El líder, al servicio de los demás

Dice así: “Gandhi dijo ‘Si quieres encontrarte a ti mismo, piérdete en el servicio a los demás’. El trabajo del liderazgo es el de estar al servicio. Y cualquiera que lo vea de otro modo se está perdiendo el precioso regalo que le ha sido otorgado de poder hacer algo realmente diferente para sí mismo, para los que le rodean y para la sociedad en su conjunto”. 

En pleno cambio de época a nivel global, nacional y local y necesitando urgentemente de alternativas diferentes para liderar las estructuras de nuestras sociedades y quizá conseguir cambiar el rumbo que llevamos, no estaría de más que quienes alcancen la posición de liderar cualquier grupo, vean su liderazgo como el gran regalo que es, estar al frente para poder hacer algo distinto y que redunde en beneficio de muchos, al tiempo que son conscientes de la mucha responsabilidad que conlleva.

Estoy convencida (y así prefiero creerlo también) de que, en general, los que acceden a dichas posiciones, de mayor y de menor alcance, suelen hacerlo con una visión y propósito similares a lo expresado por Subhanu. De igual modo, sé por experiencia que permanecer ahí es trabajo arduo y que requiere además de una disciplina férrea, avanzar día a día en el conocimiento de uno mismo.

Y es esto, lo que recomendaba el famoso oráculo de Delfos -“conócete a ti mismo”-, en lo que posiblemente menos profundicemos y para lo que menos recursos en abierto encontramos a lo largo de nuestra existencia de mortal común. Nos dedicamos a aprender mucho de todo lo que está fuera e infinitamente menos de lo que está dentro y de cómo se relaciona lo de fuera con lo de dentro, ambas expresiones bien burdas, pues no hay nada separado, sino todo en relación.

Y sin saber muy bien quiénes somos y sin saber cómo nos relacionamos, no es de extrañar que muchos líderes acaben ajenos a la realidad. Seguro que les suena eso de que los políticos han perdido contacto con la realidad de sus votantes, o los comentarios sobre la ley de emprendedores, no respondiendo a las necesidades reales de éstos, o el de “ya sabes, aquí al final se toma la decisión que coincide con los intereses del jefe”…

Mejorar en el conocimiento de uno mismo, ser más consciente, tener muy claro nuestro propósito en la vida, qué es lo que de verdad nos importa a nosotros como individuos y dedicar al menos diez minutos diarios a la reflexión profunda quizá ayuden en el proceso de cambiar estos comentarios… Y ello supondrá que todos nos beneficiemos del regalo de liderar que recibieron algunos.

Felices vacaciones.

 *Catalizando el desarrollo integral de personas y organizaciones

María Lorente en Linkedin

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