Qué curiosa costumbre la que tenemos en este país de ofrecer un número de telefóno para contar nuestros problemas en lugar de adoptar medidas para resolverlos de verdad. Es evidente que no todo el mundo, por edad o por medios, tiene acceso a las nuevas tecnologías; pero ofrecer en estos tiempos un número de teléfono donde brindar información y venderlo como un logro político o de gestión pública pues se me antoja, si me permiten la expresión, una chorrada como una casa. Entre otras cosas, porque el teléfono como invento y medio de comunicación existe desde mediados del siglo XIX y porque todas las administraciones públicas cuentan ya con servicios de información telefónica y on line para, precisamente, evitar visitas y desplazamientos innecesarios a las instituciones.
Y todo esto viene a cuento del nuevo número de teléfono, el 012, que la Junta pone a disposición del personal sanitario ante cualquier intento de agresión en el desempeño de su labor. Si es que me da la risa y todo sólo con leerlo. Que no sé si saben ustedes que este teléfono existe ya desde hace años y que, ahora, algún iluminado ha decidido que atienda con especial esmero a los trabajadores sanitarios que sean víctimas de una agresión.
A ver, no me malinterpreten, que cualquier ayuda es necesaria y bienvenida en este ámbito, pero lo más lógico sería tratar de atajar los ataques físicos y verbales a estos profesionales, en lugar de esperar a que ocurran los percances y ayudarles para que les den la razón. Los sanitarios agredidos no necesitan una palmadita en la espalda ni una charla psicológica, necesitan consideración y desempeñar sus funciones en un clima de seguridad y protección. A este respecto, más loable es la iniciativa de concederles el rango de autoridad pública, aunque el paciente o familiar dispuesto a montar un pollo o pegar un par de zarandeos a un facultativo, enfermera o celador poco o nada va a retraerse ante esta consideración de carácter legal.
Siempre he echado de menos más seguridad en los hospitales y centros de salud. Descubro con cierta admiración que en algunos consultorios de este país han instalado cámaras de seguridad, botones antipánico y alarmas de seguridad, que coincidirán conmigo en que son medidas más efectivas ante una amenaza. Que conste que los casos que he encontrado son experimentales o a resultas de despedir a los guardias de seguridad, es decir, para reducir costes, y no para incrementar la seguridad.
No deja de sorprenderme que para acceder a un ayuntamiento, sede ministerial o delegación de una Consejería haya que superar estrictas medidas de seguridad y hasta arcos detectores de metales, mientras que cualquiera puede entrar con un arma o cuchillo a una consulta médica, un centro de salud y un hospital. ¿Será que los políticos son unos acojonaos, que pese a llevar guardaespaldas no toleran ni un escracher, al que consideran una amenaza? ¿No? Pues lo parece… A ver si ellos se atreverían a reunirse a pecho descubierto en un despacho cerrado a diario con decenas de ciudadanos a los que no conocen de nada. Y como esta sociedad más parece un circo que otra cosa, aprovecho la metáfora para despedirme con un pasen y vean cómo se trabaja sin red en la Sanidad pública española.
Recordamos que SALUD A DIARIO es un medio de comunicación que difunde información de carácter general relacionada con distintos ámbitos sociosanitarios, por lo que NO RESPONDEMOS a consultas concretas sobre casos médicos o asistenciales particulares. Las noticias que publicamos no sustituyen a la información, el diagnóstico y/o tratamiento o a las recomendaciones QUE DEBE FACILITAR UN PROFESIONAL SANITARIO ante una situación asistencial determinada.
SALUD A DIARIO se reserva el derecho de no publicar o de suprimir todos aquellos comentarios contrarios a las leyes españolas o que resulten injuriantes, así como los que vulneren el respeto a la dignidad de la persona o sean discriminatorios. No se publicarán datos de contacto privados ni serán aprobados comentarios que contengan 'spam', mensajes publicitarios o enlaces incluidos por el autor con intención comercial.
En cualquier caso, SALUD A DIARIO no se hace responsable de las opiniones vertidas por los usuarios a través de los canales de participación establecidos, y se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso cualquier contenido generado en los espacios de participación que considere fuera de tema o inapropiados para su publicación.
* Campos obligatorios