesgo de sufrirlo, aunque ara diagnosticarla es indispensable que la persona que parece estar sufriéndola sea evaluada por profesionales de la salud.
1. Pérdida importante de peso en un corto espacio de tiempo.
2. Seguimiento de dietas restrictivas aun estando delgado (lucha constante por mantener el peso por debajo de lo normal), miedo y rechazo exagerado al sobrepeso.
3. Tendencia al ejercicio físico excesivo.4. Ritos con la comida: contar calorías, preparar comida para otros y no probarla, ocultarla, tirarla, etc…
5. Obsesión por la comida, comer de forma descontrolada o compulsiva en forma de atracones.
6. Abuso de laxantes y diuréticos.
7. Vómitos provocados (ir al baño después de las comidas), consecuencia de los vómitos: malformaciones en los dedos, problemas dentales.
8. Pérdida de la menstruación (amenorrea) como síntoma de desnutrición.
9. Tendencia al aislamiento social, a los cambios de humor, sentimientos de culpa y comportamientos contradictorios.
10. Baja autoestima y autodesprecio.
Desesperación y falta de ayuda hacia los padres para entender como afrontar y ayudar a tu hija con está enfermedad donde una vez que estás metido , es una escalera que día tras día tienes que ir escalando para poder subirla y no caerte . Muy duro para ellos porque ni siquiera pueden controlar su mente , pero para los padres que son los que están de saco de boxeo , aguantando los golpes que le vienen por varios sitios , tampoco es fácil.