Cáritas Salamanca constata que la COVID-19 ha aumentado la demanda de ayuda de muchas familias para no perder su hogar

Sin embargo, no todas han podido disfrutar en la misma medida del bienestar que proporciona tener garantizado este derecho básico y, de hecho, la pandemia ha incrementado las situaciones de vulnerabilidad social asociadas, tal y como se confirma desde Cáritas Diocesana de Salamanca, que en los últimos meses ha registrado un importante aumento de las demandas de ayuda de muchas familias para no perder su vivienda y de la necesidad de dar respuesta a la realidad de las personas que viven en la calle.

Así lo han destacado este miércoles José Mª Rodríguez, secretario general de la organización diocesana, y Oliva Martín, coordinadora del recurso de acogida y atención primaria, durante la presentación de una nueva Operación Vivienda, que este año se desarrollará en el marco de la campaña Buscamos gente con Ángel. Gracias a esta iniciativa que busca sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de que se garantice una vivienda digna a todas las personas y recaudar fondos para apoyar a quienes tienen más dificultades para acceder a ella, entre octubre de 2019 y noviembre de 2020, la institución ha podido acompañar a 1.545 familias de la provincia mediante 3.877 ayudas cuyo importe asciende a 1.012.780 euros, “casi el doble de la inversión realizada el año anterior” (565.456 euros).

“La vivienda es algo básico para vivir con dignidad, pero para ello no sólo hay que tener un lugar para cobijarse, sino un espacio que reúna las condiciones mínimas para hacerlo con dignidad”, ha recordado Oliva Martín, que ha explicado algunos de los perfiles más destacados de quienes han recurrido a Cáritas Salamanca en este periodo en busca de ayuda.

Se trata fundamentalmente de familias y personas en situación de vulnerabilidad que se enfrentan a situaciones como las siguientes: dificultad para hacer frente al pago de la vivienda (alquiler, acceso a una vivienda o hipoteca); empleos precarios desempleo de larga duración o causado por las restricciones vinculadas a la pandemia; insuficiencia o retraso en la percepción de prestaciones (ERTE, ingreso mínimo vital, renta garantizada de ciudadanía, etc.); personas que acuden por primera vez a los servicios sociales por verse afectadas por la crisis actual; jóvenes con dificultad de incorporación al mercado laboral o con condiciones laborales deficitarias y personas inmigrantes, especialmente aquellas que se encuentran en situación administrativa irregular, al haber perdido?sus permisos de residencia o trabajo.

Cáritas Salamanca ofrece acompañamiento en este ámbito a través de su recurso de acogida y atención primaria, desde el que se proporcionan ayudas de alquiler y suministros, asesoramiento y apoyo a las familias para que no pierdan sus viviendas y puedan asegurar que éstas reúnan las condiciones mínimas de habitabilidad.

Además, la organización diocesana ofrece respuesta a las personas que se encuentran “en situación de exclusión severa” y no tienen hogar a través del centro de acogida Padre Damián, en el que este año han residido o residen 93 personas, y de la Casa Samuel para enfermos de VIH/sida, que ha registrado 20 usuarios a lo largo de este año, según los datos facilitados por José Mª Rodríguez, quien ha recordado que la vivienda es “un bien básico para el desarrollo de la persona y su integración social”, por lo que “no tener vivienda mata”.

Durante su intervención, el secretario general de la institución destacó que, según el último informe Foessa, en Castilla y León hay 52.000 familias que residen en viviendas inadecuadas (estructuralmente o por la precariedad de los suministros básicos) y 49.000 en viviendas “inseguras”, debido a la amenaza constante de un desahucio o de la pérdida del hogar.

Ante esta realidad, Cáritas Diocesana reclama “una ley estatal que garantice el acceso a la vivienda” y recuerda la necesidad de “incrementar el esfuerzo de la Administración pública en materia de rehabilitación y mantenimiento del parque de viviendas y promoción de la vivienda de alquiler social, de implementar “una estrategia específica de lucha contra la exclusión residencial y el? sinhogarismo” y de “continuar con la medida extraordinaria de paralización de desahucios y desalojos sin alojamiento alternativo”.

Por su parte, gracias a la solidaridad de los ciudadanos y de muchas instituciones, la organización puede contribuir “a que el deseo de una vivienda digna” se haga realidad para muchas personas en situación de vulnerabilidad. En esta línea, anima a la población a colaborar con la Operación Vivienda a través de la web de la campaña Buscamos gente con Ángel: www.buscamosgenteconangel.org.