Mucha gente cuando piensa en psicología dirige sus pensamientos casi de inmediato a problemas mentales, falta de equilibrio o episodios de ansiedad y estrés. Sin embargo, esta ciencia es mucho más que eso y hay subcategorías o enfoques que ahondan en las capacidades de crecimiento de todos los individuos.
Un ejemplo de ello es la psicología positiva, que se centra especialmente en fomentar y desarrollar habilidades y recursos personales. A su vez, encontramos otras propuestas interesantes en el ámbito empresarial o en el deporte de alto nivel, donde los psicólogos buscan reforzar aspectos encaminados hacia la consecución de objetivos.
¿Qué es la psicología positiva?
En el caso concreto de la psicología positiva, esta ciencia estudia dos escenarios diferentes: uno que busca cómo alcanzar un funcionamiento humano óptimo y otro que analiza cuáles son las herramientas y estrategias a poner en marcha para alcanzar una vida más productiva y satisfactoria.
Esta rama de la psicología no surge de la nada, sino que es el resultado de avances y evoluciones en la disciplina. Muchas corrientes psicológicas han contribuido a que los principios impulsados inicialmente por Martin Seligman (el padre de la psicología positiva), hayan dado sus frutos.
En esencia, esta variante se considera un método eficaz para el tratamiento del malestar psicológico. Y a diferencia de los enfoques más tradicionales, que centran sus esfuerzos en reducir lo que provoca desasosiego, aquí el foco se pone en el impulso de una vida más saludable emocionalmente, con una orientación dirigida hacia las fortalezas y el refuerzo de la autoestima.
Desde hace años existe mucho interés por esta variante psicológica, lo que lleva a muchos profesionales a buscar espacios en los que adquirir más formación. Una buena opción en este sentido es el Máster en Psicología Positiva del IEPP.
Descubre más sobre la psicología positiva con este programa elaborado por el Instituto Europeo de Psicología Positiva, un centro especializado donde podrás ampliar conocimientos sobre esta rama, cuáles son las teorías que la forman y qué modelos desarrolla esta corriente psicológica.
Características principales de la metodología
La psicología positiva se ha configurado como un movimiento de gran aceptación a nivel mundial. Se trata de una rama que se caracteriza por un riguroso enfoque científico y que apuesta por la investigación y la aplicación en áreas como la salud y el bienestar, la psicoterapia o la educación.
Bajando hasta campos concretos de estudio, esta corriente profundiza en las emociones positivas, la inteligencia emocional y social, la felicidad y el bienestar, el optimismo, el humor, la capacidad para fluir, la resiliencia y empatía y el estudio de las fortalezas personales.
Estas capacidades personales son las que ayudan a superar los malos momentos y centrar el objetivo en las emociones positivas.
Un apunte relevante en el desarrollo de la psicología positiva es que no todas las personas son capaces de desarrollar de igual modo cada una de las fortalezas. Así algunas son más proclives a perdonar, otras tienen mayor capacidad de liderazgo y hay quien utiliza el humor como una herramienta para superar trances difíciles.
El objetivo de la psicología positiva es potenciar todas esas fortalezas para dar un sentido vital a nuestra existencia y mejorar calidad de vida.
Aplicación práctica en la psicología diaria
Desde el punto de vista profesional, uno de los propósitos de esta corriente psicológica es cambiar el marco de las estrategias terapéuticas. Los expertos en psicología positiva ahondan en escenarios que favorecen las experiencias emocionales positivas para orientar estos tratamientos hacia la prevención y la actuación frente a episodios de ansiedad, depresión o estrés.
El desarrollo de las emociones positivas refuerza los anclajes emotivo-cognitivos que todas las personas tienen de forma natural. De este modo, pueden actuar como barrera frente a trastornos psicológicos y promover una rápida capacidad de recuperación.
La idea, de manera resumida, consiste en sacar partido de esas habilidades que cada persona posee, pero ojo, esto siempre debe tener una base profesional, un apoyo por parte de un terapeuta que dirija esos pensamientos y actitudes ante la vida.
Por otra parte, conviene no caer en el error de ver estas emociones positivas como un elemento que distrae de la verdadera realidad. Cuando se sufren problemas, enfocarse en lo que nos puede hacer crecer como individuos sociales ayuda en gran medida, pero también pueden resultar un espejismo ante situaciones que tienen que cambiar.
Es justo ahí donde se agradece la labor de los profesionales, que son los que reconducen esas emociones.
Recordamos que SALUD A DIARIO es un medio de comunicación que difunde información de carácter general relacionada con distintos ámbitos sociosanitarios, por lo que NO RESPONDEMOS a consultas concretas sobre casos médicos o asistenciales particulares. Las noticias que publicamos no sustituyen a la información, el diagnóstico y/o tratamiento o a las recomendaciones QUE DEBE FACILITAR UN PROFESIONAL SANITARIO ante una situación asistencial determinada.
SALUD A DIARIO se reserva el derecho de no publicar o de suprimir todos aquellos comentarios contrarios a las leyes españolas o que resulten injuriantes, así como los que vulneren el respeto a la dignidad de la persona o sean discriminatorios. No se publicarán datos de contacto privados ni serán aprobados comentarios que contengan 'spam', mensajes publicitarios o enlaces incluidos por el autor con intención comercial.
En cualquier caso, SALUD A DIARIO no se hace responsable de las opiniones vertidas por los usuarios a través de los canales de participación establecidos, y se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso cualquier contenido generado en los espacios de participación que considere fuera de tema o inapropiados para su publicación.
* Campos obligatorios