En el Día Mundial de la Anestesia, hoy 16 de octubre, los anestesiólogos de todo el mundo han centrado su discurso en promover el bienestar ocupacional, para concienciar a la sociedad de la importancia de que los médicos anestesiólogos cuiden su salud e incorporen prácticas de bienestar que redundarán en la seguridad de los pacientes.
Por su parte, la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR) ha apoyado con una serie de acciones la iniciativa de la Federación Mundial de Sociedades de Anestesiólogos (WSFA) bajo el hashtag #MyWellbeingIsYourWellbeing que significa, “mi bienestar es tu bienestar”. En el contexto de la pandemia por coronavirus, la tensión ha sido y es elevada.
“Todos estamos sometidos a estrés y con motivo del Día Mundial de la Anestesia queremos concienciar a los profesionales y dirigentes sobre la importancia de cuidar y respetar el bienestar laboral del personal sanitario” – explica el Dr. Antonio Planas, Secretario General de la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor.
En encuestas realizadas en Servicios de Anestesiología y Reanimación durante la pandemia, el 20% de los profesionales alcanzaron puntuaciones que sugerían que podrían beneficiarse de ayuda emocional. La pregunta que alcanzó mayor puntuación y reflejó el mayor grado de ansiedad fue “tengo miedo de contagiar a mi familia”.
La fatiga ocupacional es uno de los principales factores de riesgo para la seguridad del paciente. Por tanto, en una situación de pandemia mundial por la Covid-19, se hace más importante que nunca cuidar la salud en el trabajo de nuestros sanitarios; así estaremos cuidando también de la seguridad de los pacientes.
Y es que los anestesiólogos de todo el mundo experimentan altos niveles de fatiga ocupacional, síndrome de “burnout”, dependencia y depresión, según datos de la Federación Mundial de Sociedades de Anestesiólogos (WSFA).
Es verdad que muchos médicos no se tratan con la misma atención que dedican a sus pacientes. Y esto, en un contexto en el que la sanidad está tan tensionada, es un riesgo que debemos combatir. Por ello, en el Día Mundial de la Anestesia, aconsejamos a los anestesiólogos introducir cambios en su vida diaria: tomar pequeños descansos, plantear sus preocupaciones sobre el estrés, debatir estrategias para mejorar el bienestar, fomentar el equilibro entre el trabajo y la vida personal, cuidar a sus compañeros,implementar sistemas de evaluación de riesgo en el lugar de trabajo. Además de tener muy presentes las normas internacionales OMS-WFSA para una Práctica Segura de la Anestesia.
Los anestesiólogos durante la pandemia
El Dr. Juan Vicente Llau, jefe de Servicio de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor del Hospital Universitario Doctor Peset de Valencia tiene a su cargo un equipo de 32 médicos adjuntos y 12 residentes. Durante los peores meses de la pandemia, el Servicio entero se volcó. “Todos dijeron: aquí estamos. Con un equipo así es muy fácil ser jefe de Servicio”, explica.
“No somos héroes, simplemente hicimos nuestro trabajo” añade Dr. Juan Vicente Lla, sin olvidar que ha habido momentos muy duros. Y es justo en esos días de incertidumbre y dolor (no después), cuando el Dr. Llau plasma por escrito en un libro la experiencia de los anestesiólogos en la pandemia. Cuando las adelfas empiecen a florecer es el título elegido y detalla el lado más humano de médicos y sanitarios, las emociones vividas en el tratamiento de los pacientes más graves: la relación con las familias, la angustia de informarles cuando llevan sin ver a sus seres queridos 20, 25, 40 días, la situación en casa, el miedo….
“El libro surge como expresión de los sentimientos y con esta anécdota: un día yo volvía a casa muy angustiado por la situación en el trabajo, llamé a mi hija y me dijo que por qué no escribía un diario, que igual me ayudaba. Mi respuesta fue que era una
locura. Cuatro días después, más calmado, empiezo a escribir”.
“El peor momento para todos fue abrir los quirófanos para tratar pacientes críticos allí. Es muy complicado. Pero nos adaptamos y llegamos a ocupar hasta 4 quirófanos del hospital con 2 pacientes críticos en cada uno”, explica.
Y es que los anestesiólogos han tenido un papel primordial en el tratamiento de pacientes críticos Covid-19 en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). “Estamos muy orgullosos del papel que hemos realizado liderando, coliderando y participando en equipos multidisciplinares para la atención de los pacientes más graves durante la pandemia. La Anestesiología ha demostrado ser, una vez más, una especialidad médica muy resiliente”, explican desde la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR).
Ahora, es de vital importancia minimizar el impacto de la pandemia en la atención sanitaria de pacientes con otras patologías graves. Para ello es necesario planificar las intervenciones quirúrgicas y realizar los cambios organizativos necesarios para garantizar que todas las personas que precisen una intervención quirúrgica puedan recibirla lo antes posible y en condiciones de máxima seguridad.
Más de la mitad de la población española desconoce el trabajo de los anestesiólogos
“La gente cree que estamos para dormir y despertar a los pacientes en los quirófanos. Pero no es así”, aclara el Dr. Juan Vicente Llau. La Anestesiología y Reanimación es una especialidad médica que, una vez alcanzada la nota de corte en el examen MIR, pueden elegir los licenciados en medicina tras acabar sus estudios en la facultad.
Los Servicios de Anestesiología y Reanimación representan las plantillas médicas más numerosas en los hospitales y trabajan en todo el hospital. Los anestesiólogos, por supuesto, anestesian a los pacientes en el quirófano, pero también tratan a pacientes críticos en las Unidades de Reanimación y Cuidados Intensivos, realizan sedaciones para exploraciones de endoscopia fuera de los quirófanos, son quienes llevan a cabo la analgesia epidural en los paritorios a las mujeres que dan a luz a sus bebés y dirigen las Unidades del Dolor de los hospitales, ayudando y aliviando en su día a día a pacientes que viven con dolor crónico.
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