La Junta de Castilla y León ha adquirido 620.000 dosis antigripales para su utilización durante la próxima campaña autonómica de vacunación, que se desarrollará entre el 29 de octubre y el 13 de diciembre. Como novedad, este año se incorporan dos nuevas indicaciones: los niños de entre 2 y 6 años con antecedentes de prematuridad –nacidos por debajo de las 32 semanas de gestación– y las personas con cualquier trastorno de la coagulación.
De este modo, la Administración autonómica aplica las recomendaciones emanadas de la Comisión de Salud Pública del Sistema Nacional de Salud y aprobadas por su Consejo Interterritorial. Siguiendo estas directrices, la Consejería de Sanidad también incidirá en la inmunización de la población a partir de los 65 años y en la de los profesionales sanitarios y de las mujeres embarazadas, con el fin de alcanzar el 65% de cobertura vacunal en el primer grupo y del 40% en los dos últimos.
El resto de colectivos a los que se recomienda la vacunación frente a la gripe son, con carácter general, los de adultos y niños mayores de seis meses que padezcan enfermedades crónicas; personas con discapacidad y/o déficit cognitivo; pacientes crónicos institucionalizados; niños y adolescentes de entre 6 y 18 años que reciban tratamientos prolongados con ácido acetilsalicílico, por la posibilidad de desarrollar el síndrome de Reye tras la gripe; personas con obesidad mórbida y mujeres embarazadas, en cualquier momento de la gestación.
La recomendación de vacunación se extiende también a residentes en instituciones cerradas; trabajadores sanitarios; profesionales de centros asistenciales y cuidadores y convivientes con personas de riesgo; personal de los servicios esenciales para la Comunidad (bomberos, cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, Protección Civil, etc.); trabajadores de granjas y mataderos de aves y otros relacionados con el medio ambiente y personal educativo, especialmente de guarderías y de centros de Educación Infantil.
Asimismo, podrán recibir la vacuna aquellos ciudadanos a los que esta les sea prescrita por su médico, mientras que la Administración autonómica facilitará la inmunización de sus empleados a través de una campaña específica.
Como se explica desde la Consejería de Sanidad de Castilla y León, para la población general el acceso a la vacunación se realiza a través del centro de salud o consultorio local, ya sea solicitándolo personalmente o a través de la cita previa telefónica y multicanal, para lo que existe una opción específica.
En este sentido, desde el Gobierno regional se recomienda que las peticiones para vacunarse frente a la gripe se realicen de forma escalonada a lo largo de las ocho semanas que dura la campaña, entre el 29 de octubre y el 13 de diciembre.
En el caso de pacientes hospitalizados, éstos podrán ser inmunizados durante su ingreso, y si se trata de personas institucionalizadas en centros sociales, la administración de las dosis antigripales se realizará por profesionales de Sacyl de Atención Primaria, en colaboración con el personal de estas instituciones.
Reducir la mortalidad y las complicaciones asociadas a la gripe
La vacunación frente a la gripe, universal y gratuita para las personas que así lo tienen recomendado, es una de las más eficaces medidas preventivas de Salud Pública, y tiene como objetivo reducir la mortalidad y la morbilidad asociada a esta patología respiratoria, así como su impacto social y sanitario. La protección que confiere a pacientes crónicos es fundamental en la prevención de complicaciones en sus patologías de base que pudieran desencadenar un agravamiento de su estado de salud con consecuencias graves, o incluso mortales.
Para la campaña de vacunación de esta temporada, la Junta de Castilla y León dispone de 620.000 dosis vacunales, de las cuales 200.000 unidades corresponden a la vacuna tetravalente, con cuatro cepas gripales y cuyo propósito es cubrir las posibilidades de circulación de virus B, dirigida a las personas de entre 60 y 64 años, a grupos de riesgo sanitario por patologías previas y a colectivos de riesgo social.
Las otras 420.000 dosis corresponden a la vacuna adyuvante o virosómica inactivada, destinada a la población de 65 años y mayores y diseñada para mejorar la respuesta inmunológica frente a la gripe de este grupo poblacional.
El presupuesto invertido en este suministro supera los 3,12 millones de euros, y la distribución de las unidades por provincias es la siguiente: Ávila, 45.000 dosis; Burgos, 83.000; León, 109.530; Palencia, 40.330; Salamanca, 76.650; Segovia, 38.000; Soria, 23.530; Valladolid, 124.060, y Zamora, 51.130. Además, existe un remanente autonómico de casi 29.000 unidades.
Casi 531.000 vacunados en 2018
Durante la última campaña autonómica, 530.740 personas fueron vacunadas, lo que supone un 22,03% de la población de la Comunidad. Por grupos de edades, este balance regional se desglosa de la siguiente forma: en menores de 59 años, 117.987 (el 7,18% de la población total de este segmento); entre 60 y 64 años, 43.543 (26,73%); de 65 años y más, 369.028 (61,11%), y a partir de 75 años, 238.423 (71,85%).
La inmunización entre los residentes en centros geriátricos rozó el 91%, y las embarazadas vacunadas fueron 4.258 (39,01%). En el ámbito laboral de Sacyl, 3.322 profesionales de Atención Primaria fueron inmunizados (38,87%), y en Atención Especializada el número de vacunados ascendió a 8.356 (32,41%).
Incidencia de la gripe
La estimación sobre la incidencia de la gripe el año pasado sitúa la cifra de pacientes ingresados por la enfermedad en Castilla y León en 2.266, de los que 902 presentaba criterios de especial gravedad; además, se estima que 152 personas fallecieron por la complicación de su estado de salud a causa de la infección gripal.
Por otra parte, y según la Red Centinela Sanitaria de Castilla y León, la tasa de incidencia del virus sin ajustar durante la temporada 2018-19 ha sido del 3,1%, muy parecida a la anterior (3,2%). Los grupos más afectados por la enfermedad durante el invierno pasado fueron los niños menores de 15 años, con tasas relativamente poco relevantes en adultos y personas mayores; aun así, el 22,6% de los pacientes en edad laboral precisó baja.
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