Las bolas chinas son consideradas un artículo erótico, aunque es mucho más que eso. Nos permite cuidar la salud de la mujer, puesto que fortalece la musculatura del suelo pélvico y evitando problemas relacionados con las pérdidas de orina, los prolapsos de matriz o la sequedad vaginal. Por eso es bueno saber bien cómo usar las bolas chinas.
Qué son las bolas chinas y para que sirven
Las bolas chinas (también denominadas bolas de geisha o Ben Wa) son productos formados por una o dos bolas que están unidas mediante un enlace y en cuyo interior contiene otra bolita de menor tamaño que choca contra las paredes de la bola exterior al tenerlas colocadas, andar o estar en movimiento.
La vibración de la bolita interior al chocar con las paredes de la vagina produce una contracción involuntaria y continua de los músculos que están en contacto con ella, aumentando la circulación sanguínea, el tono muscular y la lubricación. Al contrario de lo que se cree, no es más eficaz usar dos o más bolas a la vez, puesto que puede resultar molesto en mujeres con el cuello del útero más bajo.
Para que emplear las bolas chinas sea efectivo, es esencial moverse al llevarlas puestas para que provoque la contracción involuntaria de las paredes de la vagina. Además, se pueden usar cuando realicemos ejercicios de Kegel para entrenar el tono del suelo pélvico y la musculatura.
Beneficios de las bolas chinas
El uso de las bolas chinas da beneficios a las mujeres adultas y sanas que las utilizan, puesto que ayudan a mejorar el tono muscular del suelo pélvico, aumentan la circulación sanguínea y la lubricación natural de la vagina. De este modo, con un uso continuado en el tiempo se logra una mejoría evidente en la calidad de las relaciones sexuales.
Esto conlleva a tener orgasmos más largos, intensos y la recuperación de la sensibilidad sexual en caso de perderla tras un parto largo, por ejemplo. De igual modo, un suelo pélvico fortalecido ayudará a evitar incontinencias urinarias y reducir el riesgo de prolapso.
Para tonificar el suelo pélvico y disfrutar de sus ventajas, tenemos que ser constantes en una rutina de 15-30 minutos diarios para notar los beneficios en menos de un mes.
¿Cuándo usar las bolas chinas?
Toda mujer adulta debería usar las bolas chinas siempre que el especialista lo recomiende, puesto que la musculatura perineal es la encargada de contener los órganos vitales y que las funciones corporales estén bajo control.
Hay casos donde hay mayor predisposición de sufrir debilidad del suelo pélvico y donde es necesario fortalecer esta zona como es la planificación ante un embarazo, tras un parto (después de la cuarentena), sobrepeso, mujeres que realicen deportes de impacto, estreñimiento crónico, problemas respiratorios (asma y bronquitis crónica) y tras una cirugía pélvica (tras 8 semanas de reposo).
En qué casos es mejor no utilizarlas
Existen casos en los que no se recomienda el uso de bolas chinas:
- La mujer esté embarazada.
- Poco tiempo tras el post-parto (6 primeras semanas).
- Tener una infección vaginal o urinaria.
- Padecer una hipertonía de los músculos del suelo pélvico.
Consejos para usar las bolas chinas correctamente
A continuación, presentamos consejos para usar las bolas chinas de forma correcta y poder disfrutar de sus beneficios:
- La higiene es importante. Hay que lavar las bolas con agua tibia y gel neutro y secar bien. Si se desea una total desinfección, existen geles antibacterianos especiales para artículos eróticos.
- Aplicar unas gotas de lubricante con base de agua en la bola que entrará primero en la vagina.
- Realizar una posición cómoda, con las piernas abiertas como si fuésemos a ponernos un tapón. Relajarnos y coger las bolas con los dedos índice y pulgar a modo de pinza.
- Con la otra mano nos ayudamos para introducir poco la bola dentro de la vagina. Al principio, puede costar un poco. Una vez introducida, empujamos la bola hacia adentro con un dedo, en dirección a la espalda, puesto que la vagina no está recta. En el exterior tiene que quedar el “cordón” para poder extraerla posteriormente.
- La llevamos puesta entre 15 a 30 minutos al día y nos movemos con ella. En caso de sentir que se caen, no hay que preocuparse, las retiramos y al día siguiente volvemos a intentarlo durante un tiempo más.
- Para quitarnos las bolas, nos relajamos y abrimos las piernas. Cogemos con fuerza el cordón y tiramos hacia fuera con suavidad.
- Una vez fuera, las lavamos con agua y jabón neutro o con el gel antibacteriano y las secamos bien.
Como puedes ver, usar unas bolas chinas es algo muy sencillo y que aportan, además, grandes beneficios a nivel de salud física y sexual. Eso sí, siempre escoge aquellas que consideras que funcionarán mejor con tu cuerpo, es decir, siempre es mejor comenzar con una bola china antes de aventurarte con 2 bolas si eres principiante en su uso.
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