Hace dos años, los médicos le dijeron a Isidro Manchado que su ritmo cardiaco era “como el de los deportistas”. Tiene 79 años, vive en Martiago (Salamanca) y es uno de los cerca de 120 pacientes de todo el mundo que llevan en su corazón un marcapasos sin cables, diez veces más pequeño que el convencional.

Esta mañana, junto a la gerente del Hospital Universitario de Salamanca, Raquel Martínez, y a dos de los cardiólogos que realizaron la intervención, los doctores Javier Jiménez Candil y José Luis Moríñigo, Isidro aseguraba haber notado “mucha mejoría”, “ninguna molestia” y una rápida incorporación a su vida normal, sin muchas restricciones en lo de “comer, beber y pasear”. Reconoce que cuando le propusieron formar parte del estudio internacional que trata de validar los “sorprendentes y esperanzadores resultados” obtenidos con esta revolucionaria técnica, bautizada como NanoStim, sintió “un poco de impresión, aunque luego no te enteras de nada”.
Como ha explicado el doctor Jiménez Candil, este vecino de Martiago -que presentaba “un ritmo cardiaco muy lento” como consecuencia de una fibrilación auricular con elevado grado de bloqueo aurícula-ventricular- reunía las “características perfectas” para formar parte del ensayo clínico, en el que participan 50 centros de todo el mundo y que prevé incluir a un millar de enfermos cardiacos. Sobre todo porque, en su caso, el implante del marcapasos no exigía una actuación urgente, como suele ser habitual. “Una semana antes, pudimos explicarle todo para que lo hablara en familia y pudiera tomar una decisión”, ha indicado el especialista de la Unidad de Electrofisiología del Servicio de Cardiología.
Antes de iniciarse el proyecto internacional, con el que se pretende hacer un seguimiento a cinco años de unos 1.000 implantes para comprobar la evolución de los beneficiarios y las prestaciones del marcapasos sin cables, y “dentro del desarrollo clínico del nuevo dispositivo”, el procedimiento se utilizó en 33 pacientes de distintos países, produciéndose dos complicaciones, aunque el implante se consiguió en 32 afectados.
“La experiencia es esperanzadora, pero escasa, por lo que es necesario conocer la evolución a corto y largo plazo. Pero si los resultados del estudio clínico confirman los datos iniciales, será una excelente alternativa al marcapasos tradicional”, ha subrayado el doctor Jiménez Candil. Y es que el nuevo dispositivo evita el bolsillo quirúrgico (para el generador), la cicatriz y los electrodos o cables necesarios en los pacientes que llevan modelos convencionales, lo que reduce el riesgo de posibles “infecciones o erosiones”.
Implante percutáneo

Además, la colocación del marcapasos sin cables es mucho menos invasiva, porque se realiza de forma percutánea. A diferencia del procedimiento habitual, que exige efectuar “una incisión quirúrgica debajo de la clavícula”, para insertar el nuevo dispositivo se practica una punción en la vena femoral derecha, a través de la cual se introduce un catéter en cuyo extremo se ha fijado el pequeño marcapasos, que se lleva por la vena cava hasta el corazón, penetrando 1,3 milímetros en el ventrículo por un sistema de hélice.
Como ha destacado el cardiólogo, el procedimiento supone una significativa reducción de los tiempos de intervención, ya que dura “unos 25 minutos”, frente a los 50 o 60 minutos necesarios para implantar un marcapasos convencional. De igual forma, la recuperación es “más rápida” para el paciente, al que sólo se recomienda “permanecer unas seis horas tumbado para que no sangre la zona de la punción”, mientras que con el dispositivo tradicional es necesario casi un día de inmovilización para que no se desplacen los electrodos.
En cuanto a la duración, “es prácticamente la misma” que la de los marcapasos anteriores, y se estima en unos “ocho o diez años”, y también está contemplada la posibilidad de extraerlo para el recambio de la batería. Si es cierto que el precio del revolucionario mecanismo duplica los entre 1.500 y 2.000 euros que cuestan los tradicionales, aunque el doctor Jiménez Candil ha aclarado que en estos momentos esto no implica un gasto extra para el Hospital Universitario de Salamanca, puesto que la financiación llega en el marco de un ensayo clínico.
En estos momentos, el complejo salmantino es el único de Castilla y León -y uno de los pocos de España- que participa en este proyecto internacional que agrupa a 50 centros de todo el mundo. Esta mañana, su primer beneficiario en la Comunidad, Isidro Manchado, no podía ocultar su nerviosismo ante tanta expectación mediática, pero se mostraba encantado de haber participado en un importante avance que le ha permitido recuperar su vida normal y proporcionar un ritmo adecuado y seguro a sus pulsaciones.
Recordamos que SALUD A DIARIO es un medio de comunicación que difunde información de carácter general relacionada con distintos ámbitos sociosanitarios, por lo que NO RESPONDEMOS a consultas concretas sobre casos médicos o asistenciales particulares. Las noticias que publicamos no sustituyen a la información, el diagnóstico y/o tratamiento o a las recomendaciones QUE DEBE FACILITAR UN PROFESIONAL SANITARIO ante una situación asistencial determinada.
SALUD A DIARIO se reserva el derecho de no publicar o de suprimir todos aquellos comentarios contrarios a las leyes españolas o que resulten injuriantes, así como los que vulneren el respeto a la dignidad de la persona o sean discriminatorios. No se publicarán datos de contacto privados ni serán aprobados comentarios que contengan 'spam', mensajes publicitarios o enlaces incluidos por el autor con intención comercial.
En cualquier caso, SALUD A DIARIO no se hace responsable de las opiniones vertidas por los usuarios a través de los canales de participación establecidos, y se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso cualquier contenido generado en los espacios de participación que considere fuera de tema o inapropiados para su publicación.
* Campos obligatorios