El testimonio de José Montagut, de 53 años, permite acercar el significado de la enfermedad de Ménière, más allá de su definición. Hace cinco años que sufrió la primera crisis fuerte, con vértigos que le impedían desarrollar una vida normal. De la cama al sofá era su día a día durante casi tres meses. Tras un tratamiento de los síntomas lleva dos años sin rastro de esos mareos aunque sabe que la enfermedad siempre estará ahí.
“Todo te da vueltas a tu alrededor, tu vida se reduce de la cama al sillón, siempre tumbado, y si te levantas te mareas”, detalla José Montagut, con enfermedad de Ménière desde hace cinco años. Cuanto tiene una crisis su vida se paraliza, y para todo depende de su mujer, que siempre ha estado a su lado, su principal apoyo. La enfermedad de Ménière tiene asociados cuatro síntomas: crisis de vértigo, pérdida de audición, sensación de presión en el oído y zumbidos. Es una patología crónica, en la que se tratan los síntomas pero no la enfermedad en sí.
Las primeras señales de alarma fueron esporádicas hasta que llegó una crisis fuerte, que se prolongó durante casi tres meses. “No podía salir de casa, y si me animaba, no llegaba a dar ni una vuelta a la manzana”, detalla Montagut, de 53 años y que vive en Béjar. Nunca sabe cuando le llegará esa crisis, “son sensaciones un poco difíciles de explicar”.
Para José Montagut se trata de una enfermedad algo invisible, porque cuando está bien, “estás perfectamente, y la gente no te nota nada”, pero al minuto puedes estar en la cama, “con la luz apagada y sin moverse”. En plena crisis de vértigo todo gira a tu alrededor, “no puedes hacer nada, te hundes en la miseria, y te acabas acostumbrando a los ruidos del oído“. La clave ha estado en su actitud y reconoce que “apechuga” con todo. En ocasiones, los ruidos permanentes en el oído le dificultan entender lo que le dicen si a su alrededor hay mucho ruido, “pero hay que seguir para adelante, y te acostumbras, y aunque el ruido no desaparece nunca, ya no le hago caso, como si no está”.
Para aliviar las crisis de vértigo, José Montagut se metía en la cama y procuraba no tener ningún estímulo visual, “y es algo que duraba desde la mañana a la noche, en la que te despiertas y todo se sigue moviendo“. Este salmantino confirma que cuando se levantaba del sillón y daba dos o tres pasos a veces se caía, no podía seguir.
Tras su primera crisis, los síntomas iban y venían de forma progresiva. “Me decían que eran vértigos, pero hay de muchos tipos, y al final me derivaron a Salamanca, a la unidad de Otoneurología del doctor Ángel Batuecas”, describe. Fue allí donde le pusieron nombre a esos mareos que le impedían llevar una vida normal: la enfermedad de Ménière. “No me sonaba de nada, y me dejaron claro que no se iba a curar, pero que se podía aliviar”, subraya.
Montagut recuerda que cuando estás en plena crisis y no puedes hacer nada, “lo ves todo muy negro”. El doctor le decía que se le iba a pasar, pero él solo veía que no podía hacer nada, y lo poco que conseguía, siempre con ayuda. Y comenzó a tratar sus síntomas con inyecciones de gentamicina en el oído, con las que se destruye completamente el órgano del equilibrio. “Me dieron algo de guerra, porque si lo habitual es que con tres o cuatro estés mejor, en mi caso, me pusieron un total de siete inyecciones“, afirma. Pero como él mismo describe, al final vio la luz, y lleva dos años sin tener una crisis, lo que le permite hacer una vida normal. “Me incorporé al trabajo, donde siempre tuve la comprensión necesaria en mi situación, aunque ahora mismo estoy en el paro”, menciona. No tiene más que palabras de agradecimiento por el trato recibido por el doctor Batuecas y se siente afortunado de que en Salamanca exista una unidad especializada en su enfermedad.
Tras recibir las inyecciones le quedaron ciertas secuelas, como la pérdida de audición y un equilibrio más precario. “Caminar en la oscuridad me cuesta muchísimo”, admite, pero reconoce que ha agudizado otros sentidos, como el tacto y la vista. “Tienes que apoyarte en otros”, reitera. En su día a día, por ejemplo, al bajar una escalera siempre tiene que agarrarse, pero no le resta de hacer una vida normal, “no lo pienso, sé que está ahí y que me puede dar una crisis, pero sigo con mi vida”. En el inicio de su enfermedad dejó de conducir, y le tenían que llevar a todas partes, pero se adaptó a todo. Ahora mismo se siente feliz.
Para aquellos que padecen enfermedad de Ménière, se estima que unas 500 personas en Salamanca, les recomienda tener fuerza de voluntad para no hundirse, “porque los síntomas te deprimen mucho”, pero Montagut es optimista y sabe que tiene que hacer un esfuerzo. “De esto no me voy a morir pero tengo que convivir toda mi vida con ello”, añade. Y apunta que aunque parezca que no se sale de la crisis, “se sale”, y lanza un mensaje de esperanza: “Se vuelve a la normalidad, que es lo que te cuesta creer en plena crisis”. Para este enfermo es importante tener ganas de salir, “para salir antes”.
Recordamos que SALUD A DIARIO es un medio de comunicación que difunde información de carácter general relacionada con distintos ámbitos sociosanitarios, por lo que NO RESPONDEMOS a consultas concretas sobre casos médicos o asistenciales particulares. Las noticias que publicamos no sustituyen a la información, el diagnóstico y/o tratamiento o a las recomendaciones QUE DEBE FACILITAR UN PROFESIONAL SANITARIO ante una situación asistencial determinada.
SALUD A DIARIO se reserva el derecho de no publicar o de suprimir todos aquellos comentarios contrarios a las leyes españolas o que resulten injuriantes, así como los que vulneren el respeto a la dignidad de la persona o sean discriminatorios. No se publicarán datos de contacto privados ni serán aprobados comentarios que contengan 'spam', mensajes publicitarios o enlaces incluidos por el autor con intención comercial.
En cualquier caso, SALUD A DIARIO no se hace responsable de las opiniones vertidas por los usuarios a través de los canales de participación establecidos, y se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso cualquier contenido generado en los espacios de participación que considere fuera de tema o inapropiados para su publicación.
* Campos obligatorios