La Consejería de Sanidad de Castilla y León instalará 314 salas de videoconferencia en 248 centros asistenciales de Sacyl para impulsar la atención telemática de urgencias, facilitando que determinados pacientes puedan ser valorados por un profesional sanitario cara a cara sin necesidad de que se encuentren físicamente en el mismo lugar.
La Administración autonómica ha adjudicado ya el suministro de monitores y la instalación de las salas, un despliegue técnico presupuestado en más de 740.000 euros y previsto a lo largo del próximo año. Estas dotaciones, que estarán repartidas en 169 localidades de la Comunidad, se pondrán en marcha en puntos de atención continuada de Atención Primaria (PAC), centros de salud y complejos hospitalarios, así como en el Centro Coordinador de Urgencias de Emergencias Sanitarias.
El proyecto se enmarca en el IV Plan de Salud de Castilla y León y de la Agencia Digital de Castilla y León y, más concretamente, en el impulso del uso de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) en el ámbito de la salud, de manera que se desarrollen infraestructuras que garanticen una mejor conectividad de consultorios locales, centros de salud y hospitales. Además, se pretende impulsar los servicios de telemedicina y en línea, especialmente en el mundo rural y garantizar la capacidad de las TIC como instrumento de mejora de la accesibilidad al sistema sanitario.
Según se explica desde la Junta, la telepresencia “supera el concepto de videollamada”, ya que, en el ámbito sanitario, “va mucho más allá de una mera interconexión de los participantes: facilita una interacción en tiempo real, con impresión de presencialidad“, a lo que se suma “la opción de compartir información exploratoria y diagnóstica relevante entre los profesionales sanitarios presentes en la atención al usuario”.
En este sentido, desde el Gobierno regional se aclara que esta alternativa “no sustituye a la atención presencial cuando esta es necesaria”, pero sí es “una potente herramienta para mejorar la capacidad asistencial sanitaria”.
De esta forma, con este recurso técnico “se potencia la capacidad resolutiva de la Atención Primaria en todo el territorio” y la prestación de servicios hospitalarios especializados de una forma integrada, ágil y eficiente”. En el caso de la atención de urgencias, y teniendo en cuenta la dispersión geográfica de la Comunidad, permite facilitar la comunicación entre los distintos niveles asistenciales”, lo que hará posible que un especialista pueda evaluar la situación de un paciente “cara a cara, en tiempo real y sin que sea necesario que ambos se encuentren en el mismo lugar”.
Tres tipos de salas
El proyecto adjudicado para la dotación de estas 314 salas de videoconferencias recoge tres tipos de instalaciones, según su objetivo telemático, especialmente en lo referido a urgencias, polivalentes e ictus, además de la coordinación asistencial: salas habilitadas para la atención al paciente (tipo I), en la que será el profesional sanitario quien interaccionará en remoto; sala de consulta remota sin paciente (tipo II), con la presencia in situ del profesional y a distancia del paciente; y sala multidisciplinar para reuniones grupales (tipo III), con la participación presencial de varios asistentes y la interacción telemática a través de la videoconferencia.
Según se explica desde la Consejería de Sanidad, la distribución por provincias de esta infraestructura es provisional, ya que se prevé la opción de realizar “reubicaciones con las que adaptarse a circunstancias cambiantes”. Por el momento, el reparto es el siguiente: 28 salas en Ávila (25 de tipo I, dos de tipo II y una de tipo III); 49 en Burgos (42, cuatro y tres); 49 en León (44, tres y dos); 21 en Palencia (todas de tipo I); 43 en Salamanca (39, tres y una); 22 en Segovia (19, dos y una); 19 en Soria (16, dos y una); 54 en Valladolid (47, tres y cuatro) y 29 en Zamora (26, dos y una).
Estos equipos se sumarán a los 16 ya operativos, como los que atienden en la atención telemática al ictus, y su número total podrá verse ampliado en función de las necesidades asistenciales que se planteen en un futuro.
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