En 1994, cuando la alarma social todavía estaba en su punto más crítico y el estigma asociado al VIH era máximo, Cáritas Diocesana de Salamanca decidió dignificar las condiciones de vida de los afectados que se encontraban desamparados en los momentos más duros de la enfermedad por carecer de red social y familiar de apoyo.
Ha pasado un cuarto de siglo desde que la organización puso los cimientos de Casa Samuel, y en este tiempo han mejorado decisivamente los tratamientos disponibles y, con ello, la calidad de vida de las personas que contraen el virus y el pronóstico de la infección. Sin embargo, el hogar de acogida y acompañamiento sigue siendo un recurso indispensable para quienes se encuentran en peor situación social y de salud.
Precisamente de la evolución del VIH en estos 25 años habló el pasado jueves el Dr. Miguel Cordero, uno de los especialistas que más sabe de la infección en Salamanca, porque a ella dedicó buena parte de sus esfuerzos cuando solo unos pocos profesionales querían hacerse cargo de los afectados. Lo hizo en una charla organizada en el Colegio de Médicos de Salamanca dentro de los actos programados por Cáritas para conmemorar el 25 aniversario de Casa Samuel.
El especialista, jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del hospital hasta su jubilación, recordó algunos de los hitos más destacados sucedidos desde que en 1981 comenzara a hablarse de dos “raras epidemias” en Estados Unidos de transmisión sexual y parenteral que afectaban a determinados grupos de riesgo. Entre los acontecimientos más decisivos de las últimas décadas, destacó la aparición de los antirretrovirales, que han cambiado radicalmente el pronóstico y la calidad de vida de las personas con VIH/sida.
Sin embargo, dijo, la epidemia no es imparable, y la lucha continúa con la mirada puesta en la meta establecida por Onusida para 2020, el Objetivo 90-90-90: 90% de personas diagnosticadas, 90% de personas en tratamiento y 90% con carga viral indetectable.
Una mesa de experiencias con voluntarios y personas que residieron en el hogar de acogida de Cáritas Salamanca completaron la sesión organizada en el Colegio de Médicos con motivo del 25 aniversario de Casa Samuel, que continúa este mes con más actividades.
Así, y ante la proximidad del Día Mundial de la Lucha contra el Sida (1 de diciembre), el 26 de noviembre, a las 19:00 horas, se celebrará una eucaristía de acción de gracias en la parroquia de la Santísima Trinidad de El Arrabal, a la que seguirá un encuentro lúdico en la casa. Además, el Círculo de Silencio que la organización diocesana convoca todos los meses (Puerta de Zamora, a las 20:00 horas) se dedicará el 28 de noviembre a reflexionar sobre la realidad de las personas que conviven con el VIH/sida.
Una respuesta integral
El programa de atención integral a personas que viven con VIH/Sida de Cáritas Salamanca busca ofrecer una respuesta cercana y global a todos aquellos afectados que necesitan ayuda de tipo externo para afrontar su situación personal, familiar y social.
De este modo, se atiende tanto a quienes residen en sus propios domicilios de manera independiente o con sus familias como a personas sin hogar que requieren un recurso específico, como es Casa Samuel, donde se les ofrece un espacio idóneo en el que tener cubiertas sus necesidades básicas y donde pueden iniciar un proceso de recuperación personal.
En cuanto a la intervención comunitaria, la organización ofrece asesoramiento sobre la infección, facilita la adherencia al tratamiento, apoya y acompaña a la persona enferma durante su ingreso en el hospital y busca alternativas tras el alta médica, orientándola sobre prestaciones y ayudas y, si es posible, acompañándola en el proceso de inserción social y laboral.
Durante el pasado año, Cáritas atendió desde este proyecto a medio centenar de personas, de las cuales 25 residieron en la casa y a 19 se les ofreció intervención comunitaria. En este periodo, 36 afectados fueron atendidos desde el Servicio de Acogida, Información y Acompañamiento y se realizaron también 13 acompañamientos hospitalarios.
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