La segunda comparecencia de Francisco Igea como portavoz del Ejecutivo autonómico tras el Consejo de Gobierno de Castilla y León ha supuesto un fuerte varapalo para los anteriores gestores de la Sanidad en la Comunidad, al destapar la existencia de miles de pacientes no contabilizados en las listas de espera oficiales, un desfase que afecta tanto a los registros de demoras quirúrgicas como a los de consultas externas y técnicas diagnósticas.
Con su intervención, el vicepresidente de la Junta y consejero de Transparencia ha confirmado lo que durante años se ha denunciado desde diferentes organizaciones sociales, sanitarias, políticas y sindicales: que existe una lista de espera oculta cuyos datos multiplicarían por mucho las ya abultadas estadísticas ofrecidas periódicamente desde la Administración sanitaria.
En el caso de las demoras para entrar en quirófano –las únicas sobre las que la Consejería de Sanidad aportaba información publica hasta el momento–, Igea ha explicado que casi 9.000 pacientes de la Comunidad (8.928) no figuraban en las llamadas “listas de espera estructurales”, es decir, las consideradas oficiales, cuyos datos son remitidos al Ministerio de Sanidad. Según ha recordado el vicepresidente, se trata de las estadísticas “propias del sistema”, y en teoría incluyen las esperas “que no son debidas a la voluntad del paciente o a situaciones clínicas que hacen que se demore una intervención, prueba o consulta”.
Estas cifras de demora estructural deberían suponer entre el 75% y el 80% del total de personas que aguardan para ser operadas o para acceder a una consulta especializada o prueba diagnóstica o, lo que es lo mismo, los datos deberían corresponder, en su mayor parte, “a pacientes que no están esperando porque quieren”. Sin embargo, la información facilitada por el nuevo equipo de la Consejería de Sanidad –una de las designadas por Ciudadanos dentro de su acuerdo de Gobierno con el PP– revela importantes discordancias en esta proporción lógica y también acusadas diferencias entre los distintos hospitales de Sacyl.
Así, al finalizar el mes de junio, en Castilla y León existía una lista de espera quirúrgica (LEQ) estructural de 22.146 pacientes, aunque en realidad el número asciende a 31.074, según ha señalado Igea, que también ha puesto sobre la mesa una significativa diferencia entre la demora media estructural, que era de 67 días, según las estadísticas oficiales, pero que se eleva hasta los 80 días al contabilizar a todos los pacientes.
“El porcentaje de LEQ estructural estaba escasamente en el 71%, pero es que algunos centros hospitalarios tienen cifras que no llegan ni al 60%. Esto quiere decir que hay hospitales, como el de Burgos, que tienen a 4.874 pacientes en lista de espera, de los cuales solo figuraban en la lista oficial 2.832; es decir, hay más de 2.000 pacientes que no figuraban en las listas de espera estructurales”, ha señalado el portavoz, que se ha mostrado sorprendido por las grandes diferencias detectadas entre hospitales respecto al porcentaje de lista de espera considerada estructural (la que alude a las personas que no aguardan por voluntad propia o por circunstancias clínicas), y que va desde el 56% de unos centros (Burgos) al 89% de otros.
Los gerentes de los hospitales tendrán que dar explicaciones
“Son más de 30 puntos de diferencia, y esas diferencias no se explican por la variabilidad clínica o por la casualidad; indican que algo está sucediendo que hace que haya listas de espera más o menos abultadas y que nos obligan, como primera medida, a reunirnos con todos los gerentes de los hospitales de Sacyl para que nos expliquen que está ocurriendo en sus sistemas de registro”, ha avanzado Francisco Igea.
Pocas probabilidades de que el desfase “se deba al azar”
La explicación “que se podría dar a esto”, ha añadido, “es que son pacientes a los que se ha llamado para ser operados pero lo han rechazado, pero no tiene mucha lógica que en unos sitios rechace el 11% y en otros el 35%, así que debe haber alguna otra explicación”, ha planteado el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, que ha subrayado con dureza: “Nosotros no vamos a hacer presunciones sobre cuál es la explicación ni vamos a funcionar con sospechas, sino con los números y con los datos, y estos datos arrojan una discordancia que estadísticamente no se comprende, lo que quiere decir que existe una probabilidad muy baja de que esto se deba al azar”.
61.000 pacientes no contabilizados en las demoras de consultas externas
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Igea también ha desgranado las cifras relativas a las demoras para acceder a las consultas externas, una información que hasta el momento no hacía pública el Gobierno autonómico, aunque en ocasiones ofrecía algunos datos en las Cortes regionales.
Según los números facilitados por el consejero de Transparencia, 118.000 pacientes aguardan una consulta especializada en la Comunidad según el listado estructural, pero la lista de espera total asciende a 179.000, lo que supone que 61.000 pacientes no figuran en estadísticas oficiales.
“Según este sistema de información, hay 43.900 personas que están esperando una consulta voluntariamente, un porcentaje de espera voluntaria muy difícil de explicar. Pero es que hay cifras de espera voluntaria en algunos centros que superan el 54%, como ocurre en el hospital de Palencia, es decir, que más de la mitad de los palentinos esperan voluntariamente, algo difícil de comprender”, ha manifestado el portavoz del Ejecutivo regional.
Una “distorsión” de 28.900 pacientes en las esperas para pruebas diagnósticas
Tampoco es posible librarse de la sensación de que se han tergiversado las estadísticas oficiales en el caso de las pruebas diagnósticas. Durante su comparecencia, Igea ha aportado datos sobre el número de personas que aguardan para acceder a un TAC, una resonancia magnética (RM), una ecografía o una mamografía, y del análisis resulta una diferencia más sorprendente si cabe entre lo oficial y lo real.
Así, mientras que en la lista de espera estructural se contabilizan 18.469 pacientes –2.643 en TAC, 5.198 en RM, 9.837 en ecografías y 791 en mamografías– en realidad son 47.370 los ciudadanos que aguardan a ser llamados para someterse a una de estas técnicas diagnósticas –7.575 en TAC, 7.851 en RM, 29.036 en ecografías y 2.948en mamografías–, lo que pone sobre la mesa un desfase de 28.9000 personas.
“En las listas del TAC hay 7.575 pacientes en lista de espera y, sin embargo, solo figuran en la lista de espera estructural 2.643, lo que indica que solo aparece el 35% de los pacientes. En el caso de las pruebas diagnósticas hay diferencias aún mucho más llamativas, y se registran demoras medias de más de 200 días en ecografías, por ejemplo; 200 días son siete meses en lista de espera…”, ha planteado el portavoz de la Junta.
Información “alejada de la realidad”
Además de todo esto, ha recordado Igea, en los últimos años las demoras hospitalarias en general han aumentado, lo que quiere decir que en Castilla y León “tenemos un problema de accesibilidad y un problema aún más importante de registro de nuestra información sobre las listas de espera”.
“Esto quiere decir que lo que nosotros (Ciudadanos) habíamos reflejado en el punto 33 de nuestro acuerdo –referido a la transparencia en la información sobre las listas de espera– tenía aún mucho más importancia de la que nosotros mismos ya sospechábamos. Si queremos conocer y arreglar los problemas que tienen nuestra Sanidad y enfrentarnos de verdad a lo que los ciudadanos viven todos los días, no podemos manejar información alejada de la realidad, porque lo que se produce entonces, y lo que se ha producido a lo largo de estos últimos años, es una absoluta discordancia entre lo que nosotros contamos y lo que los ciudadanos viven”, ha subrayado.
En cuanto a la causa de estos desajustes, Igea no ha querido concretar “sospechas”, aunque ha reiterado que desde la Consejería de Sanidad y la Gerencia Regional de Salud se solicitarán explicaciones “a todos y cada uno” de los gerentes de los hospitales de Sacyl. “Tendremos que ver si hay sistemas de registro que están anticuados, si hay personas que no hacen lo correcto o si existen instrucciones en algún sentido sobre cómo se registran las listas de espera”, ha asegurado, al tiempo que ha lanzado un contundente mensaje: “Dentro de los puntos acordados entre Partido Popular y Ciudadanos se prevé cambiar el Código Disciplinario del Régimen Estatutario para considerar falta grave la manipulación de los datos y evitar, entre otras cosas, que estas situaciones se produzcan, y la manipulación de estos datos será considerada falta grave”.
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