En el Día Nacional del Celiaco nadie mejor que las personas que sufren esta intolerancia al gluten para transmitir lo qué supone convivir con ello. Amaya González, de 36 años, lleva cerca de 12 con el diagnóstico, y Lorena, de 33, lo sabe desde hace tan solo seis meses. Ser celiacas les influye sobre todo a la hora de idear su cesta de la compra y cuando comen o cenan fuera de sus casas.
Su intolerancia al gluten las obliga a diseñar su dieta desde esa premisa. La cesta de la compra se encarece al igual que se reducen las posibilidades de comer o cenar en un restaurante que les de seguridad. Lorena Lago, de 33 años, sabe que es celiaca desde hace tan solo seis meses. “Empecé con unas molestias de estómago, mal aliento y un ardor constante”, relata. Fue al médico y le derivaron al especialista de Digestivo. Durante ese proceso a su madre le diagnosticaron la intolerancia al gluten, y ya suman seis miembros de su familia (tías y primas) con esta patología. Por ese motivo, su familia se realizó la prueba de diagnóstico para comprobar si también eran celiacos, y finalmente su resultado fue positivo. Lorena también pasó una biopsia que confirmo su intolerancia al gluten, “y el inicio de un régimen estricto”, subraya. En agosto tendrá la primera prueba después de recibir en diagnóstico, “para ver cómo ha evolucionado la enfermedad con la dieta”. Tanto ella como su madre, de 62 años, no tenían los síntomas habituales de diarrea y vómitos, en el caso de su madre, eran ronchones en la piel, “que es más difícil de llegar al diagnóstico”.
Lorena Lago recuerda que cuando recibió el diagnóstico pensó en todos los alimentos que llevan gluten, como el pan, la pizza, etc., y al principio “te lo tomas mal”, sobre todo a la hora de ir a cenar con los amigos, “donde las pizzas tienen que ser sin gluten, o si vas a un sitio que ponen croquetas, no puedes porque el rebozado lleva gluten, por poner algunos ejemplos”, añade. Otro problema cotidiano es que si va a la charcutería a comprar embutido, tiene que cerciorarse de que la máquina esté limpia.
Menús sin gluten
Y a la hora de comer o cenar fuera suele llamar para solicitar platos sin gluten, “y comprobar que en el proceso de producción no contaminen el alimento con trazas de gluten”, confirma Lago. Ella es consciente de que es una enfermedad acumulativa, “y la gente a veces me dice que coma que no pasa nada, pero a la larga es perjudicial para mi salud”. Por este motivo, Lorena pide más comprensión y sensibilización de la sociedad. Y a la hora de comprar los productos sin gluten en los supermercados si nota que el coste se encarece respecto a cuando no tenía diagnosticada la celiaquía. “Muchos de los productos no llegan todos los días, están de forma esporádica, por ejemplo en artículos para el desayuno, solo tienen dos o tres tipos de galletas”, narra. Calcula que gasta casi el doble que antes, solo por un pan tostado con 10 unidades cuesta 2,70 euros, “una gran diferencia con respecto al pan normal”.
Desde que hace dieta sin gluten, Lorena ha perdido peso, hasta cinco kilos. Y considera que hay productos para celiacos que saben muy parecido pero otros no tienen nada que ver, “pero estoy agradecida porque hay varias marcas con muchos productos sin gluten”. Por prevención siempre está muy atenta de las etiquetas, para comprobar que no tiene gluten ni sus trazas, “es un aprendizaje, he leído mucho al respecto y te acabas adaptando”.
La anemia como señal de alarma
En el caso de Amaya González, de 36 años, lleva más tiempo conviviendo con la celiaquía, en concreto, desde hace cerca de 12 años. Su señal de alarma fue una anemia, producida por la mañana absorción de nutrientes por parte de las vellosidades intestinales. A lo largo de estos años ha notado una importante evolución a la hora de adquirir productos sin gluten, pero los obstáculos llegan para adquirir productos preparados, como la bollería, la pasta o la harina, “que su precio siempre es bastante más caro”, pero en nada lo nota cuando compra productos naturales sin gluten, como las verduras, las carnes o los pescados.
Para Amaya, lo de comer fuera no tiene mucho problema si el restaurante cuenta con menús sin gluten, “es una maravilla porque puedes elegir de una carta y no hay problema”, pero de lo contrario, “tienes que estar dando explicaciones de lo que sucede y que te digan lo que tienen, no puedes comer lo que te gustaría”, subraya. A ella le gusta el pescado, pero no lo suele pedir porque teme a que lo enharinen para que no se rompa el producto en la plancha, “así que suelo pedir carne a la plancha que me garantiza que no le pongan harina, o una ensalada mixta sin aliñar, que tengo que preguntar qué lleva para que no me pongan palos de cangrejo”, relata González.
Y cuando se va de viaje, Amaya se decanta por alojarse en un apartahotel o apartamento, “ya que así me hago mi comida y estoy más tranquila”, y si no es posible, “viajo con bastantes cosas de comer para tener siempre algo para llevarme a la boca”. En el caso de viajar al extranjero destaca que en algunos países tienen más conciencia con las personas celiacas, “pero en otros es más complicado”, pero tiene claro que no puede probar las comidas típicas de la región, “todo tiene que ser a la plancha, y hace los viajes más sosos”, lamenta.
Recordamos que SALUD A DIARIO es un medio de comunicación que difunde información de carácter general relacionada con distintos ámbitos sociosanitarios, por lo que NO RESPONDEMOS a consultas concretas sobre casos médicos o asistenciales particulares. Las noticias que publicamos no sustituyen a la información, el diagnóstico y/o tratamiento o a las recomendaciones QUE DEBE FACILITAR UN PROFESIONAL SANITARIO ante una situación asistencial determinada.
SALUD A DIARIO se reserva el derecho de no publicar o de suprimir todos aquellos comentarios contrarios a las leyes españolas o que resulten injuriantes, así como los que vulneren el respeto a la dignidad de la persona o sean discriminatorios. No se publicarán datos de contacto privados ni serán aprobados comentarios que contengan 'spam', mensajes publicitarios o enlaces incluidos por el autor con intención comercial.
En cualquier caso, SALUD A DIARIO no se hace responsable de las opiniones vertidas por los usuarios a través de los canales de participación establecidos, y se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso cualquier contenido generado en los espacios de participación que considere fuera de tema o inapropiados para su publicación.
* Campos obligatorios