“En España, 5,3 millones de personas con diabetes necesitan una atención podológica especializada que reduzca el sufrimiento inherente a las mutilaciones y a la pérdida de vidas”. Así se sostiene desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos (CGCOP), que ha lanzado una campaña de recogida de firmas para solicitar al ministro de Sanidad, Salvador Illa, la inclusión de la Podología en el sistema público de salud.
La iniciativa, cuyo lanzamiento coincide con la conmemoración del Día Mundial de la Diabetes, incluye el testimonio de Marisa, una mujer que sufre diabetes desde que tenía 7 años y que, con poco más de 40, perdió su pierna como consecuencia de una lesión en el quinto dedo, una pequeña herida que tuvo dramáticas consecuencias.
“Hasta un 34% de las personas con diabetes pueden desarrollar úlceras de pie diabético”, recuerda la presidenta de la organización colegial, Elena Carrascosa, quien recuerda que la diabetes es una enfermedad en ascenso en una España cada vez más longeva. El 40% de las lesiones en el pie diabético –principal causa de hospitalización en estos pacientes– podrían evitarse con un diagnótico y un tratamiento precoz, en fase ambulatoria.
Como recuerdan los podólogos, se ha demmostrado que, gracias a la prevención, las amputaciones podrían reducirse hasta en un 85%. Según las cifras facilitadas por los colegios de podólogos, la tasa de amputación mayor por pie diabético en España es de 52 por 100.000 habitantes, situándose por encima de países como Francia, Reino Unido o Italia, “y la mortalidad tras una amputación por esta causa supera el 70%”, por encima de la asociada a los cánceres más comunes.
“El número de pacientes con diabetes y amputaciones aumenta considerablemente en España, con unas tasas de mortalidad y morbilidad notables y unas consecuencias personales, familiares, económicas y sociales devastadoras”, indican estos profesionales.
Más del 80% de los mayores necesitan un podólogo
Del mismo modo, los colegios de podólogos indican que más del 80% de las personas mayores necesitan de los cuidados de un profesional de la Podología de una manera periódica, por lo que su incorporación a los centros de salud “reduciría las complicaciones médico-quirúrgicas y aumentaría su bienestar”.
En opinión de la presidenta del CGCOP, “el Ministerio de Sanidad puede resolver estos problemas incluyendo la Podología en la cartera de servicios básicos del Sistema Nacional de Salud; así, los gobiernos regionales no tendrían otro remedio que sacar plazas públicas para profesionales de Podología”.
El hecho de que este tipo de asistencia no tenga un hueco en el sistema sanitario público deja a la población “la única alternativa, para quien se la pueda permitir, de ser atendida en el sector privado”.
“Los podólogos, como profesionales sanitarios facultativos que somos, sabemos que el pie diabético está en nuestro ámbito de competencia en cuanto a prevención, diagnóstico, prescripción y tratamiento de esta patología tan devastadora para la calidad de vida de nuestros pacientes”, asegura Juan Dios, secretario del Consejo de Podólogos.
En este sentido, organizaciones de pacientes también consideran que el hecho de que la atención podológica no esté incluida en el sistema sanitario público “es negativo” para los enfermos.
El coste de tratar una úlcera de pie diabético supera los 7.100 euros
Según se indica desde la organización colegial, el cuidado de los pies en las personas con diabetes cada vez está más desatendido, generando un enorme gasto al sistema público cuando desencadena la amputación de los miembros inferiores. El coste del tratamiento de una úlcera de pie diabético supera los 7.100 euros, mientras que por cada euro que se invierte en prevención “se ahorran 10 euros que costaría tratar una úlcera”.
Por tanto, añaden los podólogos, la incorporación de esta prestación a la cartera de servicios de Atención Primaria “tendría un impacto positivo en término de costes: descargaría las consultas, reduciría la derivación al hospital, disminuiría las listas de espera, reduciría costes psicosociales derivados de la ansiedad que provocan las listas de espera y los derivados de las bajas laborales relacionadas, bajarían los gastos vinculados a las amputaciones de pie diabético y bajarían los costes de urgencias podológicas, al ser atendidas por un único especialista: el podólogo”.
Por todo ello, desde el CGCOP se pide ayuda a los ciudadanos para conseguir que las administraciones con competencias en Sanidad “rectifiquen y cumplan el mandato constitucional mencionado con la inclusión de la asistencia podológica en el sistema público de salud”.
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