Si la edad de inicio en el sexo de los adolescentes de Castilla y León es fundamental a la hora de aportar datos científicos que avalen la defensa de un adelanto de la vacunación frente al VPH, el estudio también se revela como una herramienta de clara relevancia en el análisis de una realidad preocupante: el conocimiento de los chicos y chicas en relación a las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y los embarazos no deseados.
Y es que aunque más de ocho de cada diez menores creen que lo que saben de sexualidad es suficiente o más que suficiente, sólo el 61% responde lo mismo a la hora de determinar sus conocimientos sobre las ETS y apenas el 22% es capaz de decir tres enfermedades de transmisión sexual. El 15% no cita ninguna.
De todas estas patologías, el virus del sida es, con diferencia, la más mencionada por los adolescentes de la Comunidad (el 79%), seguida a mucha distancia por el virus del papiloma humano o el cáncer de cuello de útero (21,7%), la gonorrea (15%), la hepatitis (10%) y la sífilis, citada apenas por el 9% de los encuestados.
Los datos también arrojan una realidad algo alarmante respecto a la prevención de embarazos no deseados, porque casi la mitad de los alumnos de segundo y tercero de ESO no es capaz de enumerar tres métodos para evitar una gestación indeseada.
Entre los que mencionan, destaca claramente el preservativo, que es citado por casi el 75% de los adolescentes. Por detrás se sitúan los anticonceptivos orales (44,5%), la abstinencia sexual (31,9%) y la píldora del día después (14,7%). Llama la atención que algo más del 6% de los encuestados incluye el aborto como método para evitar un embarazo, con una importante diferencia entre chicos (lo menciona el 8,3%) y chicas (4%). Sólo el 2,6% de los estudiantes consultados conoce el condón femenino.
La “marcha atrás” o “hacerlo con una virgen”
Pero como destaca el propio Pablo Royuela en su estudio, “lo más sorprendente y preocupante es que un 21,4% de los adolescentes -casi sin diferencias por sexos- habla de métodos que son erróneos, inválidos y no efectivos para evitar un embarazo”, como “la marcha atrás”, “hacerlo con una virgen” o “hacerlo cuando tenga la regla”.
En cuanto al uso de métodos de prevención de ETS y gestaciones no deseadas, la tesis doctoral muestra que la inmensa mayoría de los chicos y chicas que afirman mantener relaciones sexuales con penetración asegura haber usado preservativo en su última relación sexual. Si es cierto que el porcentaje es elevado, no se puede obviar el hecho de que el dato también revela que un 14,5% de estos menores no lo han utilizado, por lo que estarían “expuestos al contagio de enfermedades de transmisión sexual y, si no emplean otro sistema anticonceptivo, a embarazos no deseados”.
Además, el análisis de los 1.269 cuestionarios realizados pone de manifiesto que el 7,1% de los adolescentes no usa métodos anticonceptivos y que el 10,2% lo hace sólo “a veces”.
De igual forma, la investigación del médico de Urgencias del Hospital Río Hortega deja entrever que, entre los temores de los jóvenes a la hora de mantener relaciones sexuales, destaca todavía la posibilidad de un embarazo indeseado, frente al riesgo de contraer una ETS. Así, aunque al 79% de los encuestados la palabra condón o preservativo le hace pensar en la prevención de enfermedades, en la prevención de gestaciones no deseadas piensa el 86%. De hecho, a la hora de dar una razón por la que no tendrían sexo, casi el 76% menciona este motivo, mientras que sólo el 67% no lo haría por las infecciones de transmisión sexual. Sólo dos de cada tres afirman que no practicarían sexo por sus padres.
Y en relación a esto, un apunte más: más del 63% acudiría a sus amigos si necesitara orientación sexual; el 58%, a sus padres y el 30%, a internet. Además, casi seis de cada diez admiten que no conocen la opinión de sus progenitores respecto al sexo entre adolescentes o que no hablan del tema con ellos.
Para hacer frente a los riesgos que plantean las limitaciones que presentan estos chicos y chicas en cuestiones como las enfermedades de transmisión sexual o el conocimiento correcto de los métodos anticonceptivos, el doctor Royuela considera que el “lugar principal para la educación sexual de los adolescentes, y también para el resto de materias importantes de la vida, debe ser la familia y el hogar”. Sin embargo, añade, esa educación sexual “debe ser completada -e incluso evaluada, dados los datos de la tesis- en los centros educativos”.
Recordamos que SALUD A DIARIO es un medio de comunicación que difunde información de carácter general relacionada con distintos ámbitos sociosanitarios, por lo que NO RESPONDEMOS a consultas concretas sobre casos médicos o asistenciales particulares. Las noticias que publicamos no sustituyen a la información, el diagnóstico y/o tratamiento o a las recomendaciones QUE DEBE FACILITAR UN PROFESIONAL SANITARIO ante una situación asistencial determinada.
SALUD A DIARIO se reserva el derecho de no publicar o de suprimir todos aquellos comentarios contrarios a las leyes españolas o que resulten injuriantes, así como los que vulneren el respeto a la dignidad de la persona o sean discriminatorios. No se publicarán datos de contacto privados ni serán aprobados comentarios que contengan 'spam', mensajes publicitarios o enlaces incluidos por el autor con intención comercial.
En cualquier caso, SALUD A DIARIO no se hace responsable de las opiniones vertidas por los usuarios a través de los canales de participación establecidos, y se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso cualquier contenido generado en los espacios de participación que considere fuera de tema o inapropiados para su publicación.
* Campos obligatorios